El Consell se aleja de la ampliaci¨®n del puerto

Tras la aprobaci¨®n de la declaraci¨®n de impacto ambiental, el puerto de Valencia conf¨ªa en iniciar las obras de ampliaci¨®n "a finales de a?o". El prop¨®sito es subrayado a la m¨ªnima con celosa insistencia desde la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), como si la luz verde obtenida desde el Ministerio de Medio Ambiente el ¨²ltimo d¨ªa de julio no fuera suficiente. Y la perseverancia empleada denota que no lo es del todo. A la declaraci¨®n de impacto ambiental se han superpuesto las nuevas exigencias de la ciudad y las consecuencias de las propias estrategias pol¨ªticas del PP, que han llenado el entorno portuario de contenidos de dif¨ªcil compatibilidad con la tradicional actividad industrial de los muelles y, sobre todo, con los planes de ampliaci¨®n del Ministerio de Fomento.

A la declaraci¨®n de impacto ambiental, obtenida en julio, se han superpuesto nuevas necesidades urbanas y pol¨ªticas

Las navieras amagan con apostar por el puerto de T¨¢nger ante la vacilaci¨®n pol¨ªtica y la dilaci¨®n del proceso

El Gobierno valenciano y el Ayuntamiento tratan de readaptar su discurso ante el cambio

"No hay convicci¨®n pol¨ªtica de ampliar en Valencia", seg¨²n fuentes de la Generalitat

La oportunidad de consolidar el r¨¦dito electoral de los eventos y el de la apertura de Valencia al mar aflojan su posici¨®n

Los ventajosos resultados electorales de la apuesta por celebrar grandes eventos deportivos en Valencia han acabado modificando algunas firmes convicciones del Gobierno valenciano. Si en los a?os pasados fue un ferviente defensor de la ampliaci¨®n del puerto de Valencia en la ciudad, incluso lleg¨® a confrontarse con el Gobierno central al que acus¨® de demorar el proyecto, tras la celebraci¨®n de la 32? edici¨®n de la Copa del Am¨¦rica ha detectado nuevas posibilidades para la instalaci¨®n portuaria. La oportunidad de consolidar la marina deportiva como sede fija de eventos mar¨ªtimos, unida al Gran Premio de F-1 y al inter¨¦s demostrado por algunas empresas suizas de nueva econom¨ªa, ha debilitado su firme posici¨®n inicial. "No hay convicci¨®n pol¨ªtica de ampliar en Valencia", seg¨²n fuentes del Consell, "aunque de momento no se solemnizar¨¢ el cambio de posici¨®n".

La posibilidad de trasladar la ampliaci¨®n a 25 kil¨®metros, en el puerto de Sagunto, sin arriesgar la cuota de mercado, ha ganado enteros en los ¨²ltimos meses no s¨®lo en la Generalitat sino tambi¨¦n en el Ayuntamiento de Valencia. Ambas administraciones consideran otros planes para la fachada mar¨ªtima de la ciudad vinculados al proyecto pol¨ªtico del PP y, sobre todo, a la convicci¨®n que tiene Rita Barber¨¢ de ser la alcaldesa que abra la ciudad al mar.

Ante la p¨¦rdida de entusiasmo oficial por la ampliaci¨®n en Valencia, la APV presiona. Incluso las grandes navieras que operan en el puerto (Mediterranean Shipping Company, Maerks Line y China Shipping) se acaban de unir al coro para instar al Gobierno a que agilice las ampliaciones de Valencia y Barcelona, bajo la amenaza de apostar por el puerto de T¨¢nger (Marruecos) para paliar las posibles ineficiencias causadas por la lentitud burocr¨¢tica de estos procesos ante la creciente demanda.

Sin embargo, un especialista en econom¨ªa portuaria consultado por este peri¨®dico, asegura que s¨®lo se trata de "una declaraci¨®n para meter miedo". "El de T¨¢nger es un puerto sin posibilidades de crecer m¨¢s que hacia el mar. Sin viarios ni superficies de apoyo, ni posibilidades de tenerlos porque se encuentra sobre un territorio abrupto. Podr¨ªa ser una alternativa a Algeciras como puerto de transbordo para luego desplazar la carga hasta la plataforma europea, y tampoco, porque no tiene m¨¢s hinterland que Marruecos", ilustra.

En el caso de Valencia, donde la APV tiene previsto acometer una expansi¨®n de 1.530.000 metros cuadrados (las actuales instalaciones ocupan 1.480.000), el proceso se complica m¨¢s todav¨ªa. M¨¢s all¨¢ de la habitual "lentitud burocr¨¢tica" propia de la sensibilidad medioambiental europea, el recinto portuario valenciano tiene que acoger la 33? edici¨®n de la Copa del Am¨¦rica en 2009, con sus fases previas, y el Gran Premio de F-1, cuya primera convocatoria tendr¨¢ lugar en agosto de 2008 con el compromiso de celebrar siete ediciones m¨¢s.

El due?o del Alinghi y propietario de los derechos del campeonato mundial de vela, Ernesto Bertarelli, condicion¨® la repetici¨®n del evento en Valencia a que la ampliaci¨®n no se acometiera mientras durara la competici¨®n, ya que el impacto de las obras enturbiaba las aguas de los campos de regatas y el polvo en suspensi¨®n sometido a fuertes vientos hac¨ªa imposible la competici¨®n. El Consell y el Ayuntamiento se comprometieron a que el acontecimiento deportivo fuese compatible con la ampliaci¨®n, ya que no hab¨ªa ning¨²n problema en que las obras empezaran "m¨¢s all¨¢ de 2009", fecha muy distinta de la que maneja la APV.

Pero aparte de los impactos medioambientales causados por "los mil camiones diarios entrando a la d¨¢rsena", que tanto inquietaban al presidente de la empresa propietaria del evento, America's Cup Management (ACM), Michel Bonnefous, incluso al magnate del automovilismo, Bernie Ecclestone, detr¨¢s de la paralizaci¨®n de la ampliaci¨®n portuaria industrial empujaban otros intereses econ¨®micos. La conjunci¨®n de ambos eventos sobre un mismo escenario, alternando tiempos, constituye una extraordinaria plataforma publicitaria que, aparte de proporcionar dinero a los organizadores, refuerza el atractivo tur¨ªstico de la ciudad, que tan beneficiada ha resultado en la anterior edici¨®n de la Copa en todos los balances de resultados.

Bertarelli no s¨®lo tiene ideas propias sobre la Copa del Am¨¦rica, a la que est¨¢ despojando de su tradicional elitismo para convertirla en la f¨®rmula 1 del mar. Tambi¨¦n las tiene sobre Valencia y su puerto, que considera "un lugar id¨®neo para el turismo de alto nivel". Y, por tanto, una seria plaza para convertirse en sede fija de posteriores acontecimientos n¨¢uticos y en la que invertir parte de su fortuna. Los planes de Bertarelli encajan con una fidelidad ergon¨®mica con los intereses del Consell y el Ayuntamiento de Valencia, que tan jugosos r¨¦ditos electorales le han proporcionado al PP. Ambas administraciones tratan ahora de readaptar su discurso desde el convencimiento de que "no se renuncia a nada", puesto que la actividad del puerto industrial se puede seguir desarrollando a 25 kil¨®metros bajo la misma marca del puerto de Valencia.