No m¨¢s 'dobles parejas'

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, acabaron por fin con la duplicidad de cargos en el consorcio europeo de defensa EADS, una pr¨¢ctica pol¨ªtica nefasta que est¨¢ detr¨¢s de los retrasos en la fabricaci¨®n del superavi¨®n A-380 y la crisis empresarial de Airbus y, por tanto, de la propia empresa. El presidente ejecutivo de EADS ser¨¢ franc¨¦s -Louis Gallois- y la presidencia de Airbus recaer¨¢ en el alem¨¢n Thomas Enders; Rudiger Grube ser¨¢ el nuevo presidente del Consejo de Administraci¨®n de EADS, desplazando al franc¨¦s Arnaud Lagard¨¨re. Este baile de puestos implica, efectivamente, una simplificaci¨®n; se acabaron las presidencias y las responsabilidades ejecutivas duplicadas, aunque se recurrir¨¢ al mecanismo de rotaciones cada cinco a?os para garantizar el supuestamente necesario equilibrio pol¨ªtico entre Francia y Alemania.

Es bueno que la estructura de poder en EADS y Airbus deje de responder a la l¨®gica de las dobles parejas y que, por fin, se gestionen como algo parecido a unas "empresas normales", por emplear la expresi¨®n utilizada por el propio Sarkozy. Ahora bien, conviene no enga?arse sobre las consecuencias y el alcance de la "simplificaci¨®n". No es exactamente cierto que "Francia no ha ganado sobre Alemania ni Alemania ha ganado sobre Francia", como describi¨® ayer beat¨ªficamente el presidente franc¨¦s. El puesto de mayor responsabilidad y peso pol¨ªtico en EADS es la presidencia ejecutiva del grupo que ocupar¨¢ Louis Gallois. En este sentido, cabe entender que sigue arrasando el tornado Sarkozy y que se mantiene intacta su voluntad de ocupar poder, sea en los organismos multilaterales internacionales o en los consorcios europeos que construyen aviones de alta tecnolog¨ªa.

Tampoco hay que suponer que la simplificaci¨®n de cargos acabe con los problemas pol¨ªticos de gesti¨®n en EADS. Es evidente que los reduce y que marca una tendencia que ser¨¢ dif¨ªcil de pervertir en el futuro. Pero EADS sigue sin ser una "empresa normal". Lo ser¨¢ cuando no requiera de equilibrios pol¨ªticos en los mandatos, es decir, cuando tampoco sea necesario recurrir a las rotaciones para salvaguardar los compromisos nacionales. Y cuando nadie pregunte a Angela Merkel o Nicolas Sarkozy por la ampliaci¨®n de capital de la empresa -una decisi¨®n estrictamente financiera que no deber¨ªa depender de arreglos entre Berl¨ªn y Par¨ªs- o por los resultados del plan de ajuste de empleo en la compa?¨ªa.