"Me he cansado de esperar"

Un v¨ªdeo ha salvado a Juan Carlos Ferrero. El espa?ol, todo un ex n¨²mero uno, amenazaba con desaparecer de los grandes escenarios v¨ªctima de una nueva generaci¨®n de tenistas, de la falta de confianza y de un circuito que ya s¨®lo tiene ojos para Rafael Nadal y Roger Federer. Ferrero, sin embargo, demostr¨® ayer su condici¨®n de jugador moderno y multipista al conseguir una marca de altura: venci¨® al serbio Janko Tipsarevic por 7-5, 6-3 y 7-6 (5) y se convirti¨® en el tercer espa?ol, tras Manuel Orantes y Nadal, que juega los cuartos de final de todos los torneos grandes. En esa ronda le espera ma?ana Roger Federer, el rey de Wimbledon. La lluvia, que golpea incansable sobre Londres. Y un v¨ªdeo con el que salvar su carrera.

"Antes [cuando era n¨²mero uno], inconscientemente, le pegaba fuerte todo el rato a la bola. Ahora, quiz¨¢s porque soy mayor, no. Y, cuando no lo he hecho, no me ha ido bien", cuenta Ferrero. "Esa reflexi¨®n es de hace poco y ha sido muy importante. He ca¨ªdo en ello viendo v¨ªdeos de partidos. Lo he hecho yo solo. El clic lleg¨® cuando vi el que jugu¨¦ contra Yuzhny en Roland Garros. Iba dos sets arriba, dej¨¦ de pegarle duro, se me vino encima y perd¨ª por 6-3 y 6-2", contin¨²a. "Ahora, me he cansado de esperar", cierra.

Ferrero tiene ma?ana una cita con Federer, que lleva sin jugar desde el viernes. "Estoy disfrutando", cuenta; "no tengo nada que perder. Federer es humano. Juega con una raqueta, como yo. Voy a intentarlo todo. Atacar¨¦ m¨¢s a su izquierda y tendr¨¦ que sacar muy bien. No voy a huir mucho de su derecha, pero tengo que elegir bien el momento en el que le cruce la bola". ?Qu¨¦ recuerda del partido que jugaron en Wimbledon en 2005? "Que no fue f¨¢cil para ¨¦l. Que pude jugarle bien de fondo; que, de rev¨¦s a rev¨¦s, a ¨¦l le costaba, y que yo no saqu¨¦ tan bien como ahora. Ese partido me ayuda porque ya tengo la experiencia de jugar aqu¨ª contra ¨¦l".

El espa?ol, aquel chico de piernas incansables que se gan¨® el apodo de El Mosquito subido a su insistencia, ya tiene 27 a?os. Fue un tenista visceralmente perfeccionista. Ahora, marcado por el paso del tiempo y la carest¨ªa de los grandes ¨¦xitos, ha dulcificado las aristas que un d¨ªa le distinguieron. Es un jugador capaz de enfrentarse a s¨ª mismo y salir airoso: "Eso, con la edad, es autom¨¢tico. Te entran dudas en ciertos momentos. Antes, en los importantes, le pegaba igual de fuerte. Me daba igual. Ahora, quiz¨¢s, me arrugo un poco m¨¢s. Ves que arriesgas y la fallas. Pero creo que eso ya... Estoy intentando arriesgar como antes. Ser agresivo. Mi meta era llegar a los cuartos de final. Ahora, ganar. No tengo por qu¨¦ pensar que ser¨¢ mi ¨²ltimo partido".