El triunfo de la libertad
El reciente libro de Antony Beevor y Luba Vinogradova: Un escritor en guerra (Cr¨ªtica) ha reavivado en Espa?a la casi extinta memoria del escritor judeosovi¨¦tico Vasili Grossman (Berdichev, Ucrania, 1905; Mosc¨², 1964). Se trata de una selecci¨®n de textos period¨ªsticos datados entre 1941 y 1945, cuando Grossman trabaj¨® como corresponsal de guerra del Ej¨¦rcito Rojo. Fue testigo privilegiado del ataque nazi a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, de la batalla de Stalingrado y hasta de la ca¨ªda de Berl¨ªn; y uno de los primeros periodistas que inform¨® de las atrocidades de los campos de exterminio: un art¨ªculo suyo sobre el horror de Treblinka sirvi¨® de prueba acusatoria en el Proceso de N¨²remberg. Sus famosas cr¨®nicas b¨¦licas aparec¨ªan en el peri¨®dico oficial del ej¨¦rcito, Estrella Roja, del que se dec¨ªa que Stalin lo le¨ªa "con lupa" en pos de disidencias ideol¨®gicas.
VIDA Y DESTINO
Vasili Grossman
Traducci¨®n de Marta Reb¨®n
Galaxia Gutenberg/C¨ªrculo de Lectores, Barcelona, 2007
1.106 p¨¢ginas. 24,70 euros
Grossman concluy¨® la novela en 1960 y el Estado sovi¨¦tico le comunic¨® que "prohib¨ªa su lectura durante los pr¨®ximos 200 a?os"
El sagaz periodista lo observaba todo y, entre lo que suced¨ªa y lo que llamaba su atenci¨®n, narraba con su estilo ¨¦pico lo que la censura le permit¨ªa, mientras que guardaba para s¨ª el resto de sus experiencias, pues Grossman era tambi¨¦n escritor. Por entonces hab¨ªa publicado dos libros elogiados por maestros como Gorki y B¨¢bel. En sus art¨ªculos enfatizaba las acciones individuales de los hombres y mujeres que combat¨ªan el fascismo pintando sus peque?as alegr¨ªas y sus grandes sacrificios. Sab¨ªa tanto de los soldados rasos como de los campesinos y generales.
Nacido en una familia jud¨ªa acomodada, Grossman residi¨® de ni?o en Ginebra y respir¨® aires occidentales; luego se afinc¨® en Mosc¨², estudi¨® qu¨ªmica, se relacion¨® con intelectuales y comenz¨® a escribir. Acept¨® la Revoluci¨®n Rusa creyendo en las consignas bolcheviques de justicia e igualdad sociales y con la esperanza de ver abolido el antisemitismo ruso.
El r¨¦gimen de Stalin lo decep
cion¨® por su crueldad. Aunque no padeci¨® persecuciones -s¨ª, interrogatorios policiales- conoci¨® el calvario de algunos allegados. La cat¨¢strofe nacional que supuso el ataque alem¨¢n a Rusia lo impuls¨® a servir "a la causa de la libertad", esperando con ingenuidad que si Rusia ganaba la guerra aquel colapso general cambiar¨ªa la situaci¨®n pol¨ªtica y traer¨ªa la verdadera democracia.
En 1941 los nazis tomaron la
ciudad natal de los Grossman; los comandos de exterminio de las SS asesinaron a miles de jud¨ªos, entre ellos a la madre del escritor; apenas una semana antes, el hijo dudaba a¨²n de la conveniencia de trasladarla a Mosc¨², pero cuando fue a buscarla ya era demasiado tarde. Un hondo sentimiento de culpa lo atenaz¨® desde entonces; tal angustia, unida a su repulsa de la guerra y de los que la auspiciaban, lo empujar¨ªan tras la contienda, ya en los a?os cincuenta, a escribir esta grandiosa novela que es Vida y destino, considerada con raz¨®n la Guerra y paz del siglo XX.
Seix Barral ya public¨® esta novela en 1985, aunque la versi¨®n se hizo del franc¨¦s en vez del ruso original. Apreciada por un pu?ado de selectos lectores desde entonces, no traspas¨® este peque?o c¨ªrculo. Es ahora cuando esta inmensa "novela rusa" podr¨¢ valorarse en todo su esplendor, pues la traducci¨®n es magn¨ªfica y la edici¨®n, superior. Obra densa y de detenida lectura, animada por el aliento ¨¦pico de Tolst¨®i, la penetrante psicolog¨ªa de Dostoievski y la humanidad, el lirismo y la nostalgia propias de Ch¨¦jov, Mandelshtam o Pasternak; todo ello bien administrado por el genio narrativo de Grossman atrapa al lector de inmediato y lo implica en las diversas tramas de sus historias entrelazadas.
