Jim Mitchell, codirector de 'Tras la puerta verde'
Fue un ide¨®logo del cine 'porno chic'
Con la pel¨ªcula Tras la puerta verde se entraba en 1972 en la era dorada del cine porno. Jim Mitchell, uno de los grandes ide¨®logos del g¨¦nero, director junto a su hermano Artie de aquel hito del llamado porno chic, falleci¨® el pasado 12 de julio en su rancho de Petaluma (California). Ten¨ªa 63 a?os. Artie, dos a?os m¨¢s joven que ¨¦l, no le sobrevivi¨®: Jim, hastiado de la adicci¨®n de su hermano a las drogas, le incrust¨® tres balas en el cuerpo en 1991.
La agitada vida de los hermanos Mitchell es parte de la historiograf¨ªa del cine porno estadounidense. A ellos se les atribuye el haber contribuido a la transformaci¨®n del sexo en una industria que a escala mundial hoy genera cerca de 50.000 millones de euros de beneficios, seg¨²n el FBI. Pero cuando Jim comenz¨® a tomar fotos de mujeres desnudas a finales de los sesenta y a revenderlas en la entonces inexistente industria sexual, nadie se pod¨ªa imaginar el potencial que hab¨ªa detr¨¢s de la pornograf¨ªa.
James Lowell Mitchell naci¨® el 30 de noviembre de 1943 en Stockton, California. Su padre, jugador profesional, manten¨ªa a toda la familia gracias a su talento con el p¨®quer. Jim, que aspiraba a convertirse en otro Francis Ford Coppola, se inscribi¨® en la San Francisco State University y, para mantenerse, consigui¨® un trabajo en el cine Follies, donde observ¨® que cada noche hordas de hombres acud¨ªan a masturbarse s¨®lo para ver las escenas de los desnudos. Y vio la luz: comenz¨® traficando con las fotograf¨ªas de chicas en top less, despu¨¦s film¨® cortos pornogr¨¢ficos para abastecer a los peep shows y finalmente, junto a su hermano Artie, adquiri¨® el O'Farrell Theatre con la intenci¨®n de mostrar s¨®lo cine de contenido sexual.
Pero tampoco exist¨ªa mucho material de calidad para exhibir, as¨ª que en 1972, con apenas 60.000 d¨®lares, James y Artie se lanzaron a rodar Tras la puerta verde, en la que adem¨¢s de porno hab¨ªa un hilo narrativo y una cierta intenci¨®n cinematogr¨¢fica con la que incluso llegar¨ªan al Festival de Cannes. Consiguieron buenas cr¨ªticas y un espectacular ¨¦xito de audiencia, lo que les catapult¨® a la fama y les gener¨® beneficios de 25 millones de d¨®lares. Pero su car¨¢cter pornogr¨¢fico, casi inocente comparado con lo que se puede ver hoy, les llev¨® a enfrentarse varias veces en los tribunales por obscenidad. Claro que los Mitchell crearon escuela: ese mismo a?o se estrenaba Garganta profunda, otra de las pel¨ªculas que convirti¨® el porno en un fen¨®meno de masas.
Los Mitchell dirigieron varios cl¨¢sicos de la ¨¦poca y construyeron un imperio en el que lleg¨® a haber hasta 11 salas de cine, pero su odisea interminable de drogas y sexo llev¨® al tr¨¢gico desenlace de 1991 cuando Jim, harto de los excesos de su hermano, entr¨® en su casa de un portazo y le dispar¨® hasta matarlo. Curiosamente, no fue acusado de asesinato, sino de homicidio voluntario y fue condenado a seis a?os de c¨¢rcel de los que s¨®lo cumpli¨® tres. Desde entonces viv¨ªa tranquilo en Petaluma.
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