Colas ante el consulado marroqu¨ª para renovar papeles la v¨ªspera del Ramad¨¢n

Aprovechando que hoy es festivo y el inicio del Ramad¨¢n, muchos ciudadanos marroqu¨ªes se agolparon ayer ante las puertas del consulado de su pa¨ªs en Barcelona, el ¨²nico que realiza tr¨¢mites consulares en toda Catalu?a, con el objetivo de sacar el pasaporte o renovar el libro de familia. Fue necesaria la presencia de los Mossos d'Esquadra a la entrada de las oficinas y de la Guardia Urbana para controlar el tr¨¢fico en la zona.

Las colas ante el consulado se producen desde que abri¨® hace alrededor de un a?o. Ayer, sin embargo, y en v¨ªsperas del Ramad¨¢n, aumentaron. M¨¢s de un centenar de marroqu¨ªes se agolparon por la ma?ana en el consulado de su pa¨ªs en Barcelona. La raz¨®n, sacar o renovar el pasaporte o el libro de familia aprovechando el puente o para poder viajar a Marruecos, ya que el d¨ªa 13 se inicia el Ramad¨¢n, fiesta en la que los musulmanes realizan un ayuno diario desde la salida hasta la puesta del sol.

"Hay gente esperando desde las cinco de la ma?ana o m¨¢s temprano. La cosa es que todos cogieron las vacaciones aprovechando el festivo. Algunos vienen de Zaragoza y Teruel, incluso desde Francia. Es que este consulado atiende a todos los marroqu¨ªes que viven en Catalu?a y adem¨¢s a los de todas las ciudades cercanas m¨¢s Baleares", aseguraba Jaonad Essabbar, quien viaj¨® desde Girona para tramitar el pasaporte de su esposa y de su hija.

Muchas eran las quejas que se o¨ªan por parte de los ciudadanos africanos, que principalmente se lamentaban de la falta de personal y la desorganizaci¨®n.

"Nadie nos da informaci¨®n de nada. No hay turnos porque dicen que robaron la m¨¢quina que repart¨ªa los n¨²meros, as¨ª que la gente va llegando y se cuela", dec¨ªa Karim Arouhgh, quien fue requerido por la Guardia Urbana para que se calmara debido a sus insistentes insultos a puertas de la oficina.

Algunos de los que hac¨ªan cola en el interior tambi¨¦n se quejaban de las condiciones que sufr¨ªan en la oficina una vez dentro. "C¨®mo es posible que s¨®lo haya 10 trabajadores cuando hay tantas personas fuera. No encienden el aire acondicionado y hay mujeres y ni?os que han esperado durante horas. Aqu¨ª nos tratan como si fu¨¦ramos basura. Y adem¨¢s no hay respeto. No puede ser que las mujeres est¨¦n entre los hombres", afirmaba exaltado Hassan Machuch.

Ya entrada la tarde y a punto de cerrar la oficina hasta el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, la indignaci¨®n se contagi¨® entre quienes a¨²n esperaban para entrar. Incluso los Mossos d'Esquadra que custodiaban la puerta para evitar el acceso una vez cerrada la oficina tuvieron que intervenir cuando muchos empezaron a gritar que no era posible que los trataran como animales por el simple hecho de no ser espa?oles.

Muchos tuvieron que volver a casa sin sus papeles y con la sensaci¨®n de haber perdido el tiempo y un d¨ªa de trabajo. Un guardia urbano que controlaba el tr¨¢fico les aconsej¨® que solicitaran una hoja de reclamaci¨®n y se quejaran. "Es lo ¨²nico que pueden hacer", dec¨ªa.