La madre de todo el mundo

Grandes pechos amplias caderas es una novela tan desmesurada y desbordante que abarca la historia de China del siglo XX, vali¨¦ndose de m¨²ltiples personajes que se entrecruzan, desaparecen y vuelven, en un periodo de grandes trastornos y agitaci¨®n; se inicia en la anclada Edad Media de los medios rurales y la Guerra Chino-Japonesa que concluy¨® con la derrota de Jap¨®n en 1945, sigue con el avance del Partido Comunista, la entronizaci¨®n de Mao, la imposici¨®n de la Revoluci¨®n Cultural, la ca¨ªda del r¨¦gimen mao¨ªsta y el posterior caos que condicion¨® la llegada del capitalismo chino, todav¨ªa hoy de consecuencias imprevisibles. Una mujer, Shangguan Lu, cruza toda la narraci¨®n, desgast¨¢ndose y sobreponi¨¦ndose a la locura, las penurias y los des¨®rdenes de la historia. Madre de ocho ni?as, antes de tener al deseado var¨®n (todos fuera del matrimonio), criar¨¢ y educar¨¢ tambi¨¦n nietos legales y espurios que se dispersar¨¢n, cada uno seg¨²n la ¨¦poca que le toca vivir. V¨ªctima y superviviente, Shangguan Lu representa la brutal transformaci¨®n de China; nace en el feudalismo de la crepuscular dinast¨ªa Qing, que a¨²n obligaba a las mujeres a llevar los pies vendados, y morir¨¢, casi ciega, en la aldea en que naci¨®, convertida en un gran centro urbano de taxis amarillos.

Aunque traspasada de conflictos agrarios, sociales y pol¨ªticos, de haza?as de h¨¦roes de leyenda y refriegas b¨¦licas, de atropellos y codicias del poder, movimientos de tropas, asesinatos, ejecuciones, etapas de hambruna y breves ciclos de holgura, la novela resulta m¨¢s dom¨¦stica que ¨¦pica, la cr¨®nica dram¨¢tica de "una familia de viudas y hu¨¦rfanos". El narrador es Jintong, el ¨²nico var¨®n, cuya obsesi¨®n por los pechos femeninos -se nutrir¨¢ exclusivamente de leche materna hasta la adolescencia, pero mantiene la adicci¨®n en la edad adulta- lo convierte en un ser pusil¨¢nime, en contraste con la energ¨ªa de Shangguan Lu y la vitalidad de sus hermanas, en las que hay una prostituta, una revolucionaria, un hada-p¨¢jaro... Arrastradas por la pasi¨®n, las circunstancias y el instinto de supervivencia, sus enrevesados destinos, en general desgraciados, sostienen la novela, mientras el narrador -acusado de necr¨®filo, ser¨¢ condenado a quince a?os de prisi¨®n, y pasar¨¢ tres m¨¢s en un sanatorio mental- s¨®lo se concede a s¨ª mismo la desesperaci¨®n de su nulidad. Esta disparidad desacredita la jerarqu¨ªa del var¨®n, y se refuerza con cierto exceso para resaltar la tenacidad y abnegaci¨®n del universo femenino.

Como en una exuberante ale

gor¨ªa, que resuena en el mismo t¨ªtulo, Mo Yan (Shandong, China, 1955) concentra en la mujer china la esencia de un pa¨ªs simult¨¢neamente opulento y paup¨¦rrimo que se prolonga por su capacidad de sustentar con su propio cuerpo a sus hijos. La novela es m¨¢s que un homenaje a la mujer; es la expresi¨®n de un asombro inmensurable. De ah¨ª que las descripciones de mujeres sean extraordinarias, de una materialidad f¨ªsica que remite a Faulkner. Poco importa que a los varones se les relegue con un retrato m¨¢s atolondrado y escueto. En novelas de esta envergadura los defectos, las desproporciones y asimetr¨ªas, son las burbujas de un caldo que hierve a la temperatura adecuada. Leer esta extens¨ªsima novela, que agota y enaltece por su deslumbrante pasi¨®n literaria, es una inmersi¨®n en las contiendas primordiales de la naturaleza humana. Grandes pechos amplias caderas es un novel¨®n, es decir, un lugar para permanecer hasta que nos destierre la ¨²ltima p¨¢gina.