Clinton refuerza su imagen de centro con un plan sanitario moderado

Cobertura sanitaria para todos los ciudadanos sin eliminar el sistema actual y sin crear nuevas burocracias que tanto espantan a los norteamericanos. ?sta es la esencia del programa de salud presentado por la principal candidata dem¨®crata a la presidencia de EE UU, Hillary Clinton, una pieza b¨¢sica en una campa?a electoral de cualquier aspirante y, en este caso, una prueba de cu¨¢nto ha evolucionado la ex primera dama desde los tiempos en que ejerc¨ªa como azote de las grandes aseguradoras y las poderosas firmas farmac¨¦uticas.

Y la primera impresi¨®n es que ha evolucionado bastante. Hillary Clinton ya no cree que el sistema de seguros privados actual no funcione. Tampoco considera que sea necesario crear nuevos mecanismos ni que el Estado sustituya el papel de las compa?¨ªas de seguros. Ya no intenta, en definitiva, trasladar a EE UU el modelo de salud europeo o canadiense.

Intenta, seg¨²n sus propias palabras, reparar los desajustes existentes en este modelo para dar cobertura sanitaria a los 47 millones de estadounidenses que actualmente no tienen seguro m¨¦dico y s¨®lo son atendidos por el Estado en sus necesidades m¨¢s b¨¢sicas.

"He aprendido", dijo Clinton al presentar su programa el lunes en Iowa, "que la gente que est¨¢ satisfecha de su cobertura actual quiere garant¨ªas de que podr¨¢ mantenerlo. Parte de nuestro sistema de salud es el mejor del mundo y debemos construir sobre ¨¦l; parte del sistema est¨¢ roto y hay que arreglarlo". Hillary Clinton alcanz¨® notoriedad mundial cuando fue nombrada responsable de la reforma del sistema sanitario en el primer a?o de su marido, Bill Clinton, en la Casa Blanca, en 1993.

Aquello acab¨® en un fiasco que da?¨® enormemente la gesti¨®n de Bill Clinton y apart¨® a Hillary Clinton del primer plano durante a?os. Desde entonces ha permanecido, no obstante, en el punto de mira de los grupos m¨¢s conservadores del espectro pol¨ªtico, que la han demonizado sin piedad como una peligrosa comunista que quiere llegar a la Casa Blanca para socializar la sanidad y acabar con la iniciativa privada.

Esa rid¨ªcula caracterizaci¨®n no se corresponde, por supuesto, con la realidad de una mujer moderada que ahora se dirige a una clase media que no quiere cambios dr¨¢sticos en el sistema sanitario actual: "No va a ser un plan dirigido por el Gobierno; todo el que quiera podr¨¢ mantener a los m¨¦dicos que tiene y en los que conf¨ªa".

La candidata ha calculado que la reforma presentada supondr¨¢ un gasto de 110.000 millones de d¨®lares (79.250 millones de euros) anuales, que deber¨ªan salir fundamentalmente de la eliminaci¨®n de las actuales deducciones fiscales para los que ganan m¨¢s de 250.000 d¨®lares al a?o. Es un proyecto m¨¢s ambicioso que el presentado meses atr¨¢s por otro aspirante dem¨®crata, Barack Obama, que no se plantea el objetivo de garantizar la cobertura de todos los estadounidenses, sino que ofrece facilidades a las empresas y a los ciudadanos para que los seguros privados sean m¨¢s asequibles.

Adem¨¢s, las principales caracter¨ªsticas del programa sanitario de Hillary Clinton son las siguientes:

- Las aseguradoras no podr¨¢n rechazar a clientes enfermos.

- Se podr¨¢ elegir entre el seguro privado y el p¨²blico.

- Las grandes empresas estar¨¢n obligadas a asegurar a sus empleados o a contribuir al seguro p¨²blico. Las peque?as empresas tendr¨¢n ventajas fiscales por asegurar a sus trabajadores.

Aunque la estrella de esta campa?a electoral es todav¨ªa Irak, a medida que se aproximen las elecciones primarias, a partir de enero de 2008, y las presidenciales, en noviembre de ese a?o, otros asuntos como el de la atenci¨®n sanitaria decidir¨¢n el voto. Hillary Clinton ha hecho con esta iniciativa un claro gui?o al centro del electorado.