El Berl¨ªn de los grandes saurios
El braquiosaurio gigante vuelve orgulloso al Museo de Ciencias Naturales
Hallado hace un siglo, el 'Brachiosaurus brancai', con sus 13 metros de alto y 15 de largo, ¨²nico completo en el mundo, regresa restaurado ante el entusiasmo de los visitantes.
Tan sensacional que, aun muerto, sigue creciendo. Sus huesos fueron estudiados, clasificados, encajados hasta completar su esqueleto. Y una vez terminado, colocado en 1937 en la gran sala acristalada del Museo de Ciencias Naturales de Berl¨ªn en pleno boom del nacionalsocialismo, en aquel tiempo pol¨ªticamente convulso, de colonizaci¨®n, de pasi¨®n casi obsesiva por las expediciones cient¨ªficas, las excavaciones arqueol¨®gicas, el coleccionismo
... All¨ª instalado, el Brachiosaurus brancai resultaba impresionante: un ejemplar ¨²nico, el mayor esqueleto montado completo (de sus parientes existen piezas sueltas en otras colecciones) y el m¨¢s esbelto de todos los que han ido a dar con su cuerpo en un museo. Con su enorme cabeza, su boca amenazante y los grandes huecos donde debieron ir los ojos hace 150 millones de a?os, ¨¦l miraba todo desde lo alto, con la distancia que da, quiz¨¢, el haber vivido hace tanto.
De all¨ª no se movi¨® hasta hace dos a?os, cuando fue desmontado pieza a pieza para su limpieza y recreaci¨®n. Y al regresar el pasado julio de nuevo a su sala, el Brachiosaurus -de 13,27 metros de alto y 15,5 de largo- hab¨ªa crecido repentinamente ?un metro en altura! Los investigadores (en este centro, un equipo multidisciplinar en el que suelen participar cient¨ªficos de las tres universidades de la capital alemana) lo han vuelto a ensamblar, cual lego gigantesco, bajo las indicaciones precisas de "los nuevos conocimientos", seg¨²n se?alan en el centro, "que han permitido reconstruirlo con mayor precisi¨®n tal y como fue anta?o".
Aquellos expertos de los a?os treinta del siglo pasado lo creyeron m¨¢s chico de lo que en realidad era cuando mov¨ªa sus casi 50 toneladas de peso por las tierras africanas de lo que hoy es Tanzania. Las simulaciones de c¨®mo lucir¨ªa palmito con piel lustrosa, en libertad entre los suyos y en su entorno natural entusiasman a los visitantes. En los tres primeros d¨ªas de apertura se acercaron 40.000 a contemplar todos los apartados de la muestra Evoluci¨®n en acci¨®n. En ella se incluye la contemplaci¨®n de cuerpo, vida y entorno de nuestro dinosaurio y otros muchos de su especie, adem¨¢s de todo lo que sugiere el t¨ªtulo de la exhibici¨®n. Y otro aliciente: la visita permite tambi¨¦n contemplar las cuatro salas del centro, que han sido, al fin, restauradas.
Decoraci¨®n decimon¨®nica
El ambiente y decoraci¨®n decimon¨®nicos, el olor, la textura cansina de la piel de los numerosos animales disecados a lo largo y ancho de los expositores, el halo nebuloso de las vitrinas, el polvo de los insectos y los minerales... eran signos inconfundibles de este museo situado en el n¨²mero 43 de la Invalidenstrasse, calle que el destino quiso dejar, por pocos metros, en el lado del Berl¨ªn comunista cuando la construcci¨®n del muro en 1961 dividi¨® en dos la ciudad.
Amantes entregados de toda mascota animal que se precie, la reaparici¨®n estelar del Brachiosaurus ha ocupado este verano p¨¢ginas y p¨¢ginas de la prensa y ha excitado tanto la afici¨®n berlinesa por lo jur¨¢sico como hizo el reci¨¦n nacido oso Knut por fomentar el amor por todo lo blanco y polar durante la pasada primavera. Y ah¨ª quedan recogidos para la posteridad los comentarios de admiraci¨®n por escrito de los visitantes del museo y las conversaciones especializadas de los m¨¢s peque?os ante la visi¨®n del gigante. Como ¨¦sta entre dos menores de 10 a?os:
-?Y cu¨¢ntos a?os m¨¢s vivir¨¢ [el Brachiosaurus] aqu¨ª?
-No mucho, porque dentro de un siglo ya no quedar¨¢ nadie; moriremos todos por el cambio clim¨¢tico...
-?Ah, s¨ª! Los dinosaurios ya desaparecieron porque vinieron de repente los glaciares y todo se hizo de hielo...
-?No, qu¨¦ va! Fue por el meteorito que cay¨® en Berl¨ªn, ese que dej¨® el agujero tan grande donde vamos a jugar, en el Gorlitzer Park...
-?Ah, claro!
