Una pista vertiginosa

Jeremy Wariner, Tyson Gay y Asafa Powell desconocen lo que es el uretano, nunca han participado en un estudio geol¨®gico y no reflexionan en p¨²blico sobre las tensas relaciones econ¨®micas y comerciales que rigen la convivencia entre velocistas y fondistas. Los tres hombres m¨¢s r¨¢pidos de los Mundiales de Osaka, sin embargo, le deben a esas tres circunstancias la posibilidad de lograr una marca estratosf¨¦rica mientras luchan por una medalla. Los campeonatos japoneses ans¨ªan un sitio en los libros de r¨¦cords. Fotos en los almanaques. Y momentos de leyenda. Por eso se ha construido una pista milagrosa: lo mismo sirve para crear marcas imposibles que para evitar convertirse en un infierno.

Wariner, el rey de los 400 metros, aliment¨® el misterio en mayo, cuando viaj¨® a Jap¨®n y par¨® el reloj en 44,02s. "Nunca hab¨ªa visto una superficie as¨ª", dijo; "tiene un efecto muelle encantador. Espero lograr aqu¨ª el r¨¦cord del mundo". Desde entonces, el tart¨¢n de Osaka tiene fama de rompe-r¨¦cords, sitio en las facultades de ingenier¨ªa y lugar destacado en la cuenta de gastos de los Mundiales: desarrollar su tecnolog¨ªa ha costado un mill¨®n y medio de euros.

"Es una de las pistas m¨¢s r¨¢pidas de Jap¨®n", describe modestamente Oshima Yasumiro, de la federaci¨®n japonesa, en referencia a la especial disposici¨®n del grano de su superficie, perpendicular a la pisada para favorecer a los velocistas. "Est¨¢ formada por cuatro capas milim¨¦tricas especiales de un conglomerado el¨¢stico de uretano, un derivado del poliuretano, que se colocan sobre tres capas de hormig¨®n de densidad diferente", a?ade.

"Ahora, las pistas de competici¨®n son de un material muy r¨¢pido", dec¨ªa antes de los Mundiales un t¨¦cnico espa?ol; "lo hacen a prop¨®sito, pero ese material suele ser muy malo para los entrenamientos: te destroza los tendones por su rigidez. Puedes ir ah¨ª a correr el d¨ªa de la prueba y ya est¨¢". Al viejo entrenador le preocupaban las lesiones. A los fondistas, ser nuevamente los olvidados, los sacrificados por un mundo sediento de h¨¦roes y de cortos momentos televisivos. No hay peligro, seg¨²n OKU, la empresa fabricante. La pista, dicen desde la compa?¨ªa, combina una superficie r¨ªgida con otra "de gran elasticidad" para favorecer las marcas de los velocistas sin perjudicar el cuerpo de los fondistas.

"Es una pasada", confirm¨® ayer Sergio Gallardo; "es incre¨ªble. Se rebota muy f¨¢cil y no es tan dura como se puede esperar de una pista r¨¢pida". "Parece un chicle con gotelet", dicen los espa?oles en referencia a las microesferas de cer¨¢mica incrustadas en la superficie para facilitar la absorci¨®n del calor y evitar que su temperatura llegue hasta l¨ªmites insoportables.

Cada Mundial construye su sitio en la historia a golpe de r¨¦cords. En Jap¨®n lo saben bien: los Mundiales de Tokio 1991, con un tart¨¢n extremadamente duro, dejaron marcas incre¨ªbles, una final de los 100 metros con seis atletas por debajo de los 10 segundos y un duelo memorable entre Carl Lewis y Mike Powell por el oro en longitud. Fue toda una revoluci¨®n. Y oblig¨® a fijar unas normas est¨¢ndar para todas las pistas, estudio geol¨®gico previo incluido. Ahora Osaka tiene una pista "resistente a las condiciones clim¨¢ticas y de desgaste, de gran elasticidad". Y que quiere ser la m¨¢s r¨¢pida del mundo. Casi 20 a?os despu¨¦s, Jap¨®n ha vuelto a adelantarse al tiempo.