Pocoy¨®, el milagroso dibujo animado, rumbo al cine

Pocoy¨® es un ni?o curioso de cuatro a?os que vive en un mundo blanco de elefantes rosas y patos que bailan break dance. Pocoy¨® es un dibujo animado creado en Madrid que ha ganado los m¨¢s prestigiosos premios de animaci¨®n y que reconocen ni?os de m¨¢s de 100 pa¨ªses. Los dos DVD de Pocoy¨® est¨¢n entre los ocho m¨¢s vendidos en Espa?a y es el peluche preferido. Pocoy¨® es una marca mundial, un icono, una empresa de tecnolog¨ªa con unos ingresos previstos de 100 millones de euros en tres a?os y una pel¨ªcula en ciernes.

La empresa que produce la serie, emitida por La 2, apoya la descarga de cap¨ªtulos en Internet

En un edificio antiguo del centro de Madrid, de esos de techos altos y escaleras de madera, entre ordenadores, mu?equitos de pl¨¢stico, carteles de dibujos animados y videojuegos trabajan 100 personas. Son dise?adores, animadores, inf¨®grafos, programadores. Gente joven en camiseta y con gafas de colorines. "?sta es la casa de Pocoy¨®", explica Gonzalo Guirao, director de Entretenimiento Interactivo de Zinkia, la productora espa?ola que revoluciona los dibujos. "Hace unos a?os, un grupo de amigos procedentes del anterior boom de Internet decidimos crearle a nuestros hijos sus memorias. Si las nuestras son Heidi, quer¨ªamos hacer un dibujo para ellos".

As¨ª naci¨® Pocoy¨®. El nombre procede de la hija del creador, David Cantolla, que al rezar eso de "Jesusito de mi vida, eres ni?o como yo", dec¨ªa "eres ni?o poco yo". Hace cinco a?os fueron con la idea al festival publicitario de Cannes. "Todo el mundo nos dec¨ªa que est¨¢bamos locos, que no hab¨ªa sitio en el mercado infantil. No conoc¨ªamos el negocio. Pero a la vez Pocoy¨® gustaba", recuerda Guirao. Firmaron un contrato con una distribuidora brit¨¢nica.

Pocoy¨® gustaba porque los ni?os se quedan fijos con ¨¦l y porque bailan su baile. Porque a los padres les engancha ese mu?eco de formas redondeadas, que apenas habla y que cuando lo hace es para contestar a una voz en off, que vive con una elefanta rosa bailarina de nombre Elly y un pato llamado Pato, entre otros animales.

Con los brit¨¢nicos interesados en Pocoy¨®, Zinkia empez¨® el desarrollo. "Al principio llevaba chupete, pero en el Reino Unido no est¨¢ bien visto. Ten¨ªamos un equipo de psic¨®logos que supervisaba el producto. No pod¨ªa comer helados, por ejemplo". Despu¨¦s se sum¨® la multinacional japonesa de juguetes Bandai para hacer los mu?ecos. Pato ten¨ªa el cuello demasiado largo para un peluche y hubo que acortarlo; y Elly perdi¨® los colmillos y las u?as porque en un juguete pod¨ªa ser peligroso. Todo estaba calculado. Pocoy¨® no es un pelotazo fruto del azar.

As¨ª, en 2004 comenz¨® la producci¨®n de la primera temporada de Pocoy¨®: 52 cap¨ªtulos de siete minutos cada uno dedicada a ni?os de entre cero y cuatro a?os. El trabajo dur¨® 18 meses y cost¨® seis millones de euros. La serie comenz¨® en el Reino Unido en octubre de 2005. Arranc¨® ah¨ª una carrera fulgurante. Salt¨® a m¨¢s de 100 pa¨ªses: de Corea a Canad¨¢ y de China (donde la productora ha abierto una oficina) a Suram¨¦rica. El 9 de octubre de 2006, por fin, comenz¨® a emitirse en Espa?a. En La 2 de TVE, donde ha obtenido una audiencia media del 7,7%, casi el doble de la media de la cadena. La Academia Brit¨¢nica de las Artes y la Televisi¨®n la premi¨® como la mejor serie de animaci¨®n preescolar y el a?o pasado gan¨® el Festival Internacional Annecy 2006, considerado los Oscar de la animaci¨®n. Los personajes han salido en la portada de The Wall Street Journal. En enero de 2007 comenzaron a venderse en Espa?a los peluches de Pocoy¨®. Ahora preparan bicicletas, triciclos, ropa... Hay 150 productos en marcha.

El pasado 24 de abril lanzaron en DVD los primeros cap¨ªtulos de Pocoy¨®, en colaboraci¨®n con Sony Big Pictures, y en nueve meses ha vendido 130.000 copias en Espa?a, seg¨²n los datos de la consultora GFK que da la empresa. El 29 de agosto sali¨® el segundo pack y ya ha vendido m¨¢s de 15.000 unidades. La primera entrega sigue en el puesto octavo cinco meses despu¨¦s del lanzamiento.

Zinkia tiene acuerdos con las editoriales Ramdonhouse para los libros en el mundo anglosaj¨®n y con Planeta en el espa?ol. "Este primer a?o, en Espa?a, est¨¢ previsto que Pocoy¨® facture entre 12 y 15 millones de euros. La estimaci¨®n a nivel mundial los pr¨®ximos tres a?os es de 100 millones", dice el portavoz de la empresa, Alberto Gont¨¢n. La productora ha entrado en la vor¨¢gine: prepara un videojuego para Nintendo DS, en la p¨¢gina web ha tenido tres millones de descargas, est¨¢ adaptando la serie para el m¨®vil, ya que ha alcanzado un acuerdo con Vodafone para emitir los cap¨ªtulos por tel¨¦fono.

"Venimos del mundo de Internet y todo lo pensamos en varios soportes. No hacemos una serie y luego lo adaptamos", explica Guirao. A los productores no les molesta Internet ni las descargas gratuitas: "Venimos de la web. La pirater¨ªa existe; YouTube existe, no podemos negarlo. Cuando YouTube no era de Google, sub¨ªamos los cap¨ªtulos a Internet. Ahora hemos creado un canal con contenidos oficiales. No vamos a regalar peluches ni videojuegos, pero Internet nos ayuda a difundir la marca".

Teniendo en cuenta las ventas de DVD, no parece que les afecte. "Alg¨²n soci¨®logo deber¨ªa estudiarlo, pero la gente se gasta dinero en sus hijos. Seguro que hay quien compra el DVD en el top manta y que otros se lo descargan, pero no nos podemos quejar de que se venda mal", a?ade Guirao.

Pero a Pocoy¨® la televisi¨®n ya se le queda peque?a. A punto de estrenar la segunda temporada, con nuevos personajes, Zinkia prepara una pel¨ªcula. Guirao avanza el proyecto como quien revela un secreto: "Es complicado porque de siete minutos hay que pasar a una hora y media. El fondo ya no puede ser blanco. Pocoy¨® tendr¨¢ que crecer y vivir mayores aventuras. Se dirigir¨¢ a un p¨²blico m¨¢s familiar. No costar¨¢ 50 millones de euros como Shrek, pero puede que 20 s¨ª. Hemos encontrado en Pocoy¨® un fen¨®meno ¨²nico y queremos explotarlo y crecer con ¨¦l". La pel¨ªcula no estar¨¢ lista antes de 2009. Los Simpson tardaron 20 a?os en saltar de la televisi¨®n a la gran pantalla. El milagroso Pocoy¨®, mucho menos.