Aulas prefabricadas para sacar a los ni?os de la calle
No hay novedad al sur de Per¨² despu¨¦s de una semana: prosiguen las r¨¦plicas del terremoto y el censo de difuntos tampoco para. El domingo, en Guadalupe (Altos de Ica capital), un ni?o de 12 a?os muri¨® aplastado por una pared de su casa de adobe a causa de una de tantas secuelas s¨ªsmicas, que superan las 400, aunque ¨¦sta fue severa: alcanz¨® una magnitud de 5,7 en la escala de Richter.
El orden se restablece gracias al Ej¨¦rcito y la polic¨ªa. El agua, la luz y el reparto de v¨ªveres, tambi¨¦n. Pero en el Per¨² castigado por el terremoto, hablar de normalidad es un decir. Resulta enga?oso cuando se recorren de noche las calles de Ica y se las ve iluminadas, como cada vez sucede m¨¢s con las casas que quedaron en pie, pues, en la sierra, el panorama es desolador. Ah¨ª no llegan las ayudas, ni el agua, ni la luz. Hay dos pa¨ªses, el que vemos y el que no vemos.
Per¨² ha entrado en la etapa de la recuperaci¨®n, una tarea de gigantes. Durante 20 d¨ªas se ocupar¨¢ del desescombro y distribuci¨®n de alimentos y agua. Despu¨¦s acometer¨¢ la haza?a de pasar del adobe al ladrillo, como de la Edad Media al siglo XXI.
Ayer se aceleraba la instalaci¨®n de aulas prefabricadas para sacar a los ni?os del trauma de la calle. "Ning¨²n Estado est¨¢ preparado para una calamidad as¨ª. Pongo el ejemplo del Katrina", asegura Luis Gonz¨¢lez Posada, presidente del Congreso.
Si el pa¨ªs recupera su tono es gracias a los j¨®venes, movilizados en Lima para que del caos se pase a la eficacia de la solidaridad tras el fantasma de los primeros saqueos. "Vengan los m¨²sicos, los actores y c¨®micos", dijo el presidente de la Rep¨²blica despu¨¦s de que un payaso voluntario rescat¨® su vestimenta y divirti¨® a los menores. Ica necesita sonre¨ªr despu¨¦s de llorar tanto.
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