Bajo la piel
Con muy pocos meses de diferencia se han presentado en nuestro pa¨ªs dos amplias muestras antol¨®gicas que permiten conocer y revisar la obra de dos de los m¨¢s importantes fot¨®grafos japoneses de la segunda mitad del siglo XX. Si el Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo expuso en marzo de este a?o a Daido Moriyama, ahora le toca el turno a Shomei Tomatsu (Jap¨®n, 1930). Se trata de una interesante coincidencia, ya que ¨¦ste puede ser considerado como maestro y predecesor de Moriyama; dos fot¨®grafos que, junto a Eiko Hosoe, protagonizaron en buena medida la enorme transformaci¨®n que sufri¨® la fotograf¨ªa en Jap¨®n entre los a?os cincuenta y setenta. Pero adem¨¢s, en Tomatsu, la pr¨¢ctica totalidad de su obra tiene como trasfondo una profunda reflexi¨®n sobre la identidad de su pa¨ªs, marcado por una traum¨¢tica posguerra y un acelerado proceso de modernizaci¨®n que colisionaba con los valores tradicionales.
SHOMEI TOMATSU
Aula de Cultura BBK
Elcano, 20. Bilbao
Hasta el 3 de octubre
Tomatsu protagoniza en Jap¨®n una ruptura como la que supuso en EE UU el trabajo de Robert Frank
En este sentido, no cabe duda de que el t¨ªtulo de esta retrospectiva, La piel de la naci¨®n, refleja a la perfecci¨®n no s¨®lo la que ha sido su preocupaci¨®n fundamental, sino tambi¨¦n el tema de la mayor parte de sus series fotogr¨¢ficas. Shomei Tomatsu es un claro exponente del conflicto fundamental que marc¨® a una generaci¨®n como la suya, que vivi¨® la guerra y eran adolescentes en el momento de las explosiones nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki: rechazan ese pasado que entra en crisis con la derrota, pero al mismo tiempo se sienten inc¨®modos con los cambios que observan. Todo su trabajo puede ser entendido como una continua aproximaci¨®n a ese conflicto b¨¢sico, una interpretaci¨®n que puede seguirse con claridad a trav¨¦s de los trabajos reunidos en esta exposici¨®n y que pertenecen a sus series m¨¢s conocidas y destacadas: la que realiz¨® en Nagasaki sobre los supervivientes y los restos de la explosi¨®n nuclear, titulado precisamente 11:02, hora exacta de la ca¨ªda de la bomba; el largo proyecto dedicado a la presencia norteamericana en suelo japon¨¦s, la vida en las bases militares y la r¨¢pida americanizaci¨®n de la sociedad, gr¨¢ficamente titulado Chicle y chocolate; la serie Protesta, sobre las manifestaciones y conflictos de finales de los sesenta; las im¨¢genes realizadas en las calles de Tokio, especialmente en el barrio marginal de Shinjuku; o ya en los setenta, El l¨¢piz del sol, una serie que viene a suponer en cierto modo un reencuentro con las tradiciones y la esencia del pa¨ªs.
Como en otros miembros de su
generaci¨®n, una buena parte de su obra aparece claramente ligada a las necesidades de la prensa ilustrada, una labor de reportaje en la que manifiesta muy pronto una actitud rompedora y decididamente experimental. Podr¨ªa decirse que Tomatsu protagoniza en Jap¨®n una ruptura similar a la que supuso en Estados Unidos el trabajo de Robert Frank. De hecho no es dif¨ªcil encontrar muchos paralelismos entre ambos en su manera de enfocar la realidad de un pa¨ªs, algo especialmente visible en las im¨¢genes pertenecientes a la serie Chicle y chocolate.
El estilo documental de Tomatsu est¨¢ construido desde la subjetividad, afirmando su propia experiencia f¨ªsica y emocional como v¨ªa de acceso a lo real, con fuertes contrastes y ¨¢ngulos forzados que acent¨²an la sensaci¨®n de caos y el impacto psicol¨®gico de la toma, y una composici¨®n que tiende a la abstracci¨®n y a la incorporaci¨®n de elementos surrealistas. Sin duda por ello, sus mejores trabajos son precisamente aquellos que se acercan al retrato de una sociedad convulsa e inestable en el proceso de cambio, o cuando reflejan la confusi¨®n o el horror. Algo perfectamente visible en las im¨¢genes de objetos deformados y pieles llenas de quemaduras y cicatrices a trav¨¦s de las cuales nos transmite los efectos de la explosi¨®n nuclear sobre Nagasaki, una realidad tan abismal que su narraci¨®n s¨®lo puede ser el¨ªptica para ser eficaz.
Un estilo que alcanza momentos de innegable efectividad tambi¨¦n al abordar la occidentalizaci¨®n del pa¨ªs bajo la influencia americana, una realidad parad¨®jica, en ocasiones humor¨ªstica, y la mayor parte de las veces turbadora. Fotograf¨ªas como la de la prostituta exhalando el humo de un cigarrillo por la nariz, el zapato de tac¨®n y la colilla abandonados sobre el asfalto, o la bota semienterrada en el fango tras una inundaci¨®n, son otros ejemplos perfectos del estilo de Tomatsu, tan tangible y revelador como el¨ªptico, y tan po¨¦tico como desestabilizador.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.