Profesores de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa

Debe felicitarse este diario por el magn¨ªfico reportaje comparativo de los libros de texto de la asignatura de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa (EL PA?S, 2-09-07). Reportaje ¨²til, ya que un an¨¢lisis de estos manuales constituye un requisito necesario para poder emitir una opini¨®n al respecto sobre esta nueva disciplina. Sin embargo, es de temer que muchos de los que se han pronunciado ya referente a este tema lo han hecho sin haber visto -mucho menos le¨ªdo- ninguno de estos libros, ni tampoco la programaci¨®n de contenidos de esta ¨¢rea.

Es de destacar tambi¨¦n el hecho de que entre la gran cantidad de grupos sociales que se han manifestado p¨²blicamente, federaciones y asociaciones de padres, representantes pol¨ªticos, contertulios, columnistas, fil¨®sofos, no lo hayan hecho aquellos que son los encargados de impartir la asignatura: los profesores. Supongo que porque crear unos ciudadanos con valores democr¨¢ticos es un objetivo que rige nuestra actividad durante todo el horario escolar, s¨®lo que ahora tendremos un espacio acotado y espec¨ªfico a?adido para hacerlo. Y lo haremos eligiendo el texto que mejor se adapte a la idiosincrasia de nuestro alumnado -o no utilizando ninguno- y tratando de guiar su conducta de acuerdo con la legalidad y el respeto a s¨ª mismos y a los dem¨¢s.

Les diremos que investiguen, pregunten, opinen y confronten puntos de vista. Haremos nuestro trabajo de manera responsable, al margen de tanta verborrea pol¨ªticamente interesada. Y lo peor es que esta profusi¨®n de informaci¨®n nos hace desviar la atenci¨®n de los verdaderos problemas de la educaci¨®n como, por ejemplo, la inestabilidad de las leyes y regulaciones a la que nos tienen sujetos los pol¨ªticos.