Un eclesi¨¢stico liberal y naranjero

Ya jubilado en su tierra natal, Vicente Enrique y Taranc¨®n dej¨® muestras de su profunda formaci¨®n, su agudo sentido del humor, su car¨¢cter liberal y su valencian¨ªa. As¨ª lo recordaron ayer antiguos compa?eros del cardenal en el Consell Valenci¨¤ de Cultura, una instituci¨®n consultiva de la Generalitat que ayer le rindi¨® un homenaje con motivo del centenario de su nacimiento.

"Fue un hombre de Iglesia. Vino del Concilio Vaticano II con la idea clara de que la ¨¦poca del nacionalcatolicismo hab¨ªa pasado. Influy¨® muy positivamente en la Iglesia y en la sociedad. Fue un cardenal liberal, un valenciano puro, al que le gustaba la vida y se preocupaba por los naranjos familiares", apunt¨® Rafael Sanus, obispo auxiliar em¨¦rito de Valencia.

"Habl¨¢bamos de muchas cosas, sobre todo del Pa¨ªs Valenciano. Y de la Constituci¨®n. Recuerdo c¨®mo estaba de acuerdo con el art¨ªculo 16, ese que combina el derecho y la sociolog¨ªa cuando dice que el Estado es aconfesional, pero tendr¨¢ en cuenta las creencias religiosas de la sociedad", indic¨® Vicent Mont¨¦s, magistrado del Tribunal Supremo.

Cuando Taranc¨®n cumpli¨® 75 a?os y present¨® su dimisi¨®n como arzobispo a Juan Pablo II, ¨¦ste la acept¨® con ins¨®lita rapidez. Se empezaba a desmontar su influencia.

El cardenal apost¨® abiertamente por la democracia ya en 1975, en la homil¨ªa de la coronaci¨®n del rey Juan Carlos, rememor¨® el cura y colaborador de Taranc¨®n. "Fue un hombre fuera de lo com¨²n", dijo el cient¨ªfico y presidente del Consell Valenci¨¤ de Cultura, Santiago Grisol¨ªa.