Suspenses

Todo concurso sin crueldad decepciona, excepto si uno es groupie o familiar del concursante. El lunes esper¨¢bamos una descarga de adrenalina al saber que hab¨ªa no menos de cuatro concursos en la programaci¨®n, uno en su final¨ªsima y tres en su inicio. La sangre no lleg¨® al r¨ªo. El negociador (TVE-1) es tan simp¨¢tico como su presentador Javier Capit¨¢n, que lleva con elegancia los obligatorios faroles sobre los sobres que est¨¢n encima de la mesa; s¨®lo ¨¦l y los espectadores saben el dinero que cada uno contiene. En el programa del mediod¨ªa de ayer, a las madres de las dos chicas se las ve¨ªa inquietas por la suerte de sus hijas, que fue buena: Capit¨¢n es un fullero de gran coraz¨®n. En su estreno de la noche del lunes, el otro concurso de TVE-1, Identity, pese a ser casi igual de corto que El negociador, aburr¨ªa; el presentador Antonio Garrido enfatiza cada una de sus palabras intentando en vano crear suspense, y las esperas en las adivinanzas se hacen eternas. Lo que tiene m¨¢s m¨¦rito de Identity es ver a los 12 personajes cuya identidad real hay que acertar tirarse la hora de plant¨®n en una escalinata. Entre ellos, todo un premio Pr¨ªncipe de Asturias (de deportes), el hijo mayor de Julio Iglesias e Isabel Preysler, Julio Jos¨¦, en su ¨¢lter ego de vendedor de helados, y un se?or maduro que parec¨ªa un poeta de la experiencia vestido a la ibicenca y luego result¨® ser el ermita?o que viv¨ªa en una cueva de Granada.

El desenlace de Factor X (Cuatro) dur¨® m¨¢s de tres horas, amenizadas por la actuaci¨®n de Paulina Rubio y las apariciones de las azafatas, unas tigresas con est¨¦tica Blade Runner. Pero tambi¨¦n fallaba la intriga. Mar¨ªa era la favorita y fue la que gan¨®, mirada con bonachona dulzura por el tutor y miembro del jurado Jorge Flo; en el momento de la apoteosis, bajo la lluvia de purpurina, Flo no pudo contener las l¨¢grimas. En estas cosas queda mejor el estilo borde de un Risto Mejide, el ogro de Operaci¨®n Triunfo, a quien en los blogs y otros foros llaman -con admiraci¨®n, por supuesto- Risto Mejode.