Asesinados cinco jeques sun¨ªes en un atentado suicida en Irak
Cinco jeques tribales sun¨ªes opuestos a Al Qaeda fueron asesinados ayer cuando un terrorista suicida empotr¨® una furgoneta cargada con media tonelada de explosivos contra una casa del norte de Bagdad donde celebraban una reuni¨®n.
Los l¨ªderes tribales estaban discutiendo la posibilidad de unirse a las fuerzas estadounidenses en la lucha contra Al Qaeda en Irak. Fuentes del Ej¨¦rcito iraqu¨ª indicaron que los mismos jeques hab¨ªan celebrado una reuni¨®n el viernes con jefes tribales chi¨ªes bajo la protecci¨®n de fuerzas estadounidenses.
Los responsables militares estadounidenses est¨¢n tratando de reclutar a l¨ªderes tribales sun¨ªes en su lucha contra Al Qaeda. Estos jeques, sobre todo en Bagdad y en la provincia de Al Anbar, eran uno de los principales apoyos de Sadam Husein y han encabezado la insurgencia. Sin embargo, en los ¨²ltimos meses se han multiplicado los enfrentamientos de estos dirigentes tribales con los yihadistas extranjeros, y EE UU est¨¢ tratando de aprovechar estas diferencias.
Seg¨²n un responsable de los servicios de seguridad iraqu¨ªes, los dirigentes asesinados en este ataque son miembros del Consejo de Apoyo de Taji, un grupo de jefes tribales que se hab¨ªan unido para ayudar a EE UU a expulsar a los yihadistas.
Una de las consecuencias de los cinco meses de operaci¨®n de seguridad de EE UU centrada en Bagdad ha sido que muchos yihadistas extranjeros se han trasladado a las zonas lim¨ªtrofes.
Mientras, en un pa¨ªs donde la violencia ha entrado a formar parte de la vida cotidiana, incluso las buenas noticias se convierten en tragedias. Al menos dos personas murieron y 15 resultaron heridas por los disparos al aire para celebrar la victoria del equipo iraqu¨ª en los cuartos de final de la Copa Asi¨¢tica de f¨²tbol, tras ganar a Vietnam por dos goles a cero.
Muertos en Bagdad
Cientos de personas se lanzaron a las calles, ondeando banderas iraqu¨ªes en uno de los escasos motivos de celebraci¨®n que han tenido los habitantes de este pa¨ªs en los ¨²ltimos tiempos. Sin embargo, en un lugar donde casi todo el mundo tiene armas en casa, los disparos al aire fueron m¨¢s intensos de lo habitual.
Como ocurre a diario, los incidentes de violencia de todo tipo se multiplicaron en el pa¨ªs: un general de la polic¨ªa, Falah Jalaf, fue asesinado al norte de Bagdad, mientras que dos civiles murieron cuando una bomba estall¨® junto a la carrera. El artefacto iba dirigido contra una patrulla de las fuerzas de EE UU.
Los cuerpos de cinco personas, torturadas y asesinadas de un tiro en la nuca, fueron encontrados en Iskandariya, donde una mujer muri¨® y su hijo result¨® herido tras un ataque con morteros.
En Kut, 130 kil¨®metros al sur de Bagdad, un traductor que trabaja para el Ej¨¦rcito estadounidense fue asesinado. En esta misma ciudad, fue asesinado tambi¨¦n un polic¨ªa afgano.
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