"No existe nada que se llame jazz"
Segunda puerta a la derecha. Anna Mar¨ªa Wooldridge (Chicago, 1930), m¨¢s conocida como Aminata Mokeba, m¨¢s conocida como Abbey Lincoln, aguarda al entrevistador en su coqueto apartamento en el Upper Manhattan, junto al r¨ªo Hudson y a un paso del bulevar Duke Ellington, donde nunca vivi¨® Ellington. La cantante, compositora y actriz ocupa butaca preferencial en un escenario teatralmente dispuesto presidido por un piano de media cola. Hace pocos d¨ªas que la "mejor cantante viva del jazz" volvi¨® a casa tras una delicada intervenci¨®n quir¨²rgica. Su aspecto actual es de una fragilidad extrema. Puede que la leona haya perdido sus garras, sin embargo, mantiene el fulgor de su mirada intensa y penetrante.
PREGUNTA. Acaba de lanzar un nuevo disco, Abbey sings Abbey, que no se parece a ninguno de los suyos.
RESPUESTA. Este disco fue toda una sorpresa. Un d¨ªa recib¨ª una llamada por tel¨¦fono de Jean-Phillippe Allard (productor): "?Qu¨¦ te parecer¨ªa grabar un disco de country & western?". Como soy una inconsciente, dije que s¨ª, por supuesto. Fui al estudio sin saber lo que me iba a encontrar y ah¨ª estaba la secci¨®n r¨ªtmica de Bob Dylan al completo. Unos tipos verdaderamente genuinos, gracias a ellos este ¨¢lbum es lo que es... con una peque?a ayuda por mi parte. Este disco tiene un feeling distinto de los m¨ªos anteriores, aunque yo ya hab¨ªa grabado Mr. Tambourine Man, de Dylan, hace unos cinco a?os. Pero este disco es mucho mejor. Todos los temas son country, la ¨²nica excepci¨®n es Blue Monk, con m¨²sica de Thelonious Monk y letra m¨ªa.
P. Prosigue, pues, su romance musical con Monk...
R. ?Por supuesto! Mi amor por la m¨²sica de Monk morir¨¢ conmigo. Monk es uno de los grandes. Para m¨ª, fue como un hermano. Recuerdo la impresi¨®n que me produjo verle aparecer en el estudio el d¨ªa en que ¨ªbamos a grabar Blue Monk con Max Roach (en Straight ahead, 1961). Quer¨ªa ver qu¨¦ hac¨ªamos con su m¨²sica. Cuando terminamos, vino hacia m¨ª y me susurr¨® al o¨ªdo: "No seas tan perfecta".
P. Sin embargo, usted es m¨¢s una "cantautora" que una int¨¦rprete de est¨¢ndares en el sentido cl¨¢sico.
R. Es cierto que no soy una cantante de est¨¢ndares y tampoco una cantante de blues. Canto lo que escribo, mis letras hablan de c¨®mo soy, de mi vida, de d¨®nde vivo... no necesito hurgar en la vida de nadie que no sea yo misma para inspirarme.
P. Usted otorga una gran importancia a la letra.
R. Las letras lo son todo. Billie Holiday cantaba God bless the child thats got his own y Strange Fruit y qu¨¦ puedes decir despu¨¦s de eso. Las palabras lo expresan todo y yo escribo mis propias palabras porque me apetece hacerlo. Lo necesito. Hablar de cuanto me aflige me permite soltar lastre. Bob Russell me anim¨® a componer; luego aprend¨ª a escribir canciones de verdad gracias a Billie Holiday. A ella y a Thelonious Monk.
P. Alg¨²n papel tuvo que jugar su ex marido, el baterista Max Roach.
R. Max es un m¨²sico y un compositor extraordinario; pero, para m¨ª, fue antes que nada el mejor profesor que he podido tener. El hombre que puso un poco de orden en mi vida. Yo era un torbellino, arramplaba con cuanto encontraba a mi paso, lo romp¨ªa todo, y luego ven¨ªa Max y pon¨ªa las cosas en su sitio. Hasta que vi que ten¨ªa raz¨®n y dej¨¦ de hacerlo. Ah¨ª empez¨® mi verdadera carrera.
P. No se ofenda, pero me da la impresi¨®n de que usted abusaba de los privilegios de la belleza.
R. No me ofende. Toda mi vida he sido una mujer hermosa y eso es el mejor negocio que se puede hacer en este mundo. Te dejan hacer lo que quieras y consigues lo que ning¨²n otro puede conseguir. Dios me bendijo con sus dones y mi madre me ense?¨® c¨®mo utilizarlos.
P. Una belleza que la llev¨® al cine en el a?o 1956, con The girl can't help it, junto a Jane Mansfield. Me pregunto si su experiencia como actriz la ha ayudado sobre las tablas.
R. Yo no act¨²o nunca y mucho menos sobre un escenario. S¨®lo canto. Pero s¨ª es cierto que tambi¨¦n soy una actriz, y eso que nunca so?¨¦ con ser una "estrella". Mi carrera en el cine coincidi¨® con un momento de ebullici¨®n en Estados Unidos, lo que me permiti¨® tener como compa?eros de rodaje a las grandes estrellas del momento, como Sydney Poitier o Ivan Dixon. Poitier me vio en Nothing but a man y me pidi¨® que fuera su pareja en For love of Ivy. Pronto comprob¨¦ que es duro estar casada y rodar escenas de amor. Lleg¨® un momento en que mi marido, Max Roach, no pudo m¨¢s y me pidi¨® que lo dejara. Y lo dej¨¦.
P. Se les ha comparado a usted y a Poitier con Doris Day y Rock Hudson.
R. Le puedo asegurar que no ten¨ªamos nada que ver, en absoluto. Aparte de que, m¨ªreme bien: ?me imagina como Doris Day?
P. Tampoco me la imagino a ella cantando jazz...
R. Yo tampoco (risas). Bromas aparte, le dir¨¦ algo: no existe nada que se llame "jazz". Lo que llaman "jazz" es una forma de canci¨®n que trata sobre la existencia en su m¨¢s alta expresi¨®n; es la mayor aportaci¨®n de Estados Unidos al mundo. Mahalia Jackson, Ray Charles, Louis Armstrong, Coleman Hawkins, todos los que dieron su vida por este pa¨ªs... nosotros somos los que vinimos desde ?frica y dimos vida a una nueva m¨²sica en la ciudad de Nueva Orleans. Me siento afortunada de formar parte de todo ello aunque a veces tengo la sensaci¨®n de que todav¨ªa no he hecho nada...
P. ?Y qu¨¦ me dice de la proliferaci¨®n de nuevos cantantes en esa m¨²sica que algunos llamamos jazz?
R. Por lo que a m¨ª respecta, el panorama no resulta demasiado excitante. Es dif¨ªcil ser consecuente con la m¨²sica y pretender hacerse rico cantando. Billie Holiday cantaba sobre su vida en primera persona, Don' explain, My man don't love me
... yo sigo sus pasos: es mi vida y canto acerca del mundo en el que vivo. Hoy en d¨ªa, la mayor¨ªa s¨®lo piensa en el dinero y eso es un mal negocio. A m¨ª no me preocupa el jodido dinero, estoy aqu¨ª para vivir MI vida.
P. ?Estamos hablando de las mismas Diana Krall y c¨ªa?
R. Por lo que recuerdo, Diana es una buena cantante... pero, si me pregunta por verdaderas cantantes de jazz, yo le respondo: Shirley Horne. Y est¨¢ muerta.
Abbey sings Abbey. Universal.
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