M¨²sica para se?oras

El Festival Internacional de M¨²siques de Torroella de Montgr¨ª inaugur¨® su 27? edici¨®n presentando en la iglesia parroquial de Sant Gen¨ªs una ambiciosa producci¨®n propia de una obra musical de gran envergadura y complejidad, el oratorio Juditha Triumphans de Antonio Vivaldi, un vasto oratorio en lat¨ªn en donde il prette rosso toma la historia b¨ªblica de Judith y Holofernes para montar un paneg¨ªrico de la victoria veneciana sobre los turcos en 1716.

Compuesta para que fuera interpretada por las mujeres que resid¨ªan en el Ospedale della Piet¨¤, el centro de acogida para mujeres en donde trabajaba Vivaldi, esta obra que cuenta la historia de una mujer que le corta el cuello a un hombre tras seducirlo necesita un verdadero ej¨¦rcito de mujeres para ser interpretada, pues todas las partes corales y solistas fueron pensadas para voces femeninas.

Sin d¨²os ni concertantes, Juditha Triumphans consiste esencialmente en una ristra de m¨¢s de 20 arias y algunos n¨²meros corales separados por recitativos. Si bien la estructura global de la pieza es r¨ªgida y mon¨®tona, cada una de las arias responde a un sentimiento o afecto que queda perfectamente definido y expresado a trav¨¦s del canto y exquisitamente glosado en la parte orquestal gracias a unas instrumentaciones muy variadas.

El festival encarg¨® Juditha Triumphans a Ottavio Dantone, clavicembalista y director especialista en m¨²sica barroca italiana. Dantone mont¨® su equipo femenino de solistas con la soprano Mar¨ªa Hinojosa (Abra) y las mezzosopranos Gemma Coma-Alabert (Juditha), Lola Casariego (Holofernes), Mireia Pint¨® (Vagaus) y Marta Infante (Ozias); para la parte coral convoc¨® a las mujeres del Cor de Sant Esteve de Vila-Seca, y la parte orquestal se confi¨® a la La Principessa Filosofa, la orquesta barroca del propio festival.

Mal principio, buen final

Como tantas cosas que acaban bien, Juditha Triumphans, empez¨® mal. El primer coro Arma, caedes, vindictae, furores qued¨® tan desajustado, tanto en la parte vocal como en la orquestal, que hac¨ªa temer lo peor, habida cuenta de que quedaban por delante m¨¢s de dos horas y media de latines. Dantone, sin embargo, pronto se hizo con el dominio de la situaci¨®n, Juditha Triumphans empez¨® a sonar como deb¨ªa y al final se alcanz¨® un ¨¦xito m¨¢s que considerable. Quiz¨¢ Dantone podr¨ªa haber incrementado los contrastes de tempo, de din¨¢mica y de car¨¢cter entre las diferentes arias para as¨ª dar mayor variedad expresiva y esquivar la monoton¨ªa que siempre acecha en una obra de tales dimensiones, pero en conjunto su labor fue buena.

La percepci¨®n de la m¨²sica por parte del p¨²blico se vio beneficiada por el estreno de una nueva campana ac¨²stica que pal¨ªa eficazmente el problema de excesiva reverberaci¨®n de la nave de la iglesia de Sant Gen¨ªs. Que un festival de verano haya podido poner en pie con buenos resultados una producci¨®n propia de tal envergadura utilizando los recursos musicales que ofrece el pa¨ªs es una magn¨ªfica noticia y un indicador de buena salud.