El precio de Delphi
Despu¨¦s de cuatro meses de protestas sindicales, agitaci¨®n callejera, acusaciones cruzadas y solemnes advertencias de las autoridades auton¨®micas, la multinacional estadounidense Delphi, la Junta de Andaluc¨ªa y los sindicatos han llegado a un acuerdo para cerrar la planta de la compa?¨ªa en Puerto Real. El acuerdo se aproxima a lo que podr¨ªa ser un modelo de deslocalizaci¨®n controlada: Delphi pondr¨¢ 120 millones de euros para pagar las indemnizaciones de la plantilla, asumir¨¢ unos 200 millones de deuda y traspasar¨¢ a la Junta de Andaluc¨ªa los activos de la compa?¨ªa en la bah¨ªa gaditana. La empresa norteamericana abandona Espa?a despu¨¦s de un duro conflicto laboral, pero lo hace a un alto precio.
Sin embargo, las lecciones que deben extraerse del caso Delphi exceden las valoraciones que puedan hacerse del acuerdo final. La m¨¢s importante es que las autoridades espa?olas deber¨ªan contar con un protocolo de actuaciones para el caso de deslocalizaci¨®n de una inversi¨®n extranjera. Esa gu¨ªa deber¨ªa establecer qu¨¦ pasos administrativos y judiciales se aplicar¨¢n cuando la Delphi de turno anuncie que quiere renunciar a su producci¨®n en Espa?a; y, sobre todo, en qu¨¦ orden. El manejo de los tiempos en la negociaci¨®n y el turno riguroso de los actores que deben incorporarse a ella es fundamental para conseguir que la empresa se quede o tenga que ofrecer contrapartidas.
La gesti¨®n pol¨ªtica del caso Delphi ha sido embarullada y a ratos hist¨¦rica, con demasiadas voces reclamando el papel principal en la soluci¨®n del problema. El tratamiento correcto de las deslocalizaciones no puede ser el de garantizar a toda costa todos los puestos de trabajo, con nombres y apellidos, sino el de procurar una sustituci¨®n natural de la inversi¨®n que mantenga o incluso mejore el nivel general de empleo en cada zona afectada.
Si las administraciones p¨²blicas quieren combatir los efectos de la fuga de inversiones, lo m¨¢s eficaz es la prevenci¨®n. Se trata de organizar centros de gesti¨®n capaces de negociar la instalaci¨®n de proyectos que sustituyan las inversiones que deseen mudar de domicilio. Al fin y al cabo, no es tan dif¨ªcil identificar las empresas instaladas en Espa?a que pueden optar por otros pa¨ªses menos onerosos fiscalmente o con mano de obra m¨¢s barata.
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