Luis Mar¨ªa Delgado, cineasta
Logr¨® hacer en pleno franquismo 'Diferente', filme sobre la homosexualidad
Ha fallecido en Celorio (Asturias) a los 80 a?os, el polifac¨¦tico hombre de cine Luis Mar¨ªa Delgado. Era hijo del director Fernando Delgado (El genio alegre, 1936), nieto del fundador de la SGAE Sinesio Delgado, y bisnieto de actores.
Desde joven Luis Mar¨ªa Delgado se hab¨ªa interesado por el cine, lo que le llev¨® a abandonar sus estudios de Filosof¨ªa y Letras, y su trayectoria demuestra que en el cine hizo todo tipo de trabajos. Como director firm¨® cerca de cuarenta pel¨ªculas, pero su figura se extendi¨® tambi¨¦n -en ocasiones a la sombra- a trav¨¦s de otras actividades. As¨ª, destac¨® como productor (D¨ªas felices, 1950), como ayudante de direcci¨®n (Fortunato, 1941), como director de segundas unidades (El Cid, 1961, de Anthony Mann), como productor ejecutivo (El abuelo, 1998, y otras recientes pel¨ªculas de Jos¨¦ Luis Garci); adem¨¢s, desempe?¨® trabajos de director de doblaje, guionista o codirector.
En esta ¨²ltima vertiente, la presencia de Luis Mar¨ªa Delgado en el cine espa?ol result¨® generosa. Junto al italiano Dino Maiuri fue el art¨ªfice de La estrella del Rey (1957); junto al franc¨¦s Henri Decoin fue el autor de El deseo y el amor (1952), en la que el portugu¨¦s Antonio Vilar se debat¨ªa entre la francesa Martine Carol (que personioficaba el deseo) y la espa?ol¨ªsima Carmen Sevilla (que encarnaba el amor); y junto a Robert Elwyn dirigi¨® Aquel hombre de T¨¢nger (1953), en la que Sarita Montiel interpretaba a una mora perversa.
Lla pel¨ªcula m¨¢s destacada de Luis Mar¨ªa Delgado como hombre en la sombra fue sin duda Diferente (1961), sorprendente canto a la homosexualidad que consigui¨® burlar a la r¨ªgida censura de la ¨¦poca, probablemente gracias a la presencia del bailar¨ªn y core¨®grafo Alfredo Alaria, que figur¨® como codirector del filme; Alaria gozaba entonces en Espa?a de cierto predicamento. Todav¨ªa hoy sorprenden sus im¨¢genes, especialmente aqu¨¦llas en que el protagonista (Alaria) se extas¨ªa contemplado los fornidos brazos de un obrero que maneja un taladrador. En la secuencia siguiente Alaria introduce el dedo en el timbre de una puerta... El ingenioso montaje, obra de Pablo del Amo, aport¨® a la secuencia una intencionalidad divertidamente maligna.
Otra pel¨ªcula destacable de Luis Mar¨ªa Delgado fue Manicomio (1954), que codirigi¨® con el actor Fernando Fern¨¢n-G¨®mez: una experiencia que ambos improvisaron, aprovechando los decorados de un filme interrumpido. Con textos de Edgar Alan Poe y de Ram¨®n G¨®mez de la Serna, entre otros, Fern¨¢n-G¨®mez escribi¨® un gui¨®n divertido y original, y aunque el resultado de la pel¨ªcula no fuera relevante, a partir de ah¨ª Delgado se lanz¨® definitivamente a la direcci¨®n en solitario.
Sin embargo, pocas de sus pel¨ªculas como autor resultaron valiosas. Algunas de ellas se pusieron al servicio de tard¨ªas ni?as prodigio (M¨®nica Stop, 1967, y Chispita y sus gorilas, 1982); otras, al servicio de actores en que en ese momento estaban de moda, como Alfredo Landa (Las obsesiones de Armando, 1974, El alcalde y la pol¨ªtica, 1980); Fernando Esteso (Pepito Piscinas, 1978); Paco Mart¨ªnez Soria (La t¨ªa de Carlos, 1981); Mar¨ªa Jos¨¦ Cantudo (Los hijos de..., 1976); o los humoristas Tip y Coll (La garbanza negra que en paz descanse, 1972) y Antonio Ozores (Cuando Almanzor perdi¨® el tambor, 1984)...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.