Una mujer de altos vuelos
Merc¨¨ Mart¨ª covierte en empresa su afici¨®n y factura 450.000 euros
Merc¨¨ Mart¨ª dirige una compa?¨ªa de trabajos a¨¦reos -"hacemos tareas de vigilancia terrestre y mar¨ªtima para la Administraci¨®n; filmaci¨®n a¨¦rea; incentivos para empresas..."- pero es, ante todo, una pionera: campeona del mundo de vuelo en avioneta, tres records de velocidad, subcampeona en la Carrera de las Am¨¦ricas...
"Mont¨¦ Infinit con una inversi¨®n de siete millones de pesetas y de forma que tuviese una f¨¢cil evoluci¨®n desde la aviaci¨®n deportiva a la comercial"
Merc¨¨ Mart¨ª se considera una pionera: "Es dif¨ªcil no serlo en una actividad como la nuestra en la que hay pocas empresas y menos mujeres"
Emprendedores
Cuando se le pregunta a la poseedora de estos t¨ªtulos si se considera la mejor aviadora del mundo, la respuesta es rotunda: "No. Creo que lo conseguido se debe, en gran medida, a ser perseverante y constante, contar con aviones bien preparados y con un buen equipo. Est¨¢ claro que he destacado deportivamente, pero hay muchas circunstancias, ajenas a m¨ª, que lo han hecho posible".
Sentada tras la mesa de su oficina, en el aer¨®dromo de Sabadell (Barcelona), Merc¨¨ transmite el mismo nervio y plenitud de energ¨ªa que se la supone, cuando, en plena competici¨®n, tiene que permanecer largas horas encerrada en la carlinga del avi¨®n. Responde al tel¨¦fono; atiende un mensaje que le acaba de llegar al m¨®vil; responde a una pregunta de su colaboradora, sentada al otro lado de la oficina...pura agilidad mental y reflejo.
Primero fue deportista -"adem¨¢s de aviadora fui campeona de Catalu?a en 3.000 metros y miembro de la selecci¨®n de atletismo en categor¨ªas junior y promesa", dice- luego empresaria, de su primera vocaci¨®n naci¨® la segunda,la compa?¨ªa Infinit Air.
"Yo estaba compitiendo y necesitaba dar un marco legal a mis actividades", explica. As¨ª es como, en 1997, la compa?¨ªa despega con un coqueto avi¨®n Piper Twin Comanche . "Poner a rodar el proyecto cost¨® unos siete millones de pesetas", se?ala. "Mont¨¦ la empresa de forma que tuviese una f¨¢cil evoluci¨®n desde la aviaci¨®n deportiva a la comercial. El salto de calidad lo di cuando diferentes mecenas y patrocinadores -Shell, Ray Ban, Freixenet...- deciden apostar por m¨ª", explica la empresaria.
De un modesto lugar de trabajo en su casa y un solo avi¨®n la compa?¨ªa ha pasado a tres bimotores, una oficina de 120 metros cuadrados y cinco personas. "En la empresa", dice, "trabajamos una persona en la oficina y cuatro pilotos, dos chicas y dos chicos. Quiero dar oportunidades a mujeres piloto...y no nos va mal. En 2006 facturamos 450.000 euros".
Montada la infraestructura, ya s¨®lo quedaba esperar la llegada de un contrato que consolidara el negocio. "La oportunidad", explica Merc¨¨, "lleg¨® con el relanzamiento del parque de atracciones del Tibidabo. Present¨¦ un proyecto para regalar vuelos a la gente que visitaba el parque. En dos a?os han volado con nosotros mil personas".
Del Tibidabo naci¨® otra propuesta de producto. "Vimos que hab¨ªa gente que sub¨ªa con cierto miedo al avi¨®n y bajaba encantado..., as¨ª que decidimos aprovechar la experiencia". Estos programas para perder el miedo a volar se hacen, durante dos d¨ªas y con la ayuda de un psic¨®logo, para grupos de ocho a doce personas.
Merc¨¨, que se considera una pionera ("es dif¨ªcil no serlo en una actividad como la nuestra en la que hay pocas empresas y menos mujeres"), e Infinit siguen desarrollando proyectos. As¨ª, han empezado a trabajar para la Generalitat de Catalunya en otros temas, c¨®mo fotograf¨ªas para mediciones catastrales y vigilancia de carreteras.
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