Un hombre se suicida tras disparar con escopeta a su hija y agredir a su mujer
El agresor se enfad¨® cuando su pareja le dijo que iba a acompa?ar a un hijo al aeropuerto
El alba?il jubilado Gregorio A. F., de 65 a?os, dispar¨® a su hija, Goyi A. D. S., de 43, mientras ¨¦sta trataba de disuadirle para que no atacara a su compa?era sentimental, la colombiana Etelmira D. G., de 50 a?os. El agresor se suicid¨® despu¨¦s con la misma escopeta, tras descerrajarse un tiro en la boca. La tragedia toc¨® de nuevo a Miguelturra, en Ciudad Real, localidad de 15.000 vecinos donde hay 33 ¨®rdenes de alejamiento contra otros tantos hombres y donde, el pasado enero, un hombre mat¨® a su mujer y despu¨¦s se suicid¨® ahorc¨¢ndose.
La tragedia comenz¨® a fraguarse a primera hora de la ma?ana, cuando se inici¨® una discusi¨®n entre el alba?il y su pareja. Seg¨²n fuentes de la Subdelegaci¨®n del Gobierno en Ciudad Real, la mujer ten¨ªa previsto viajar a Madrid con su hijo y una amiga de ella para despedir a otro de sus hijos que regresaba hoy a su pa¨ªs natal, Colombia. Gregorio entendi¨® que la mujer se quer¨ªa marchar y que le iba a abandonar.
La discusi¨®n fue pasando a mayores. En un momento dado, Etelmira llam¨® por tel¨¦fono a Goyi, la hija de Gregorio con la intenci¨®n de que le hiciera entrar en razones. Goyi acudi¨® con su marido a la vivienda de la pareja, en el n¨²mero 5 de la calle de Isaac Peral, en Miguelturra.
Pero la hija lleg¨® en un momento cr¨ªtico. Su padre ya estaba armado escopeta en mano y amenazaba con matar a tiros a su compa?era sentimental. Goyi no lo dud¨® un momento y se puso delante del arma, en el momento en que su padre apretaba el gatillo. El disparo la alcanz¨® de lleno en el est¨®mago. Tambi¨¦n la hiri¨® en un codo, ya que la hija intent¨® protegerse de manera instintiva. Qued¨® tendida en el suelo, mientras Etelmira sal¨ªa huyendo con su hijo y su amiga a toda velocidad de la casa. Presa del p¨¢nico ante lo que acababa de ver, no le dio tiempo ni de ponerse las zapatillas. "Llamad a la polic¨ªa", no paraban de gritar los tres mientras corr¨ªan. Los vecinos salieron de sus casas alarmados por el disparo.
"?Goyo, que te pierdes!"
Etelmira y sus dos acompa?antes salieron a la carretera que une Miguelturra y Ciudad Real y pararon un coche. Gregorio los persegu¨ªa con su arma entre las manos. "?Goyo, hermoso, qu¨¦ haces que te pierdes!", le espet¨® Claudia De la Rubia, una vecina y conocida. Pero Goyo no atendi¨® a razones y dispar¨® hasta tres veces contra el coche, mientras gritaba: "?He matado a mi hija!". Su cara estaba desencajada. En el tiroteo de la calle resultaron heridos de car¨¢cter leve el hijo de la colombiana y la amiga. Les alcanz¨® un disparo de rebote cuando ya estaban dentro del coche que les recogi¨®. El hombre sufr¨ªa una herida en un hombro y la mujer, en la cabeza.
Gregorio volvi¨® a su vivienda. Carg¨® el arma y comenz¨® a disparar a un coche que estaba aparcado junto a su casa. Era el turismo de la amiga de su compa?era sentimental.
Cuando acudieron polic¨ªas municipales y guardias civiles, se toparon con Goyi tirada en el primer piso. Era atendida por su marido. Hab¨ªa sangre por todos los lados. Los agentes registraron la vivienda y encontraron a Gregorio, que estaba apunt¨¢ndose con la escopeta. Este no dejaba de decir que iba a matarse. "?Goyo, tranquil¨ªzate! Vamos a ver a tu hija", le grit¨® el oficial Juan Antonio Mart¨ªnez.
Los polic¨ªas intentaron convencerle de que no se disparara. Los dos conoc¨ªan a Gregorio desde hac¨ªa a?os. Pero el alba?il jubilado hizo caso omiso a todo lo que le dec¨ªan. Cogi¨® su escopeta, se la puso debajo de la boca y se descerraj¨® un disparo que lo mat¨® en el acto. Instantes antes espet¨®: "No voy a ir a la c¨¢rcel".
Una UVI m¨®vil traslad¨® a Goyi al hospital General de Ciudad Real, donde ingres¨® en estado cr¨ªtico. Fue operada de urgencia. Durante la intervenci¨®n, le fue extirpado el bazo y se le reconstruy¨® el codo. Tras la operaci¨®n fue trasladada a la UCI.
Gregorio y Etelmira viv¨ªan juntos desde hace dos a?os y medio. Ni a la polic¨ªa ni a los vecinos le constan malos tratos ni denuncias por amenazas. La primera mujer del alba?il muri¨® hace seis a?os. Gregorio ten¨ªa dos hijas y un hijo, con los que, seg¨²n los vecinos, hab¨ªa tenido "algunos problemas" por su relaci¨®n sentimental.
La Polic¨ªa Municipal y Guardia Civil de Miguelturra hacen seguimiento de un total de 33 ¨®rdenes de alejamiento, seg¨²n el jefe de la Polic¨ªa Municipal, El¨ªas Carri¨®n.
Los vecinos recuerdan que Miguelturra ya sufri¨® un caso de violencia machista el pasado 21 de enero, cuando Rosario Robles, de 37 a?os, muri¨® apu?alada por su ex marido, J. M. M. V., de 45 a?os. Dos horas despu¨¦s, dos ciclistas hallaron su cad¨¢ver. Se hab¨ªa ahorcado de un ¨¢rbol.

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