Los jueces declaran ilegal el vertedero radiactivo de Huelva

A 500 metros de la ciudad de Huelva, en la marisma del Tinto, se acumulan 70 millones de toneladas de fosfoyesos (un subproducto de la fabricaci¨®n de fertilizantes y con una radiaci¨®n 15 veces superior a la normal). La empresa Fertiberia ha vertido all¨ª sus desechos con un permiso de 1968, pero en una sentencia notificada ayer, la Audiencia Nacional declara caducada esa concesi¨®n, ya que vulnera la Ley de Costas. Fertiberia recurrir¨¢, pero los ecologistas pedir¨¢n que retire los residuos.

Las rocas de fosfato que utiliza Fertiberia para fabricar fertilizantes contienen trazas de uranio: son unas 40 veces m¨¢s radiactivas que el suelo normal. En Huelva, Fertiberia trata ese fosfato para obtener ¨¢cido fosf¨®rico como fertilizante. En el proceso surgen los fosfoyesos, un residuo que incluye todos los materiales radiactivos.

En condiciones normales, deshacerse de esos materiales ser¨ªa un problema, pero no en este caso. Fertiberia obtuvo en 1968 la concesi¨®n para ocupar 99 a?os las marismas con tres metros de residuo para luego recubrirlo. La empresa consider¨® que eso le permit¨ªa acumular hasta 30 metros en sucesivas capas de tres metros, algo que la Audiencia Nacional considera ahora il¨®gico.

En 1988 apareci¨® la Ley de Costas, que impide ocupar la primera l¨ªnea de litoral salvo para actividades que no puedan ir en otro sitio (un faro o un puerto), pero Fertiberia sigui¨® virtiendo en el dominio p¨²blico. En noviembre de 2003, el Ministerio de Medio Ambiente anul¨® la concesi¨®n, no s¨®lo porque la ley ya imped¨ªa ocupar el dominio p¨²blico como vertedero, sino porque la empresa hab¨ªa superado con creces las condiciones que el Gobierno franquista le impuso en 1968.

La empresa recurri¨® la orden de Medio Ambiente a la Audiencia Nacional, que, en una sentencia notificada el mi¨¦rcoles, da la raz¨®n al Ministerio de Medio Ambiente y a la organizaci¨®n ecologista WWF-Adena y da por extinguida la concesi¨®n. La sentencia destaca "la pasividad" de Fertiberia para cumplir con su obligaci¨®n. En 29 a?os, la empresa ha llenado 1.200 hect¨¢reas en alturas de hasta 30 metros con 70 millones de toneladas de fosfoyesos.

Aunque Greenpeace denuncia que en las balsas ha medido dosis 20 veces superiores a las permitidas, un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) concluy¨® que la dosis para un trabajador rondar¨ªa los 0,5 milisievert al a?o (como una radiograf¨ªa de t¨®rax y la mitad de lo permitido). El mismo estudio concluy¨® que en la ciudad de Huelva el impacto de los fosfoyesos es despreciable.

La sentencia no entra en la radiactividad, s¨®lo en lo tocante a la Ley de Costas: concluye que esos residuos no pueden estar all¨ª y resalta "el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado y el deber de los poderes p¨²blicos de protegerlo".

Lo que ocurra ahora es dif¨ªcilmente predecible. Retirar los 70 millones de residuos es pr¨¢cticamente imposible, ya que supondr¨ªa siete millones de viajes en cami¨®n, sin contar con que encontrar un destino ser¨¢ altamente complicado. Fertiberia anuncia que recurrir¨¢ al Supremo en casaci¨®n y que planea restaurar la zona. La sentencia s¨ª supone una losa para que la empresa siga virtiendo all¨ª los fosfoyesos.