Calvario libio

La liberaci¨®n de las cinco enfermeras b¨²lgaras y el m¨¦dico palestino condenados a muerte por Libia tras ser acusados de infectar deliberadamente con el virus del sida a centenares de ni?os libios, pone un punto final feliz a una tr¨¢gica representaci¨®n que Muammar el Gaddafi ha manejado con maestr¨ªa de titiritero a lo largo de ocho a?os. Tr¨ªpoli avanz¨® el desenlace la semana pasada, al conmutar la pena de muerte por la de cadena perpetua tras pagar un mill¨®n de d¨®lares a cada una de las familias de los 460 infectados, una indemnizaci¨®n a la que ha contribuido la Uni¨®n Europea, seg¨²n las autoridades libias. En el episodio rocambolesco acabado ayer, ni siquiera ha faltado la heterodoxa irrupci¨®n de Cecilia Sarkozy -anticipo de la visita hoy a Gaddafi del presidente franc¨¦s- , acompa?ando a la comisaria europea Ferrero-Waldner y robando el protagonismo a la paciente negociaci¨®n de la UE con el traslado de los rescatados a Sofia en un reactor del El¨ªseo.

El veterano dictador absoluto ha recorrido en los ¨²ltimos a?os un largo y provechoso camino. Gaddafi comenz¨® su rehabilitaci¨®n internacional ante Occidente cuando abjur¨® hace cuatro a?os de su pasado como patrocinador de variadas causas terroristas, renunci¨® a sus arsenales de armas qu¨ªmicas y pag¨® indemnizaciones millonarias a las v¨ªctimas del atentado, atribuido a sus servicios secretos, que hizo estallar sobre Escocia un avi¨®n de pasajeros en 1988. Al l¨ªder libio le ha ido muy bien desde entonces. Ha recuperado el di¨¢logo con EE UU, que fuera su verdugo declarado, y han vuelto las inversiones masivas al petr¨®leo y el gas del pa¨ªs norteafricano, su recurso principal. Europa cancel¨® sus sanciones contra Tr¨ªpoli en 2004, incluyendo el embargo de armamento, poco despu¨¦s de que Naciones Unidas levantara las propias.

Con el desenlace del calvario de los seis sanitarios que han permanecido ocho a?os en prisiones libias acusados contra toda evidencia cient¨ªfica -en lo que Tr¨ªpoli indecentemente present¨® como un compl¨® extranjero para utilizar a sus ni?os como cobayas-, Gaddafi obtiene nuevos dividendos, esta vez de la UE, el mayor comprador de su petr¨®leo. Ferrero-Waldner ya anunci¨® ayer la discusi¨®n de un generoso plan econ¨®mico y pol¨ªtico para normalizar las relaciones europeas con Libia. Ser¨ªa deseable, adem¨¢s de congruente con los c¨®digos que pregona la UE, que ese pragmatismo negociador no resultara incompatible con la exigencia de apertura del r¨¦gimen libio.