?Consulta? Van de farol
Pone en duda el autor la voluntad de los
partidos del Gobierno para desaf¨ªar al Estado
con la consulta, tras lo sucedido con Hobetuz.El Estado sabe que el Gobierno de Ibarretxe juega al mus sin cartas y que jugando as¨ª siempre gana el Gobierno de Espa?a. Todo indica que estamos en ¨¦poca de representaci¨®n; casi todo lo que aparece en los medios de comunicaci¨®n tiene grandes dosis de teatralidad. Decimos que "casi todo", porque lo que no cambia, s¨ª va en serio y se cumple, son las voluntades del Gobierno espa?ol en lo que afecta a territorio vasco.
Vuelve Hobetuz. Vuelven a ser los temas sociales los que act¨²an de algod¨®n que no enga?a para medir las verdaderas voluntades de unos y de otros. La formaci¨®n continua en la CAPV ha sido la historia de un boicot en toda regla por parte del Estado al traspaso de la competencia. Un boicot ejercido por sus gobiernos respectivos (PSOE y PP, tanto monta, monta tanto) y por los sindicatos CC OO y UGT y la patronal. Un modelo, el estatal, cuyo rasgo caracter¨ªstico es que esas organizaciones sindicales y patronales gestionen en primera persona la formaci¨®n y sus dineros.
El debate sobre la consulta planteado por el consejero Azkarraga es pura ret¨®rica y escenificaci¨®n
En la CAPV tuvimos el atrevimiento, all¨ª por 1995, de ir a un modelo distinto, amparado por la "ley vigente", cuyo fin fuesen las necesidades de formaci¨®n de trabajadoras y trabajadores. Un modelo en el que quedasen definidos claramente los objetivos, donde la gesti¨®n fuese transparente y se evitase cualquier posibilidad de beneficios espurios para las organizaciones sindicales y patronales. Se cre¨® as¨ª Hobetuz.
Salvo en el periodo en el que el PP no ten¨ªa mayor¨ªa absoluta en las Cortes espa?olas, desde el Estado se le ha negado la financiaci¨®n a Hobetuz; se le ha negado el pan y la sal. Han negado lo que nos corresponde por las cuotas que pagamos aqu¨ª.
Han negado que Hobetuz sea receptora de los fondos que le corresponden por dos razones fundamentales: la primera, porque no aceptan aquello que con otras mayor¨ªas distintas a las de Madrid se pueda decidir; y la segunda, porque quieren preservar que el modelo de formaci¨®n continua decidido en el Estado se aplique por igual en todo el territorio estatal, CAPV incluida, por supuesto.
Desde el a?o 2004, y por esa negativa a admitir "que con la financiaci¨®n nos vini¨¦semos obligados a aceptar el modelo espa?ol", Hobetuz no ha recibido financiaci¨®n. Exist¨ªa, si as¨ª se le puede llamar, un conflicto competencial no resuelto y ese conflicto se refer¨ªa a la interpretaci¨®n del Estatuto de Autonom¨ªa. En ese contexto de incumplimientos sistem¨¢ticos en materia de transferencias, el Gobierno vasco anunci¨® que, si el Estado no transfer¨ªa las competencias pendientes, "proceder¨ªa a la asunci¨®n unilateral de las mismas y a descontar del Cupo al Estado el coste que eso representase para la CAPV". Pues no, esta vez tampoco ha sido as¨ª.
No hay conflicto; se acab¨®. ?Que c¨®mo ha concluido? Aceptando el Gobierno vasco la financiaci¨®n, y con ella, la aplicaci¨®n del modelo estatal que han acordado en Madrid CC OO, UGT y la patronal. El consejero de Educaci¨®n de EA ha tardado once meses en recibirnos para poder hablar de Hobetuz y de su futuro. Estaba muy ocupado para recibirnos. El resultado de ese reuni¨®n ha sido clarificador y frustrante: deja de haber conflicto pol¨ªtico con Madrid en relaci¨®n a la formaci¨®n continua.
Esta aceptaci¨®n del Gobierno vasco supone varias cosas: la primera, que le trae sin cuidado la opini¨®n de la mayor¨ªa sindical vasca (eso no es novedad); la segunda, que acepta las posiciones que defienden CC OO, UGT y Confebask, poniendo la Formaci¨®n Continua en la CAPV al servicio de la financiaci¨®n de sus estructuras; y la tercera, que renuncia a la posici¨®n pol¨ªtica que hasta ahora manten¨ªa, devaluando la reclamaci¨®n sobre el contenido competencial del Estatuto vigente. Un viaje con resultado pat¨¦tico.
Por eso decimos que el Gobierno espa?ol tiene tomada la medida al Gobierno vasco y sabe que juega de farol. Basta emitir un juicio sobre lo que de verdad est¨¢n haciendo. En pol¨ªtica hay que creer en lo que se ve, y lo que est¨¢ sucediendo nos indica que el debate en sede institucional sobre la superaci¨®n del marco, el ejercicio del derecho a la consulta, y la aparente discrepancia sobre la transversalidad que ha planteado el consejero Azkarraga es pura ret¨®rica y escenificaci¨®n. Quienes en materias como la formaci¨®n continua son incapaces de sostener una posici¨®n pol¨ªtica para que Madrid cumpla con lo que debe y act¨²an as¨ª, no tienen credibilidad. Buscan el acuerdo con el Estado en las claves que el Estado desea. Eso es lo que han hecho el Departamento de Educaci¨®n (EA) y el Gobierno vasco. No s¨®lo no tienen ninguna voluntad de sumar con aliados reales para confrontar leg¨ªtima y democr¨¢ticamente, sino que a este Gobierno le terminan estorbando las reglas de juego del respeto a las mayor¨ªas sindicales porque impedir¨ªan el desarrollo de ese modelo en la CAPV. Y como les estorban, las cambian de manera antidemocr¨¢tica. Propagandas aparte, esto es lo que hace este Gobierno.
De nuevo, y no por casualidad en un tema social, el Estado y aquellos que s¨ª tienen posici¨®n f¨¦rrea y de bloqueo han conseguido que veamos las debilidades pol¨ªticas del Gobierno vasco. ELA, respecto de esta manera de hacer pol¨ªtica, quiere dejar claro que marcamos n¨ªtidas distancias y que al debate medi¨¢tico sobre presuntas diferencias estrat¨¦gicas dentro del nacionalismo institucional no le podemos reconocer -en funci¨®n de los hechos- ninguna credibilidad, porque nada tiene que ver con las pol¨ªticas reales que ese mismo Gobierno est¨¢ haciendo.
El resultado final, que es el que cuenta, es desalentador: el Gobierno vasco, carente de pulso pol¨ªtico y cambiando su posici¨®n en materia de formaci¨®n continua, acepta convertirse en una Administraci¨®n descentralizada de Madrid para hacer aquello que all¨ª se decida, procediendo para ello a cambiar las reglas de juego vascas. Para ELA eso es inaceptable.
Adolfo Mu?oz Sanz Txiki es secretario general adjunto de ELA.
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