Los testigos de Jehov¨¢ estrenan en Madrid el car¨¢cter de 'notorio arraigo' de esta confesi¨®n
El reconocimiento del Gobierno espa?ol les llega tras un largo proceso y muchas persecuciones
El 29 de junio de 2006, la Comisi¨®n de Libertad Religiosa en Espa?a pronunci¨® dictamen favorable al reconocimiento de "notorio arraigo" de la confesi¨®n Testigos Cristianos de Jehov¨¢. El 16 de enero de 2007 el Gobierno comunic¨® formalmente a la representaci¨®n de esta iglesia dicho reconocimiento. Este fin de semana miles de testigos se reunieron en el Palacio de Deportes de Madrid para celebrarlo con vistosas ceremonias y un bautismo masivo.
El primer bautismo de cientos de testigos mediante inmersi¨®n total en aguas de una piscina se celebr¨® el s¨¢bado. Fue a las dos de la tarde. Cuatro horas antes se hab¨ªa iniciado la asamblea anual de esta confesi¨®n, que cuenta con unos 100.000 seguidores en Espa?a (6.700.000 en el mundo, con especial presencia en Europa y Am¨¦rica del Sur). Familias enteras, personas de edad avanzada, j¨®venes, inmigrantes y un grupo de cien ciudadanos de origen polaco asist¨ªan desde el viernes a la asamblea, que concluy¨® ayer por la tarde. Tambi¨¦n hubo en el mediod¨ªa del domingo ceremonia de bautismo de 70 nuevos fieles, en presencia esta vez de unos 12.000 correligionarios.
Por el Palacio de Deportes pasaron desde el viernes en torno a 28.000 testigos de Jehov¨¢, pertenecientes a las 229 congregaciones de la Comunidad de Madrid, seg¨²n fuentes de esta iglesia. Durante los pr¨®ximos meses se llevar¨¢n a cabo congresos similares en otras regiones. El de Catalu?a (40.000 fieles) ser¨¢ los dos pr¨®ximos fines de semana en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
Los obst¨¢culos
En Espa?a vienen disfrutando del car¨¢cter de "notorio arraigo" los protestantes, musulmanes y jud¨ªos. Ahora se unen los testigos de Jehov¨¢ y los mormones. El reconocimiento, creaci¨®n de la Ley Org¨¢nica de Libertad Religiosa, a finales de los a?os ochenta, es requisito imprescindible para entablar negociaciones con el Estado sobre temas de cooperaci¨®n o financiaci¨®n p¨²blica, derecho a ense?anza religiosa en las escuelas, etc.
La confesi¨®n cat¨®lica siempre estuvo al margen de esa consideraci¨®n oficial de "notorio arraigo". En realidad, la Iglesia romana, que fue durante la dictadura franquista la religi¨®n del Estado -con el calificativo de "sociedad perfecta" y todo tipo de privilegios tras haber apoyado desde el principio el golpe militar de 1936 que llev¨® al poder al general Francisco Franco-, nunca perdi¨® gran parte de aquellos privilegios. Es m¨¢s, sus jerarcas exigieron durante d¨¦cadas la prohibici¨®n y persecuci¨®n de las otras religiones. S¨®lo cejaron en sus empe?os en 1966, obligados por la solemne proclamaci¨®n por el Concilio Vaticano II de la libertad religiosa y de conciencia como uno de los derechos fundamentales de la persona.
Los testigos de Jehov¨¢ act¨²an en Espa?a desde 1915 y cuentan ahora con algo m¨¢s de 1.300 comunidades o congregaciones distribuidas en todo el pa¨ªs. En Andaluc¨ªa tienen 161 locales de culto; 175 en Castilla y Le¨®n, y 98 en Valencia. Perseguidos con sa?a por Hitler en Alemania, eran una confesi¨®n muy activa cuando el 2 de febrero de 1939 Franco declar¨® ilegales a todas las religiones salvo la cat¨®lica. Algunos de sus dirigentes pasaron a?os en la c¨¢rcel y un joven testigo tinerfe?o, Antonio Gargallo Mej¨ªa, fue incluso fusilado. Pese a todo, continuaron trabajando en la clandestinidad, lo que les permiti¨® resurgir con fuerza tras la muerte del dictador.
La interpretaci¨®n del concepto de "notorio arraigo" corresponde a la Administraci¨®n, tras los informes t¨¦cnicos pertinentes. En el caso de los testigos de Jehov¨¢ ese proceso ha durado a?os y contado con pertinaces obst¨¢culos. Todo ello pese a reiterados reproches de los tribunales de Justicia y el Constitucional contra gobiernos empe?ados en decidir por su cuenta qu¨¦ religi¨®n es buena y verdadera, y cu¨¢l mala y peligrosa. La Iglesia de la Unificaci¨®n (los Monn) y la Iglesia de la Cienciolog¨ªa han pasado por esos avatares hasta ganar en largos pleitos su derecho a existir y funcionar legalmente.
El Gobierno neg¨® a los testigos de Jehov¨¢ los derechos reconocidos ahora con el argumento de que esa confesi¨®n "sostiene tesis, principios y normas de actuaci¨®n contrarias al ordenamiento jur¨ªdico del Estado e, incluso, al orden p¨²blico constitucional". Se alud¨ªa as¨ª a dos creencias espec¨ªficas de los testigos: su negativa a la prestaci¨®n del servicio militar o servicio militar sustitutorio y la no aceptaci¨®n de transfusiones sangu¨ªneas.
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