Aprendiz de brujo
He visto varias veces la portada de El Jueves y le he estado dando vueltas al asunto a lo largo de la semana y cada vez entiendo menos que el ministerio fiscal haya procedido de la forma en que lo ha hecho y que el juez ordenara el secuestro de la publicaci¨®n, primero, y la clausura de la p¨¢gina web despu¨¦s.
El asunto es una estupidez, pero el problema que ha planteado es de una trascendencia extraordinaria. Si la conducta de publicar una portada como la de El Jueves es constitutiva de delito, entonces la Monarqu¨ªa parlamentaria no puede ser la forma pol¨ªtica del Estado espa?ol. Si la Monarqu¨ªa parlamentaria no es compatible con el ejercicio de las libertades ideol¨®gica, de expresi¨®n y de creaci¨®n art¨ªstica (la producci¨®n de una mamarrachada est¨¢ tan protegida constitucionalmente como la de una genialidad) en la forma en que han sido ejercidas por los caricaturistas de la revista, la Monarqu¨ªa no es aceptable como forma pol¨ªtica. El hecho de que la Jefatura del Estado sea una magistratura hereditaria en lugar de una magistratura electiva no puede traducirse en una limitaci¨®n de esta intensidad de estas libertades, adem¨¢s de la limitaci¨®n del derecho a transmitir informaci¨®n, ya que, al ordenarse el secuestro de la publicaci¨®n y el cierre de la p¨¢gina web, tambi¨¦n este derecho se ha visto afectado. Ese precio es desorbitado. No se puede pagar.
A esto es a lo que ha conducido la fiscal¨ªa al actuar de la manera en que lo ha hecho. Y da igual que la conducta sea calificada de delito o de falta. Si la Audiencia Nacional acaba condenando a los autores de la caricatura, la sentencia ser¨¢ recurrida ante el Tribunal Supremo y si ¨¦ste confirma la sentencia, ser¨¢ recurrida en amparo ante el Tribunal Constitucional y, si no se otorga el amparo, el asunto acabar¨¢ ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. ?Tiene sentido someter a la Monarqu¨ªa a este recorrido procesal?
En el momento en que se inici¨® la transici¨®n tuvimos que enfrentarnos a un problema muy serio de legitimidad de la instituci¨®n mon¨¢rquica, que hab¨ªa sido restaurada como consecuencia de un golpe militar contra la Rep¨²blica. Ese problema de legitimidad se resolvi¨® con base en el compromiso de que la Monarqu¨ªa no supondr¨ªa el m¨¢s m¨ªnimo obst¨¢culo para la expresi¨®n del principio de legitimidad democr¨¢tica del Estado y para el reconocimiento y ejercicio de los derechos fundamentales. La arquitectura constitucional y el T¨ªtulo I descansan en ese compromiso. Es un compromiso que ha sido respetado escrupulosamente por todos los miembros de la Casa Real y por los gobernantes democr¨¢ticamente elegidos. Por eso la Monarqu¨ªa ha sido aceptada de forma muy mayoritaria en la sociedad espa?ola. La Monarqu¨ªa ha sido percibida por los ciudadanos como una instituci¨®n vinculada a la recuperaci¨®n de la democracia y a la garant¨ªa de los derechos fundamentales. A diferencia de lo que hab¨ªa ocurrido en nuestra historia constitucional anterior, la Monarqu¨ªa hab¨ªa dejado de ser un problema pol¨ªtico y constitucional para la sociedad espa?ola.
?A qu¨¦ viene crear un problema que no exist¨ªa? ?A nadie se le ha ocurrido en la Fiscal¨ªa General del Estado que se jugaba a aprendiz de brujo y se pon¨ªa en marcha un proceso que despu¨¦s no se iba a poder controlar? La acusaci¨®n tiene que ser retirada de manera inmediata. Cuanto m¨¢s tiempo se mantenga con vida este asunto, peor.
No creo que los miembros de la Casa Real necesiten ser defendidos. Ellos saben muy bien qu¨¦ es lo que tienen que hacer y lo vienen demostrando desde antes de que se produjera la recuperaci¨®n de la democracia. No han creado ni un solo problema y han ayudado a resolver muchos. Han sabido estar presentes cuando hab¨ªa que estarlo y pasar desapercibidos cuando ten¨ªan que pasar desapercibidos, esto es, cuando se ten¨ªa que constituir o ejecutar la voluntad del Estado. En ning¨²n momento han interferido en el proceso de toma de decisiones pol¨ªticas o de creaci¨®n de normas. ?Por qu¨¦ no se les deja tranquilos?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.