En busca del mapa perdido
En la actual discusi¨®n sobre el mapa administrativo de Galicia coexisten dos niveles de reflexi¨®n. El primero, m¨¢s prosaico, tiene que ver con intereses personales o de partido. ?Por qu¨¦ eliminar instituciones que proporcionan recursos a personas y siglas, y sirven de cuarteles de invierno cuando se pierde el poder en otras arenas? ?Por qu¨¦ ampliar en exceso los lindes de la cooperaci¨®n intermunicipal si eso conlleva perder una posici¨®n dominante? ?Por qu¨¦ fusionar dos municipios que por separado permiten contar con dos corporaciones municipales y el doble de puestos y salarios, favores y prebendas?
Sobre este nivel no me voy a pronunciar, para pasar a referirme al otro, al que est¨¢ preocupado por el bienestar de los ciudadanos y, por tanto, por construir espacios razonables para la definici¨®n y ejecuci¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas.
En estos momentos existe una clara tensi¨®n entre el mapa administrativo y la realidad sociecon¨®mica. Es l¨®gico. El primero es una componenda entre un modelo con origen en el siglo XIX y el sistema auton¨®mico que arranca en la Transici¨®n y que s¨®lo en las comunidades aut¨®nomas uniprovinciales fue simplificado por absorci¨®n. Por su parte, poco tiene que ver la realidad socioecon¨®mica de la Galicia actual con la de hace un siglo. En particular, hay que referirse a la movilidad de personas y mercanc¨ªas y a las pautas geogr¨¢ficas impuestas por los procesos de desarrollo econ¨®mico.
Distancias que hace cien a?os eran inasumibles, por las deficientes v¨ªas de comunicaci¨®n y la inexistencia de medios de transporte mec¨¢nicos, son hoy irrelevantes, con miles de ciudadanos que hoy transitan a diario sobre varios municipios con bajos costes en t¨¦rminos de tiempo y dinero. Entonces, era una necesidad fragmentar mucho el mapa municipal para que tuviese sentido. Si nos obligasen a hacerlo hoy de nuevo, sin tener en cuenta las fronteras municipales vigentes, a buen seguro optar¨ªamos por reducir su n¨²mero desde los 315 actuales a menos del centenar. Por otro lado, el crecimiento demogr¨¢fico de los polos urbanos se ha hecho a costa de los municipios rurales y, en una segunda fase, ese crecimiento de los polos (Vigo, A Coru?a, Santiago, Ourense...) ha desbordado el municipio central para extenderse como una mancha de aceite a trav¨¦s de sucesivas coronas. ?Qui¨¦n hubiese pensado hace cien a?os que ¨ªbamos a tener una conurbaci¨®n Vigo-Pontevedra-Vilagarc¨ªa, que ser¨¢ incluso m¨¢s evidente cuando se finalice la construcci¨®n de la nueva plataforma ferroviaria?
As¨ª las cosas, creo que necesitamos un Gobierno auton¨®mico valiente y h¨¢bil, que incentive un proceso de reorganizaci¨®n paulatino y pac¨ªfico del mapa administrativo. Sugiero tres l¨ªneas de avance a medio plazo. Incentivar la fusi¨®n de los municipios con menor poblaci¨®n y en clara decadencia demogr¨¢fica. En la pr¨¢ctica, eso se traduce en explicar a los ciudadanos las ventajas de la fusi¨®n voluntaria en t¨¦rminos de calidad de los servicios p¨²blicos locales y condicionar, en mayor o menor grado, la descentralizaci¨®n de nuevas competencias y el propio volumen de transferencias y subvenciones auton¨®micas a alcanzar tama?os m¨ªnimos de poblaci¨®n que sean razonables.
En segundo lugar, aprobar unas directrices de ordenaci¨®n del territorio que partan de c¨®mo la gente vive y ocupa el territorio. Esas directrices deben incluir ¨¢reas metropolitanas funcionales y ¨¢reas urbanas amplias y ambiciosas, que le sirvan a los ciudadanos y nos hagan visibles en Espa?a y Europa. Las pol¨ªticas auton¨®micas deber¨ªan tener esas ¨¢reas metropolitanas (y las comarcas que las complementan) como referencia b¨¢sica.
La cooperaci¨®n horizontal, entre ayuntamientos, y vertical, con la Xunta, fundamentalmente a trav¨¦s de la f¨®rmula de los consorcios deber¨ªa permitirnos resolver los problemas de escala y efectos desbordamiento que reclaman la supramunicipalidad. Tercero, no obsesionarse con la diputaciones. A mi juicio, el propio ¨¦xito de las l¨ªneas de trabajo anteriores aclarar¨¢n el futuro l¨®gico de los organismos provinciales. http://webs.uvigo.es/slagop
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