Benedicto XVI recupera la misa en lat¨ªn y los ritos tradicionales

Vuelve la misa en lat¨ªn. La preferencia personal de Benedicto XVI (y de muchos fieles) por el antiguo rito est¨¢ en la base de un motu proprio papal, publicado ayer, que deja a elecci¨®n del sacerdote el uso del lat¨ªn o de la lengua vern¨¢cula en la celebraci¨®n de misas, matrimonios, funerales y dem¨¢s ritos cat¨®licos. La medida se interpreta como un acercamiento a los seguidores del obispo franc¨¦s excomulgado Lefebvre.

El Papa acompa?¨® el motu proprio (el nombre que reciben las normas aprobadas por iniciativa pontifical, al margen de la Curia vaticana) con una carta a los obispos en la que explicaba que el retorno a usos tradicionales no implicaba ninguna erosi¨®n del Concilio Vaticano II ni de "una de sus reformas esenciales, la reforma lit¨²rgica", y que la lengua vern¨¢cula segu¨ªa siendo "lo normal", y el lat¨ªn, "lo extraordinario".

La norma entrar¨¢ en vigor el pr¨®ximo 14 de septiembre y permite utilizar la liturgia establecida en 1962 por Juan XXIII, no las anteriores. Se trata de un punto esencial, porque hasta 1962, en las misas de Viernes Santo, se invocaba a los "p¨¦rfidos" jud¨ªos con la f¨®rmula "pro perfidis judaeis". Juan XXIII la suprimi¨® por su evidente carga de antisemitismo.

El rito de 1962 nunca fue abolido, como recuerda en su carta el propio Benedicto XVI. Pero hasta ahora era necesaria una autorizaci¨®n expresa del obispo para utilizarlo en una ceremonia. A partir del 14 de septiembre, si en una parroquia existe "un grupo de fieles partidarios de la precedente tradici¨®n lit¨²rgica" (el no fijar un n¨²mero m¨ªnimo de solicitantes refuerza la autonom¨ªa del sacerdote), se les podr¨¢ contentar si necesidad de permisos. A los obispos s¨®lo se les exige que "tutelen" la contrareforma y que dentro de tres a?os realicen un informe sobre los resultados.

El retorno al lat¨ªn ha sido interpretado como un esfuerzo por aproximarse a los sacerdotes escindidos con el obispo franc¨¦s Marcel Lefebvre y excomulgados en 1988, tras consagrar a cuatro obispos ignorando la autoridad papal.

Benedicto XVI recuerda en su carta que la fidelidad al rito latino se convirti¨® "en la se?al externa" de los lefebvrianos, pero subraya que las causas de la ruptura con Roma fueron "m¨¢s profundas". Monse?or Bernard Fellay, sucesor de Lefebvre como superior de la Fraternidad San P¨ªo X, agradeci¨® al Pont¨ªfice la vuelta atr¨¢s y la consider¨® como una muestra de buena voluntad "para afrontar con serenidad las cuestiones doctrinales en cuesti¨®n", sin esconder "las dificultades que a¨²n subsisten".

La aprobaci¨®n del motu proprio no ha supuesto un proceso f¨¢cil. Parte de la Curia, encabezada por el cardenal nigeriano Francis Arinze, prefecto de la Congregaci¨®n para el Culto Divino, estaba en contra. Para el Papa, sin embargo, se trataba de un proyecto prioritario. Ya como cardenal hab¨ªa abogado por la libre elecci¨®n entre el rito antiguo y el moderno. "Una comunidad se pone en duda a s¨ª misma cuando considera de repente prohibido lo que hasta poco antes le parec¨ªa sagrado", declar¨® a?os atr¨¢s. "?Prohibieremos ma?ana lo que hoy prescribimos?", agreg¨®.