La India sin leyendas

La gran mayor¨ªa de gu¨ªas, diarios de viaje y testimonios sobre culturas lejanas son ¨²tiles de manera muy superficial, ya que s¨®lo sirven a esos viajeros melindrosos que se contentan con los alrededores de lo que ven (el recortable de lo que perciben, no su n¨²cleo incandescente) o a esos intelectuales tramposos que s¨®lo quieren aprender lo que ya saben (y entender lo que ya entienden, etc¨¦tera). Aparentemente objetivas y pr¨¢cticas, r¨¢pido envejecen: una gu¨ªa de hace veinte o incluso menos a?os ya no orienta sobre precios de hoteles o restaurantes, que a lo mejor dejaron de existir por el camino, ni sobre horarios de trenes o aviones, pero es que tampoco parece que hablen de lo mismo cuando se refieren a los monumentos, que llevan siendo id¨¦nticos siglos, ni sobre las costumbres, juzgadas desde las transformaciones de la mentalidad propia, desde los prejuicios hist¨®ricos del testigo. En la mayor¨ªa de los casos, esas gu¨ªas, esos diarios y esos testimonios deben leerse como mera literatura, y aplicarle los criterios de ¨¦sta para juzgarlos, m¨¢s que como introducciones cient¨ªficas o mapas sociol¨®gicos, porque confunden en vez de acompa?ar en el viaje y nos hacen pasar sus mentiras por la verdad secreta el territorio visitado.

La India por dentro. Una gu¨ªa cultural para el viajero, de ?lvaro Enterr¨ªa, es lo contrario de todo aquello sobre lo que se advierte en el p¨¢rrafo anterior. El libro no envejecer¨¢ porque lo que se cuenta en ¨¦l es la India real, sin f¨¢bulas ni falsedades bienintencionadas, la que se contar¨ªa a s¨ª mismo un nativo del subcontinente. Enterr¨ªa vive en la India desde hace dos d¨¦cadas, pa¨ªs que ya es m¨¢s suyo que ¨¦ste y al que respeta y admira (lo segundo sin lo primero suele producir malos cuentos y poemas), y eso le convierte en un gu¨ªa privilegiado. Sobre todo cuando nos introduce en los asuntos que m¨¢s malentendidos, preguntas t¨®picas y morbo producen entre los occidentales: las castas, el tantra (tan manoseado por los movimientos new age y algunos gur¨²s que creen m¨¢s en el dinero que el alma), la espiritualidad, la pobreza, ciertos dioses como Siva o Kali, el lugar de la mujer en la sociedad y en la familia o el car¨¢cter sagrado de las vacas. A ¨¦stos y al resto de temas espinosos, el tratamiento es mod¨¦lico: nos ilustra sin re?irnos y sin complicaciones. Y no se limita a ello: la historia, las costumbres, la filosof¨ªa, la religi¨®n, las artes, la econom¨ªa y la pol¨ªtica son resumidas de verdad atendiendo a lo esencial (y sin renunciar a la complejidad de una sociedad con decenas de lenguas y miles de a?os de existencia), desde dentro y ofreciendo una panor¨¢mica que invita a sumergirse en ese pa¨ªs y prepara para entenderlo sin tergiversarlo. ?ste es, probablemente, el ¨²nico libro en nuestra lengua que cumple con esa misi¨®n que muchos otros anuncian sin conseguir: ponernos la India al alcance de la mano. La India, no su leyenda, ese velo que ciega a los que se acercan a ella f¨ªsicamente sin terminar de levantarse an¨ªmicamente del sof¨¢ de su casa. La India para viajeros que quieran viajar en cuerpo y alma a un pa¨ªs vivo y fascinante como pocos.