El trabajo negro de los inmigrantes
La afluencia tur¨ªstica a las costas valencianas genera miles de empleos de subsistencia
El dinero que mueven los turistas que visitan las costas valencianas en los meses de verano ha permitido a muchos empresarios locales "hacer el agosto" desde hace d¨¦cadas. Ahora, los picos de ocupaci¨®n tur¨ªstica coinciden con la llegada de miles de inmigrantes dispuestos vender cualquier cosa y a atender los servicios b¨¢sicos que requieren los turistas, sobre todo en hosteler¨ªa, sin plantear mayores problemas a los patronos. Los latinos, procedentes de Suram¨¦rica, son mayoritarios, pero el dinero solo exige el trabajo negro de los inmigrantes.
"Cuanto m¨¢s pareces occidental, m¨¢s f¨¢cil es encontrar un trabajo mejor, sobre todo si es de cara al p¨²blico", explica una chica latina.
Por la playa de Xeraco se ven pasar cualquier d¨ªa, entre las tres y las ocho de la tarde, hasta cincuenta muchachos de Senegal cargados de objetos para vender. Aparece uno desde la lejan¨ªa cada pocos minutos. Ofrecen CD y pel¨ªculas piratas, vestiditos de playa y camisetas, bolsos, viseras y cinturones de imitaci¨®n. De los CD venden poco -uno a tres euros, dos a cinco-, lo de las pel¨ªculas de estreno -sobre tres euros, grabadas en las mismas salas de exhibici¨®n y con mal visionado- les va mejor. Sobre todo las que son para ni?os, como Ratatouille, recien estrenada. "Entre CD y DVD vendemos 15 al d¨ªa, es cosa mala", explica uno de ellos, en un castellano limitado. Las copias, cuenta, las hace "un amigo, ¨¦l tiene m¨¢quina para eso". Sin embargo, se sabe que algunos van a locutorios y pasan por fax a sus contactos en Madrid hasta listas de discos y pel¨ªculas de estreno que la gente demanda en las playas.
El joven que habla vive con otros tres treinta?eros de Senegal en un pueblo cercano a Xeraco, y se recorre la larga playa de la ma?ana a la noche. "En verano venimos muchos a costa, de otras partes de Espa?a, hay que intentar comer", apunta.
Los cinturones de Dolce & Gabbana, m¨¢s falsos que Judas, son apreciados, pese a su mala factura, por gente con ganas de epatar en el barrio. "Mi hermano vende cosas de esas en playas", dice otro chico africano, ¨¦ste con contrato en una empresa de limpieza de un pueblo de l'Horta, "es s¨®lo para gente que viene ilegal y hay demasiados haci¨¦ndolo, la gente no compra". Y tienen la competencia del pirateo de Internet -en cuanto a CD y DVD- y de los mercadillos, en cuanto a la ropa.
Ya hay inmigrantes, venidos de Asia, que intentan ofrecer a los ba?istas masajes ex¨®ticos. Al igual que los venidos de Senegal, tienen cara de estar pas¨¢ndolas canutas. A los de rasgos menos distintos, les va mejor. "Cuanto m¨¢s pareces occidental, m¨¢s f¨¢cil es encontrar un trabajo mejor, sobre todo si es de cara al p¨²blico", explica una chica latina, que, como el resto, prefiere que su nombre no aparezca en estas l¨ªneas. "En sitios de moda hay camareras o gog¨®s argentinas, pero no rasgos ind¨ªgenas de Colombia o Ecuador", afirma. "Los de estos pa¨ªses est¨¢n m¨¢s bien de pinches de cocina, o de camareros de batalla", apunta.
?Y por qu¨¦ esta abundancia de inmigrantes? "Necesitan el dinero, no ponen impedimento a trabajar lo que sea, ni hacen ascos al fin de semana", dice esta inmigrante, cuyo marido fue camarero. Otros, ecuatorianos sobre todo, se dedican en verano a ofrecerse a particulares como pintores de brocha gorda, ofertando pintar a 300 euros pisos por los que una empresa legal cobra seis veces m¨¢s.
Pero la hosteler¨ªa es la reina. Est¨¢ copada por inmigrantes latinos, de Europa del Este y por estudiantes -sobre todo italianos- que han acabado la beca Erasmus y quieren prolongar su estancia. Hasta en la zona valenciana de la Copa del Am¨¦rica y la Malva-rosa, muchos camareros son inmigrantes. El trabajo suele ser de dos tipos: o contratados todo el mes, o como colaboradores -por decir algo- de fin de semana.
"La hosteler¨ªa est¨¢ pagando sueldos cercanos a 1.000 euros al mes", explica la due?a de un restaurante cercano a Cullera, "pero muchos no saben tomar notas, y casi tampoco servir". Pese a ello, se les da el trabajo, porque "los espa?oles no lo quieren y ellos ponen menos problemas". Seg¨²n cifras de la consultora Randstad, el 40% de los trabajadores de hosteler¨ªa en Espa?a ya son inmigrantes, y la cifra puede dispararse en verano hasta m¨¢s del 60%. Si uno se da una vuelta por nuestra costa, la percepci¨®n es que este porcentaje se queda corto.
Los latinos son mayor¨ªa salvo en Castell¨®n
Los trabajadores latinos, procedentes de Suram¨¦rica, representan cerca del 41% de inmigrantes que han buscado empleo en la Comunidad Valenciana seg¨²n datos que difundi¨® ayer, a trav¨¦s de una nota, la Consejer¨ªa de Inmigraci¨®n. La mayor¨ªa latina, sin embargo, no se extiende a la provincia de Castell¨®n, donde los trabajadores procedentes de Ruman¨ªa representan cerca del 57% de los inmigrantes en activo.
El sector de la construcci¨®n es la principal fuente de empleo para el colectivo inmigrante y emplea a la cuarta parte de los trabajadores extranjeros. Los trabajadores marroqu¨ªes son los m¨¢s proclives a trabajar el ladrillo. Uno de cada tres inmigrantes marroqu¨ªes trabaja habitualmente en el sector de la construcci¨®n.
La hosteler¨ªa constituye la segunda fuente de empleo para los extranjeros que trabajan en la Comunidad Valenciana y ocupa habitualmente en torno al 16% de los inmigrantes. Las estad¨ªsticas no lo reflejan, pero los porcentajes var¨ªan a lo largo del mes de agosto, cuando se frena la construcci¨®n y crece la demanda en el sector de hosteler¨ªa.
El tercer nicho de empleo para los trabajadores extranjeros es el servicio dom¨¦stico, que ocupa al 14% de los inmigrantes.
Uno de los m¨¢s graves problemas que afrontan los inmigrantes que buscan trabajo en territorio valenciano es el alojamiento. El cauce del Turia bajo el puente de Ademuz se convirti¨® en residencia habitual de decenas de extranjeros en busca de empleo hasta que fueron desalojados por decisi¨®n del Ayuntamiento de Valencia hace tres semanas. Los desplazados se concentraron ayer en la Plaza de la Virgen de Valencia a ¨²ltima hora de la tarde para reclamar un alojamiento digno y denunciar c¨®mo las autoridades municipales de Valencia evitan asumir el caso y se limitan a trasladar la responsabilidad a ONG y otras administraciones.
La Comunidad Valenciana es la tercera regi¨®n de Espa?a con el porcentaje m¨¢s elevado de inmigrantes en activo. El 14% de los extranjeros que residen en territorio valenciano tiene un empleo, un porcentaje que solo superan Madrid y Catalu?a.
La mayor parte de los trabajadores extranjeros son hombres con edades entre 25 y 39 a?os.
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