"La paz entre Israel y Siria es clave para la regi¨®n, y Asad quiere un acuerdo"
"Puedo hacer de puente entre los pa¨ªses ¨¢rabes e Israel. Mi presencia en el Gobierno israel¨ª puede promover el proceso de paz con los palestinos", afirma Raleb Majadle, ministro de Cultura, Ciencia y Deportes. Es el primer ¨¢rabe musulm¨¢n en un Ejecutivo israel¨ª. Su nombramiento, en enero, fue acogido con recelo por los m¨¢s radicales israel¨ªes y con cr¨ªticas de los diputados que representan los tres partidos ¨¢rabes y el 20% de la poblaci¨®n. Le acusan de servir de "escudo para esconder las discriminaciones que sufren desde hace 59 a?os".
Majadle, laborista de 54 a?os, ha rogado al primer ministro, Ehud Olmert, que le env¨ªe a Damasco para reanudar el di¨¢logo con Siria. Mientras espera el billete, presume de "estar acostumbrado a la responsabilidad". "Soy el mayor de 14 hermanos de una familia muy pobre de una aldea ¨¢rabe. Esto te da car¨¢cter", afirma. El ministro sigue viviendo en Baka al Garbia, en el norte de Israel.
"Mi principio es el mismo que el de Isaac Rabin: la profundidad de la retirada es igual a la profundidad de la paz"
Pregunta. ?Realmente cree que Siria e Israel tienen la capacidad y la voluntad de dialogar?
Respuesta. Olmert lo ha manifestado en varias ocasiones y hace unos d¨ªas, el presidente sirio, Bachar el Asad, pidi¨® la reanudaci¨®n de las negociaciones para recuperar los Altos del Gol¨¢n. Mi Gobierno debe declarar su disposici¨®n a concesiones territoriales importantes y dolorosas como ofreci¨® el ex primer ministro Isaac Rabin. Es clave un acuerdo con Siria para la paz y estabilidad en la regi¨®n. Mi principio es el de Rabin, la profundidad de la retirada es igual a la profundidad de la paz. Asad no miente cuando dice que quiere un acuerdo con Israel.
P. ?Y Olmert?
R. Conf¨ªo en ¨¦l y creo que ha decidido estrat¨¦gicamente ir a por la paz. Ha entendido que no hay otra alternativa. Tras la reciente guerra de L¨ªbano, ha comprendido que la paz es el ¨²nico camino posible.
P. Con Siria de momento no hay encuentros oficiales, pero con los palestinos, en cambio, s¨ª hay di¨¢logo, aunque no muy buenas expectativas.
R. Hemos vivido seis guerras, que s¨®lo han provocado destrucci¨®n y muerte. Hay que impulsar un proceso de paz serio para que los israel¨ªes y palestinos vivan en dos Estados vecinos y en paz. Desde 1992 hasta 1995 vimos una luz en el t¨²nel, recogiendo los frutos de un acuerdo de paz. Este proceso se interrumpi¨® con el asesinato de Rabin.
P. Pero en la calle predomina el odio y la incomprensi¨®n. ?No se habr¨¢ contagiado de los sue?os ut¨®picos del nuevo presidente de Israel, Simon Peres?
R. No estoy delirando, pero el precio de la guerra siempre ser¨¢ mucho m¨¢s alto que el de la paz.
P. ?Qu¨¦ sinti¨® al ser el primer musulm¨¢n que se sienta en el Gobierno israel¨ª tras casi 60 a?os?
R. Una enorme responsabilidad, pero tambi¨¦n una gran alegr¨ªa. Mi nombramiento levant¨® grandes expectativas en mi comunidad y en el Estado. Me siento como un enviado especial de una misi¨®n muy importante y cargada de simbolismo.
P. No todos lo apoyaron. Incluso alg¨²n pol¨ªtico dijo que si usted "se entera de algunos secretos de Estado se los pasar¨ªa a sus hermanos palestinos".
R. Le aseguro que no pasar¨¦ ning¨²n secreto a los palestinos. El ¨²nico secreto que compartir¨¦ con ellos es explicarles por qu¨¦ hay que hacer la paz con Israel.
P. Los ¨¢rabes israel¨ªes no pueden evitar contradicciones, por el conflicto entre su nacionalidad israel¨ª y su pueblo palestino.
R. Es posible, pero yo no siento que la dualidad me pese. Me siento orgulloso de los incre¨ªbles ¨¦xitos de Israel, por ejemplo en la ciencia. Pero al mismo tiempo, siento verg¨¹enza de la discriminaci¨®n y de las colonias.
P. "Majadle se ha convertido en el parapeto de las discriminaciones". Lo ha dicho un diputado ¨¢rabe israel¨ª.
R. La opini¨®n p¨²blica me acogi¨® muy bien. Tuve el rechazo de la extrema derecha y algunos diputados ¨¢rabes. Pero el nombramiento ha dado esperanzas y ha sido un mensaje positivo hacia los palestinos, un pueblo que ha pagado un precio muy alto de destrucci¨®n y miseria.
P. ?C¨®mo va a eliminar la marginaci¨®n de los ¨¢rabes israel¨ªes?
R. Las diferencias obligan al Gobierno a una pol¨ªtica de discriminaci¨®n positiva. La situaci¨®n del ¨¢rabe israel¨ª es muy dif¨ªcil: por ejemplo, casi el 50% vive bajo el umbral de pobreza. Sin justicia e igualdad, Israel no avanzar¨¢ como sociedad democr¨¢tica.
P. ?C¨®mo explica tanta desigualdad?
R. Por un lado, la ceguera de los Gobiernos y, por otro, la falta de organizaci¨®n y preparaci¨®n de los ¨¢rabes israel¨ªes.
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