La feroz batalla de Stalingrado es el eje de la novela; Grossman -como Tolst¨®i con Borodino- recrea el ambiente asfixiante de aquella p¨²trida carnicer¨ªa, mas ahora la lucha no acontece a campo abierto, bajo el sol, ni es descrita desde la fantas¨ªa, sino desde la m¨¢s cruda realidad. Grossman recuper¨® sus experiencias b¨¦licas y devolvi¨® la vida a aquellos escombros llameantes y b¨²nkeres hediondos, a los seres miserables o grandiosos que sobreviv¨ªan, mataban y mor¨ªan bajo el intenso fr¨ªo, vestidos con uniformes harapientos y devorados por piojos. Estupenda es la historia de la joven telefonista, sola entre rudos camaradas, sitiados por los alemanes y bajo el mando del valiente Gr¨¦kov, verdadero "duro" curtido en el frente.
Estepas en las que se acantonan indolentes tropas de refresco, campos de concentraci¨®n, la t¨¦trica prisi¨®n de la Lubianka en Mosc¨² o un instituto de f¨ªsica, tambi¨¦n moscovita, son otros escenarios de la novela. El relato de la muerte en la c¨¢mara de gas de la doctora Sofia ?sipovna junto al peque?o David es inolvidable: la literatura jam¨¢s penetr¨® con tama?a veracidad en el interior de cemento y acero de uno de aquellos ingenios letales. La descripci¨®n de la ca¨ªda en desgracia del f¨ªsico Shtrum, aclamado en toda la Uni¨®n Sovi¨¦tica por sus descubrimientos te¨®ricos, es esclarecedora; tambi¨¦n, la historia del comisario Kr¨ªmov, comunista convencido que terminar¨¢ arrestado y torturado por sus propios camaradas sin motivo conocido. Son, en conjunto, episodios que denuncian el poder omnipotente de los Estados criminales hitleriano y estalinista, en su af¨¢n por desterrar de las conciencias individuales cualquier atisbo de lucidez. Les acompa?an m¨¢s relatos de otras tantas vidas rotas por la guerra, de destinos truncados. Grossman los observa desde el punto de vista de su fr¨¢gil humanidad, perspectiva que convierte a Vida y destino en una novela en la que no hay personajes malvados; antes bien, casi todos son entra?ables y comprensibles si exceptuamos al propio Hitler, Eichmann y Stalin, que aparecen fugazmente. En este sentido, el autor se inspir¨®, a la par que por la ¨¦pica de Tolst¨®i, por el individualismo humanizador de Ch¨¦jov, quien proclam¨® que "los hombres antes que nada son hombres y, s¨®lo despu¨¦s, obispos, rusos, tenderos, t¨¢rtaros, obreros"; una visi¨®n bien contraria a las proclamas alienadoras del nazismo y el estalinismo, sistemas ambos odiados por Grossman y los verdaderos Molocs de la novela, s¨ªmbolos del mal radical opuesto a la bondad y las ansias de libertad humanas.
Vida y destino es una novela de
denuncia pol¨ªtica y de reivindicaci¨®n de lo humano, que desvela el verdadero ser del totalitarismo y su veleidosa ruindad; en ella estalinismo y nazismo se equiparan cual abyectos culpables de las tragedias del siglo, pues si los nazis asesinaron a millones de personas, el estalinismo no le fue a la zaga.
Cuando Grossman concluy¨® Vida y destino, en 1960, el Estado sovi¨¦tico, ya bajo el mando de Jruschov, le comunic¨® que "prohib¨ªa su lectura durante al menos los pr¨®ximos 200 a?os", pues era perjudicial para los intereses de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. El escritor muri¨® olvidado, pobre y tachado de Enemigo del Pueblo.
Nada extra?o que as¨ª sucediera, pues lo que resultaba inaceptable para los chequistas sovi¨¦ticos es que la novela revelase tan a las claras el triunfo de la libertad y de las conciencias individuales que, con su resistencia a ser engullidas por el totalitarismo, logran elevarse sobre su bestial poder cual gigantes m¨¢s poderosos todav¨ªa, pre?ados de futuro.
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