Un divorcio y muchas mentiras
La infidelidad de G¨¹nter Verheugen azota a la Comisi¨®n Europea
La vuelta a Bruselas le est¨¢ resultando particularmente intensa al vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, el alem¨¢n G¨¹nter Verheugen, que a sus 63 a?os ha vuelto a la capital de Europa con el preaviso de divorcio de su mujer en el bolsillo por un caso de amores con su jefa de Gabinete, Petra Erler, de 49, envuelto en un tufo de mentiras p¨²blicas pagadas con cargo al presupuesto.
De desbordarse, el caso podr¨ªa hacer temblar al Ejecutivo europeo y al Gobierno de Angela Merkel. El propio presidente Jos¨¦ Manuel Barroso ha tenido que escuchar c¨®mo se le preguntaba esta semana: "?Hasta cu¨¢ndo va a tolerar que haya un mentiroso en su Comisi¨®n?".
El asunto se remonta al pasado a?o, cuando en abril Verheugen promocion¨® a Erler y la convirti¨® en su mano derecha. De un plumazo, el gesto del vicepresidente elev¨® el sueldo de ella desde unos 9.000 euros mensuales a m¨¢s de 11.000. Nada anormal en el ascenso si no fuera porque el secreto de su relaci¨®n de confianza trascend¨ªa lo profesional. En verano se les vio juntos en una playa nudista de Lituania, con el comisario escuetamente cubierto con una gorra de b¨¦isbol o cogidos de la mano. A Verheugen se le exigieron entonces explicaciones sobre la relaci¨®n y el nombramiento. De la relaci¨®n, su mujer, Gabriele, con la que llevaba una veintena de a?os casado, estaba al corriente, dijo. El nombramiento estaba plenamente justificado porque "la competencia de la doctora Erler est¨¢ fuera de toda duda". Tambi¨¦n dijo entonces: "Declararemos bajo juramento que en el momento del nombramiento, y hoy mismo, no ha habido una relaci¨®n que vaya m¨¢s all¨¢ de la amistad". Nombramiento en abril en 2006, vacaciones en julio, explicaciones sobre la ausencia de actuaci¨®n inadecuada en el nombramiento en octubre de 2006.
En el n¨²mero de esta semana de 2007, la revista alemana Bunte destroza la coartada. Katrin Fuchs, una vieja amiga de los Verheugen, antigua diputada socialdem¨®crata y confidente de Gabriele, revela c¨®mo la esposa descubri¨® el l¨ªo. En abril de 2005, Gabriele viaj¨® desde Alemania para dar una sorpresa de cumplea?os a G¨¹nter, agobiado de trabajo en Bruselas. "Quer¨ªa ser la primera en felicitarle el cumplea?os", explica Fuchs. El atareado marido no respondi¨® a sus llamadas de tel¨¦fono y cuando finalmente lo hizo confes¨® que hab¨ªa estado con una amante. En aquella Navidad, Erler le llam¨® a casa, Gabriele atendi¨® la llamada. G¨¹nter le asegur¨® luego que hab¨ªa cortado la relaci¨®n, pero que Erler no se resignaba. A juzgar por los hechos, Erler gan¨® la partida.
La prensa y algunos democristianos alemanes han puesto a Verheuguen en el punto de mira. La posible vista de divorcio podr¨ªa revelar m¨¢s detalles comprometedores. De momento, Barroso mira para otro lado alentado por una Merkel, democristiana, que no quiere que se despida a Verheugen, socialdem¨®crata, porque le obligar¨ªa a nombrar un sustituto en la Comisi¨®n. En Bruselas, mientras, Verheugen desarrolla un trabajo como responsable de Empresa e Industria muy por debajo de lo esperado cuando se le nombr¨® en 2004. Y los fot¨®grafos alemanes le persiguen sin cesar.
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