"No esperaba una recompensa tan salvaje"
"No se puede contestar a todas las llamadas y mensajes, ?verdad?", pregunta Blanca Portillo (Madrid, 1963). Busca corroboraci¨®n. La encuentra. Su tel¨¦fono m¨®vil no para de sonar. Son casi las cinco de la tarde. La actriz llega al Centro Cultural de la Villa de Madrid -donde act¨²a en la obra Barroco de Tomaz Pandur- con los ojos empeque?ecidos por el sue?o. El viernes le comunicaron que hab¨ªa ganado la Concha de Plata a la Mejor Actriz en el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n. Ayer segu¨ªa en estado de shock. "No entiendo qu¨¦ pasa con los del cine". Sus ojos oscuros se abren del todo ya en el camerino. En ¨¦l yace un bocadillo que compr¨® el d¨ªa anterior para comer. Ni lo toc¨®. El s¨¢bado s¨®lo tuvo tiempo de cenar. "Para m¨ª el ¨¦xito significaba tener tiempo para disfrutar, para hacer lo que uno quiere, pero yo tengo la sensaci¨®n de estar trabajando como una perra. Quiz¨¢s deber¨ªa redefinir mi concepto de ¨¦xito, ?no?".
"Tengo la impresi¨®n de que he estado veinte a?os y pico sembrando y ahora tengo un jard¨ªn precioso, tupid¨ªsimo"
"Me cuesta pensar que se valore mi trabajo de forma aislada porque el personaje de Maribel Verd¨² hace que estalle el m¨ªo"
Pregunta: Y trabajando estaba cuando se lo comunicaron, ?no?
Respuesta: S¨ª, estaba aqu¨ª, en el teatro, acab¨¦ la funci¨®n a las once de la noche y mi representante me dijo que ten¨ªa que llamar a Gracia Querejeta. Estaba llorando y le pregunt¨¦: ?Pero qu¨¦ ha pasado? Y balbuce¨® algo as¨ª como Concha y San Sebasti¨¢n. Entonces yo me ech¨¦ a llorar y llam¨¦ a Gracia y a Maribel Verd¨².
P. Las quinielas apostaban por ella...
R. ?Y yo! Porque Maribel es una actriz de tal bagaje, es una especie de libro de historia del cine espa?ol, tan joven y bonita, y con proyecci¨®n internacional... Todos apuntaban hacia ella y yo tambi¨¦n.
P. ?Y qu¨¦ le dijo Maribel?
R. Que entend¨ªa lo que me pasaba porque si hubiera sido al rev¨¦s a ella le hubiera pasado lo mismo, que no me preocupara, que estuviera contenta, que ella sab¨ªa que compart¨ªa el premio con ella, que me quer¨ªa mucho y que lo disfrutara. Y yo le dije lo mucho que la quiero y admiro porque, en esta pel¨ªcula, la mitad del trabajo es suyo. Pero Maribel es muy generosa y me dijo que no tuviera ni medio problema. Y eso me ayud¨® a pasarlo mejor esa noche.
P. ?Se prolong¨® mucho la celebraci¨®n?
R. Toda la noche. Me fui con mis amiguitos de la funci¨®n por ah¨ª a celebrarlo tomando unas copas, durmieron en casa y por la ma?ana desayunamos todos juntos. Lo celebraron como si les hubiera tocado a ellos, esta funci¨®n nos ha unido mucho y yo me sent¨ª protegida por dos soldaditos aguerridos. Luego llam¨¦ a mi familia, mi madre llor¨® mucho, y a mis hermanos, aunque no consegu¨ª hablar con todos .
P. ?Se ha deshecho ya de esa "sensaci¨®n rara" que le provoc¨® el premio?
R. No, no, no. Es una sensaci¨®n rara por inesperada, porque yo pienso que esas cosas no le pasan a una. Hago mi trabajo, es mi forma de vida, pero nunca me hubiera esperado una recompensa tan salvaje y la recibo aturdida, pensado ?seguro que no es una broma? Yo ten¨ªa la esperanza de que a Siete mesas de billar franc¨¦s le dieran la Concha de Oro o el premio a la mejor direcci¨®n, aunque entiendo que hayan premiado el gui¨®n. Pero ?yo? No estaba dentro de mis c¨¢lculos.
P. Otras sensaciones, extra?eza aparte.
R. Una infinita felicidad. Claro. Es como si hubieran llegado los Reyes Magos y me hubieran tra¨ªdo el juguete so?ado o como si me hubiera tocado la loter¨ªa de Navidad. Es muy bonito y tambi¨¦n lo fue la Palma de Cannes pero all¨ª ¨¦ramos seis... Es un orgullo enorme. Nunca, ni remotamente, hubiera pensado en lograr un premio tan importante como la Concha de Plata.
