Haidar Abdel Shafi, pol¨ªtico palestino

S¨®lo hace tres a?os, el doctor Haidar Abdel Shafi continuaba, a sus 85 a?os, trabajando en su despacho de la Media Luna Roja en la ciudad de Gaza, y respond¨ªa a las preguntas al tiempo que estudiaba documentos, siempre con el gesto adusto. Estudiante de Medicina en El Cairo y Beirut, miembro fundador de la OLP y de la Media Luna Roja, hombre de izquierdas y de principios inquebrantables, Abdel Shafi tuvo su momento estelar en octubre de 1991, cuando encabez¨® la delegaci¨®n jordano-palestina en la Conferencia de Madrid sobre Oriente Pr¨®ximo. Muri¨® ayer v¨ªctima de un c¨¢ncer de est¨®mago y fue enterrado en Gaza, donde naci¨® en 1919, un a?o despu¨¦s del desmembramiento del Imperio Otomano.

La franja pasar¨ªa despu¨¦s a manos brit¨¢nicas. Concluido el mandato, en 1948, Egipto se hizo con su control hasta 1967, cuando Israel ocup¨® el territorio, hasta hoy. Un ambiente de lo m¨¢s propicio para el activismo pol¨ªtico. Aunque nacido en el seno de una familia religiosa, Abdel Shafi milit¨® siempre en la izquierda laica, el Partido del Pueblo Palestino, nacido del Partido Comunista, hoy un grup¨²sculo en el marasmo de la OLP. En 1964, nada m¨¢s fundarse esta organizaci¨®n fue nombrado presidente del Consejo Legislativo Palestino.

El c¨¦nit de su carrera pol¨ªtica lleg¨® en la Conferencia de Madrid, cumbre que provoc¨®, tambi¨¦n, el comienzo de su retirada de la vida pol¨ªtica. Boicoteado Arafat por Israel, el veterano m¨¦dico encabez¨® la delegaci¨®n jordano-palestina en la capital espa?ola y particip¨® en varias rondas de negociaciones en Washington, en las que rechaz¨® compromiso alguno sobre los derechos territoriales o de los refugiados palestinos. Los Acuerdos de Oslo se negociaban, con la participaci¨®n del actual presidente Mahmud Abbas, en secreto, en Noruega. Y el contenido de ese pacto -refrendado por Arafat y el primer ministro israel¨ª Isaac Rabin en la Casa Blanca el 13 de septiembre de 1993- fue frustrante para Abdel Shafi.

Fue de los primeros en augurar que los Acuerdos de Oslo estaban abocados al fracaso porque no abordaban las cuestiones fundamentales que enfrentan a israel¨ªes y palestinos. Tras el apret¨®n de manos entre Arafat y Rabin, el doctor de Gaza arroj¨® la toalla y abandon¨® la jefatura del equipo negociador palestino. Todav¨ªa se present¨® como candidato en las elecciones legislativas, una vez establecida la Autoridad Palestina, pero renunci¨® dos a?os despu¨¦s lanzando furibundas cr¨ªticas al entonces presidente Arafat, al que tild¨® de "dictador", y contra el an¨¢rquico funcionamiento del Parlamento. Con su prestigio intacto -a diferencia de tantos dirigentes palestinos c¨¦lebres por sus tramas corruptas-, se retir¨® a Gaza, a su modesta oficina en la sede de la Media Luna Roja.