Stoner, punto final
El australiano, que termin¨® sexto la carrera m¨¢s loca del a?o, se convierte en el nuevo campe¨®n del mundo de MotoGP
En la carrera m¨¢s disparatada de los ¨²ltimos a?os, Casey Stoner se proclam¨® ayer nuevo campe¨®n del mundo de MotoGP. El t¨ªtulo convierte a este australiano, de 21 a?os y 342 d¨ªas, en el segundo m¨¢s joven de la historia que canta el alir¨®n en la m¨¢xima categor¨ªa, por detr¨¢s de Freddie Spencer, que lo consigui¨® en 1983, con 84 d¨ªas menos que ¨¦l. Adem¨¢s, Stoner sirvi¨® a Ducati el primer t¨ªtulo mundial de su historia, un bot¨ªn magn¨ªfico si se atiende a que la marca italiana s¨®lo lleva cinco a?os compitiendo en el Mundial. As¨ª, la f¨¢brica bolo?esa devuelve la corona a una empresa europea, 33 a?os despu¨¦s de que el brit¨¢nico Phil Read se alzara como campe¨®n subido a una MV Augusta. Tambi¨¦n Bridgestone, el suministrador de neum¨¢ticos, consigui¨® su primer Mundial tras humillar a Michelin en la mayor¨ªa de escenarios.
Su temporada ha sido incontestable, para enmarcar: ocho victorias, 11 podios, cinco 'poles'...
Para lograr todo eso en Motegi, Stoner deb¨ªa llegar por delante de Valentino Rossi. Y lo hizo, aunque de forma un poco rocambolesca, a la Hitchcock se podr¨ªa decir, debido a la escabechina que provoc¨® el cambio de moto que los corredores tuvieron que hacer cuando se sec¨® la pista. Stoner termin¨® sexto y Rossi, atormentado por una carrera que comenz¨® bien, se complic¨®. Acab¨® 13? y desquiciado.
La culpa, como casi siempre, la tuvieron los neum¨¢ticos. Pero tambi¨¦n una t¨¢ctica equivocada. El agua oblig¨® a todos a salir con gomas de mojado. Pero pronto se sec¨® la pista, lo que oblig¨® a rectificar sobre la marcha. Unos lo hicieron m¨¢s r¨¢pido que otros: Capirossi, Toni El¨ªas... Los hubo que reaccionaron con tiempo suficiente: Melandri, Stoner, Pedrosa... Y hubo quien viajaba l¨ªder y tard¨® a¨²n m¨¢s: Rossi. Cuando por fin se detuvo, volvi¨® segundo, tras Capirossi. Pero visto que no hab¨ªa forma humana de parar su Yamaha, con la que ten¨ªa la sensaci¨®n de viajar sin frenos, volvi¨® a entrar en los talleres para que sus mec¨¢nicos le remendaran el problema. All¨ª, en esa maniobra que no sirvi¨® para nada, se decidi¨® la carrera para suerte de Capirossi, De Puniet y El¨ªas, que coparon el podio, y sobre todo de Stoner, que puso el punto final a una temporada para enmarcar en la que acumula ocho victorias, once podios, cinco pole positions y otras tantas vueltas r¨¢pidas.
Quiz¨¢ la clave est¨¦ en que Stoner es m¨¢s tozudo que una mula. As¨ª ha sido desde ni?o, para tormento de quienes le rodean. Los primeros que lo sufrieron fueron sus padres y su hermana. Una ma?ana, vieron c¨®mo el retaco de Casey, con tres a?os, se paseaba por el jard¨ªn de la granja familiar con la moto de su hermana, una PeeWee de 50cc. Su terquedad y las ganas que ten¨ªa su padre de ver triunfar a alguien de la familia, hicieron que los Stoner focalizaran sus vidas en ofrecerle a Casey la oportunidad de demostrar el talento que escond¨ªa sobre una moto.
Desde subirse a una furgoneta para recorrer Australia en busca de carreras hasta vender las pertenencias de la familia, casa incluida, y trasladarse a Gran Breta?a cuando su hijo ten¨ªa 14 a?os, los Stoner siempre fueron a rebufo de Casey. Llegaron a Espa?a y Alberto Puig, el m¨¢nager de Pedrosa, reclut¨® al piloto para correr el campeonato espa?ol de 2001. A los Stoner no les llegaba el dinero para hospedarse en un hotel, y Puig les dej¨® aparcar su motorhome en el jard¨ªn de su casa. Desde entonces, Pedrosa y Stoner han rivalizado al m¨¢ximo, primero en 250cc y luego en la m¨¢xima categor¨ªa. All¨ª, Pedrosa aterriz¨® con todos los honores, como piloto del equipo oficial Honda, mientras Stoner lo hac¨ªa de la mano de Cechinello, que invirti¨® lo que ten¨ªa para alquilar una moto.
"Desde el primer momento nos dimos cuenta de que Casey era muy especial", reconoce Cecchinello. "Ten¨ªa un talento natural para ir r¨¢pido en moto, pero hab¨ªa que pulirlo", asevera el ex piloto, que comprob¨® c¨®mo a Ram¨®n Forcada, el jefe de mec¨¢nicos de Stoner, le crec¨ªan las canas a toda pastilla. "Con Casey es f¨¢cil trabajar si todo va bien. Pero si surgen problemas es muy tozudo y no se adapta a las situaciones", asegura. Stoner no se entrena. Dice que conoce su cuerpo mejor que nadie y que no lo necesita. Forcada certifica que su intransigencia llega al extremo. "Acab¨® el Mundial de 250cc con problemas en el hombro. No quiso ir al m¨¦dico. Luego, durante la pretemporada, le volvi¨® a doler. Le acompa?¨¦ al hospital. El m¨¦dico alucin¨® porque apenas tiene m¨²sculo. Mide 1,73 metros y pesa 58 kilos". Y en la pista, m¨¢s de lo mismo. "Un d¨ªa de entrenamientos, Michelin nos dej¨® probar unos neum¨¢ticos. Nos avisaron de que les costaba mucho coger temperatura. Yo le avis¨¦: 'Casey, ve tranquilo durante las primeras vueltas, luego ya apretar¨¢s'. ?Resultado? A la cuarta curva estaba en el suelo", recuerda el mec¨¢nico que, eso s¨ª, se declara un devoto del campe¨®n. "Tiene m¨¢s talento que ning¨²n otro, s¨®lo le falta m¨¦todo. Si Casey tuviera la dedicaci¨®n de Dani [Pedrosa], ser¨ªa invencible". Como invencible ha sido este a?o, que inici¨® tras casarse, en invierno, con Adriana Tuchyna, una joven de 18 a?os que le fue a pedir un aut¨®grafo un d¨ªa de carreras en Australia.
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