P. ?Insiste en que era m¨¢s justo el ex aequo?
R. Me cuesta pensar que se valore mi trabajo de forma aislada porque son dos personajes muy complementarios. El personaje de Maribel hace que estalle el m¨ªo. Si ella no fuera tan buena actriz me lo hubiera tenido que inventar y no hubiera salido todo tan bien. Con un buen partenaire te creces. Gracia dec¨ªa que pon¨ªamos el list¨®n muy alto, iba la otra y lo sub¨ªa, y as¨ª todo el rato. Ha sido una rivalidad sana. Con Maribel ha sido como jugar al tenis, sin ella, hubiera sido como jugar al front¨®n.
P. Le resulta extra?o que sea precisamente un jurado internacional (el ¨²nico espa?ol era el actor Eduardo Noriega) el que haya premiado su trabajo. ?Por qu¨¦?
R. Porque me da la sensaci¨®n de que hago un trabajo silencioso, vivo aqu¨ª y me cuesta pensar en cosas tan lejanas. Yo soy muy hormiguita y en el jurado hab¨ªa gente muy importante, ?es que yo soy muy mit¨®mana! No ten¨ªan m¨¢s referencias de m¨ª que Volver, Maribel s¨ª que ten¨ªa una visibilidad m¨¢s internacional. Pero, entre tanta pel¨ªcula, tanto actor, ?por qu¨¦ yo? Para m¨ª ya era un premio hacer la pel¨ªcula y estar en ese reparto tan impecable.
P. En 2004 abandon¨® Siete vidas, se fue a Argentina y a su regreso encaden¨® filmes con Pedro Almod¨®var (Volver), Agust¨ªn D¨ªaz Llanes (Alatriste) y Gracia Querejeta (Siete mesas de billar franc¨¦s). Todo un lujo.
R. Desde luego. Cuando volv¨ª rod¨¦ Elsa y Fred y empec¨¦ a preparar proyectos de teatro. Y empezaron a ocurrir cosas extra?as. Un d¨ªa me llama Luis San Narciso
[director de casting de Siete mesas de billar franc¨¦s] y me dice que Gracia Querejeta est¨¢ escribiendo un personaje para m¨ª -?y eso que no me conoc¨ªa!- pero que iba para largo; luego me dicen que Almod¨®var me quiere hacer una prueba y cuando la estaba preparando resulta que D¨ªaz-Yanes tambi¨¦n quiere que haga una prueba para Alatriste en la que, adem¨¢s, quer¨ªa que hiciera de hombre, de Inquisidor. Yo la grab¨¦ en v¨ªdeo y la envi¨¦, y me dijo que s¨ª. Almod¨®var tambi¨¦n me dijo que s¨ª y cuando estaba rodando Volver me llam¨® Milos Forman [estalla en carcajadas]. Yo me dec¨ªa que todo era muy raro... Muy positivo pero muy raro. Tengo la impresi¨®n de que he estado 20 a?os y pico sembrando y ahora empiezan a salir florecitas y tengo un jard¨ªn precioso, tupid¨ªsimo.
P. Quer¨ªa trabajar con Tomaz Pandur en la obra Barroco porque, entre otras cosas, le gusta saber qu¨¦ piensan y c¨®mo trabajan los que no son de aqu¨ª. ?Se plantea trabajar fuera de Espa?a?
R. No es mi objetivo en la vida pero lo admito como posibilidad. Yo soy muy curiosa y que me encantar¨ªa salir y ver. Claro que me da miedo porque se est¨¢ muy a gusto en tu jardincito pero lo que menos me gusta en el mundo es el conformismo, por eso me fui a empezar de cero a Buenos Aires despu¨¦s del ¨¦xito de Siete vidas. Es muy sano.
P. Dice que, a veces, le gustar¨ªa representar eternamente una obra teatral. Le pas¨® con La hija del aire en Buenos Aires y ahora con Barroco en Madrid. ?S¨®lo le pasa sobre las tablas?
R. El teatro es componente de perdurabilidad, de quedarte tanto tiempo como el p¨²blico pida, por eso me entran ganas de quedarme. El cine es muy ef¨ªmero, la claqueta marca el final y no hay nada que hacer. Aunque yo tampoco quer¨ªa que acabara el rodaje de Volver, yo hubiera hecho no una pel¨ªcula, sino una serie muy larga.
P. Pero no tardar¨¢ mucho en trabajar de nuevo con Almod¨®var...
R. No, Pedro quiere que trabaje en su pr¨®xima pel¨ªcula y yo lo voy a dejar todo, incluso el teatro, porque quiero que saque de m¨ª m¨¢s de lo que sue?o tener. No s¨¦ nada del proyecto, s¨®lo que me pondr¨¦ a las ¨®rdenes de ese gran monstruo el pr¨®ximo a?o, cuando termine las giras de Afterplay y Barroco. Me voy a preparar durante meses como un atleta en ciernes que tiene un campeonato cerca, para tener el cuerpo y el alma en forma.
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