Sobre meteoritos, minerales, plantas, f¨®siles, dinosaurios y otros seres vivos fundamentales para la historia del planeta y del ser humano mismo tiene mucho que ofrecer esta galer¨ªa (y lo hace de forma interactiva e interdisciplinar), que es uno de los cinco grandes museos del mundo en su especialidad. Nada menos que 30 millones de objetos de diferentes periodos de la historia conforman sus colecciones desde que se unificaran en 1810 tres museos universitarios de la ciudad: el de geolog¨ªa y paleontolog¨ªa, el de minerales y el de zoolog¨ªa. El 2 de diciembre de 1889 se abri¨® el edificio actual como sede definitiva de todo lo relacionado con las ciencias naturales y encargada de la investigaci¨®n y colecci¨®n de los hallazgos en las excavaciones y expediciones que se llevaban a cabo en las colonias alemanas de entonces.
El m¨¢s llamativo de todos ellos fue, sin duda, el Brachiosaurus, que no ser¨ªa nadie hoy si no hubiera existido un hombre llamado Bernhard Sattler. Este ingeniero de minas se dedicaba a lo suyo en 1906 en la zona de Tendaguru, en Tanzania (ex colonia), y, sin buscarlo, se top¨® con uno de sus huesos. Era enorme. Acababa de descubrir, sin saberlo,
el yacimiento de dinosaurios m¨¢s suculento del mundo. En ¨¦l se hallaban enterrados muchos otros espec¨ªmenes del jur¨¢sico, un ecosistema completo que hoy se exhibe en Berl¨ªn.
250 toneladas
Tres a?os despu¨¦s, un equipo de investigadores del museo, a las ¨®rdenes de su director, Werner Janensch, se traslad¨® al lugar y lo convirti¨® en campamento paleontol¨®gico de pel¨ªcula: un verdadero pueblo, 200 porteadores, 500 trabajadores y sus familias, cient¨ªficos de distintas materias afanados todos en encontrar y extraer amorosamente los vestigios de un mundo desconocido, limpiarlos, clasificarlos, envolverlos en yeso, barro o arena; protegerlos con ca?as... y enviarlos con destino a casa. Entre 1909 y 1913 trajeron a Europa nada menos que 250 toneladas de restos, un verdadero tesoro cuyo estudio permiti¨® ampliar los conocimientos sobre aquel periodo. Janensch y su equipo describieron hasta una docena de grandes saurios desconocidos y montaron cinco de sus esqueletos en las dependencias del Museo de Ciencias Naturales ya en 1924, antes incluso que el de nuestro Brachiosaurus protagonista.
Hoy, todo aquel material a¨²n no ha sido investigado en su totalidad; muchas de las cajas de bamb¨² en las que se trasladaron los hallazgos por tierra hasta la costa africana, en peque?as embarcaciones hasta Dar el Salam, en grandes hasta el puerto de Hamburgo y finalmente, por tren, a Berl¨ªn, se guardan a¨²n en los s¨®tanos de este museo que ha vivido en s¨ª mismo todas las peripecias de los ¨²ltimos dos siglos de la pol¨ªtica alemana.
Desde la persecuci¨®n nazi (en 1944, uno de sus zo¨®logos m¨¢s eminentes, Walter Arnd, fue juzgado y ejecutado por los nazis) hasta los bombardeos. El ala oriental fue destruida por las bombas aliadas al final de la II Guerra Mundial (y hasta 2006 no se ha iniciado su reconstrucci¨®n), y con ella, gran parte de la colecci¨®n tra¨ªda de Tanzania. A pesar de los da?os, este museo fue el primero en reabrir sus puertas en 1945, tras el fin de la guerra. Como si acostumbrados a mirar las cosas, igual que el Brachiosaurus, con distancia de millones de a?os, los investigadores se hubieran puesto de acuerdo sobre lo insignificante de ese terrible pero breve tiempo reci¨¦n vivido.
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir- Easyjet (www.easyjet.com; 807 26 00 26). Ida y vuelta a Berl¨ªn desde Madrid, a partir de 83,93 euros. Tambi¨¦n vuela desde Barcelona, Palma de Mallorca y M¨¢laga. - Iberia (902 400 500; www.iberia.com). Ida y vuelta a Berl¨ªn desde Madrid, a partir de 165 euros, tasas y gastos incluidos. - Air Berl¨ªn (www.airberlin.es; 902 32 07 37) vuela a Berl¨ªn desde varias ciudades espa?olas; por ejemplo, desde Barcelona, ida y vuelta, a partir de 171 euros, precio final.Informaci¨®n- Turismo de Berl¨ªn (00 49 30 25 00 25; www.berlin-tourist-information.de).- www.berlin.de.- Museo de Ciencias Naturales de Berl¨ªn(0049 30 209 38 591; www.museum.hu-berlin.de). Invalidenstrasse, 43. De martes a viernes, de 9.30 a 17.00. S¨¢bados y domingos, de 10.00 a 18.00. Entrada: 5 euros; ni?os, 3; un adulto y dos ni?os, 6; dos adultos y tres ni?os, 10 euros.
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