Maticemos

El director de Ficci¨®n de TVE, David Mart¨ªnez, le acaba de precisar a nuestra Techu Baraga?o que Amar en tiempos revueltos, que el mi¨¦rcoles estren¨® temporada, no es una telenovela y mucho menos un culebr¨®n, sino un serial. Bien, de acuerdo. Me encanta que empecemos a matizar en asunto de ficciones espa?olas porque sospecho que nos estamos haciendo un l¨ªo monumental sumando peras con manzanas cat¨®dicas y comparando productos incomparables. Por ejemplo, la pol¨¦mica principal en los blogs tel¨¦filos y la cr¨ªtica de papel es la que discute si son mejores las series norteamericanas que las espa?olas y por qu¨¦ tanto antipatriotismo con nuestras ficciones. Dado que el ¨²nico m¨¦todo que funciona en esto es el comparatista, el error may¨²sculo y que tanto nos perjudica est¨¢ en confrontar directamente el costumbrismo norteamericano de las series del canon dorado con las series costumbristas espa?olas que arrasan en el aud¨ªmetro casero. Comparar Los Serrano con Los Soprano, Los hombres de Paco con cualquier comisar¨ªa de Nueva York, MIR con Anatom¨ªa de Grey, el pr¨®ximo forense Coronado (RIS) con el viejo Grissom de CSI, los patios de vecindad de nuestras viviendas hipotecadas con las urbanizaciones ajardinadas de Wisteria Lane. Deber¨ªamos matizar como recomienda el jefe de Ficci¨®n de TVE. Nuestro costumbrismo no tiene nada que envidiar al norteamericano, vaya eso por delante, pero deber¨ªamos dejar de llamar "series" con la boca ampulosa a nuestras c¨¦lebres sitcom de un solo decorado aunque duren casi dos horas y se programen en prime time, a esos folletines o culebrones de comisar¨ªa y hospital, a los numerosos spin-off que no derivan de otros personajes caseros sino que plagian con desfachatez un costumbrismo televisivo ajeno o, en fin, a miniseries tipo El internado. Mientras sigamos generalizando, sin ton ni son, mientras no respetemos las distintas categor¨ªas universales establecidas por los Emmy, nunca habr¨¢ manera de saber qu¨¦ rayos estamos comparando y, ay, nuestro costumbrismo cat¨®dico siempre saldr¨¢ perjudicado frente al costumbrismo norteamericano.