Nina Viroubova, bailarina
Fue la estrella de la ?pera de Par¨ªs entre 1949 y 1957 y musa de Serge Lifar y Roland Petit
Nina Viroubova, estrella de la ?pera de Par¨ªs entre 1949 y 1957 y musa de Serge Lifar y Roland Petit, falleci¨® el 24 de junio en Par¨ªs. Su muerte no se ha hecho p¨²blica hasta la pasada semana. Fue su amigo personal el director de cine Dominique Delouche, que hizo tres filmes con ella -el ¨²ltimo, el documental Los cuadernos redescubiertos de Nina Viroubova-, quien anunci¨® su muerte en un escueto comunicado a la agencia France Press.
Fue una Giselle memorable y un cisne poderoso por su refinamiento y t¨¦cnica. Su elegancia y l¨ªnea se convirtieron en su tiempo en paradigma del estilo de la gran casa parisiense. Nina Viroubova hab¨ªa nacido en Gurzuf, Crimea, el 4 de junio de 1921; se traslad¨® a Par¨ªs cuando contaba entre tres y cinco a?os de edad, en fecha no precisada, acompa?ada de su madre y su abuela. Ambas formaban parte de los llamados rusos blancos, dentro de aquella cruel di¨¢spora provocada por la represi¨®n de los bolcheviques de la Revoluci¨®n de Octubre "contra las clases burguesas y aristocr¨¢ticas".
Los primeros estudios de ballet los hizo con su madre y, ya en Par¨ªs, ella la puso en manos de otras tres eminentes emigrantes rusas, que instalaron peque?os estudios privados de ballet: Olga Preobrajenska, Vera Trefilova y Lubov Egorova, que le dieron los fundamentos y el refinamiento de la escuela acad¨¦mica petersburguesa, su t¨¦cnica y sus estilos.
Su debut fue en 1937 en una modesta producci¨®n gestionadas por rusos y polacos emigrantes en Caen, donde hizo su primera Swanilda, protag¨®nico del ballet Coppelia. De all¨ª pas¨® a los ef¨ªmeros Ballets Polonais (1939) y el poco estudiado Ballet Russe de Paris (1940).
Entre 1941 y 1944 fue la solista emergente m¨¢s reconocida en los recitales parisienses, entre ellos los hist¨®ricos Vendredis de la Danse, en el magro escenario del teatro Sarah Bernhardt, donde ya se encontr¨® con Roland Petit y estaba el germen de los futuros ballets de Champs-Elys¨¦es (1945).
En 1949 accedi¨® a la ?pera de Par¨ªs ya en calidad de etoile, la m¨¢xima categor¨ªa para una bailarina, invitada por Lifar para sustituir a Ivette Chauvir¨¦; ese a?o, Serge Lifar cre¨® para ella el papel de la cigarrera de Suite en blanc y un a?o despu¨¦s, La Dama de Dramma per musica.
Ya en aquellos tiempos, la cr¨ªtica de danza e historiadora Irene Lidova, tambi¨¦n rusa asentada en Par¨ªs y productora de los conciertos de 1941 a 1944, la calific¨® como "una de las m¨¢s completas artistas de su generaci¨®n". Impresionado por su arte, Roland Petit le cre¨® enseguida Les Forains, que fue el principio de una larga colaboraci¨®n. A continuaci¨®n, Victor Gsovsky remont¨® para ella La Sylphide de Bournonville, no visto en Par¨ªs desde hac¨ªa m¨¢s de 60 a?os, que Viroubova asumi¨® dominando el estadio de la ballerina romantica. Ya en la ?pera de Par¨ªs, su Giselle fue otro triunfo, junto a Serge Lifar. Tambi¨¦n apareci¨® en creaciones contempor¨¢neas como Les noces fantastiques (1955).
Tras dejar la ?pera de Par¨ªs se incorpor¨® al ballet del Marqu¨¦s de Cuevas, con el que estuvo entre 1957 y 1962. All¨ª fue la primera partenaire de Rudolf Nureyev tras su huida de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en La Bella Durmiente, que interpret¨® con los sofisticados decorados y vestuario de Raymundo de Larrain.
Con el Marqu¨¦s de Cuevas bail¨® La son¨¢mbula de Balanchine y otros ballets de Ana Ricarda, a quienes acompa?¨® en otra fugaz aventura: el Ballet de P?ques, junto al norteamericano John Taras.
Su carrera docente se desarroll¨® en Francia entre el Conservatorio de Troyes, en los a?os de 1983 a 1988, y su estudio privado parisiense a la manera de sus primeras y legendarias mentoras, Olga Preobrajenska, Vera Trefilova y Lubov Egorova, que tanto influyeron en su estilo.
La ¨²ltima pel¨ªcula en que particip¨® Nina Viroubova fue Serge Lifar musag¨¨te, en el a?o 2005.
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