"Pap¨¢, va ganando el Valencia"
Unos 40.000 aficionados vibran en la entrega al equipo suizo de La Jarra de las 100 Guineas
Jordi Calafat llor¨®. Al estratega reserva del Alinghi, de 39 a?os, le super¨® la emoci¨®n cuando, desde la base de su equipo, vio cruzar los primeros a sus compa?eros por tan s¨®lo un segundo. Un segundo despu¨¦s de cuatro a?os de trabajo extenuante para llegar a ese momento.
Fuera del lujo de la base, en la d¨¢rsena del puerto, el sol ejerc¨ªa su absolutismo ante miles de personas que se mov¨ªan de aqu¨ª para all¨¢ con ganas de celebrar el triunfo del equipo suizo. "Pap¨¢, va ganando el Valencia", le dijo a su padre un ni?o protegido por una gorra naranja. A su lado, un chaval explicaba por el tel¨¦fono m¨®vil la regata a su manera: "El Alinghi le ha hecho un dribling y lo ha zumbao". En la fresquita tienda del Alinghi lo que zumbaba era la m¨¢quina registradora. El elevado precio de los productos no frenaba el ¨ªmpetu comprador de los aficionados.
Unos 40.000 de ellos se agolparon para ver en directo la entrega de La Jarra de las 100 Guineas. Los m¨¢s entusiastas fueron los voluntarios. El rey Juan Carlos excus¨® su presencia a causa del atentado de Yemen en el que murieron siete turistas espa?oles. Mientras se acercaba el barco ganador al escenario, desfilaron las embarcaciones de acompa?amiento recibiendo las ovaciones de la hinchada. La m¨¢s divertida la recibi¨® un desvencijado barco de pescadores cuando un marinero mostr¨® al respetable una caja de gambas por estribor.
Precedido por los cl¨¢xones de los coches y las sirenas de los yates lleg¨® el campe¨®n al puerto, "el mayor estadio de vela del mundo", seg¨²n anunci¨® el speaker. Los tripulantes fueron pasando uno por uno por el escenario y el due?o del Alinghi, Ernesto Bertarelli, fue llevado en volandas por sus s¨²bditos agradecidos. A su lado, su hombre de confianza, Michel Bonnefous, director de ACM, la empresa organizadora, declar¨®: "Ha sido una Copa hist¨®rica. Se lo agradezco a la Casa Real, al Gobierno de Espa?a, a la Comunidad Valenciana y a su presidente, Francisco Camps, y a la alcaldesa, mi amiga Rita Barber¨¢". La gente rugi¨® cuando oy¨® el nombre de la regidora, descocada ayer, con pantalones y camiseta roja, euf¨®rica. "Gracias, Valencia; muchas gracias", a?adi¨® Bertarelli en espa?ol, franc¨¦s e ingl¨¦s. "Alinghi, I love you", grit¨® el gran jefe.
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