Puesta al d¨ªa en las letras catalanas
POESIA
La ausencia fecunda
El cuento es el g¨¦nero que ha dado en catal¨¢n mejores resultados en estas ¨²ltimas d¨¦cadas
Es f¨¢cil encontrar dos o tres novelas al a?o en catal¨¢n, capaces de satisfacer al m¨¢s exigente de los lectores
Durante las ¨²ltimas d¨¦cadas los poetas catalanes han aprendido a vivir sin los maestros que llevaron adelante el intenso proceso creativo que se abre entre Jacint Verdaguer y Gabriel Ferrater. Puestos a empeorar las cosas, en las ¨²ltimas d¨¦cadas, m¨¢s o menos como en todos lados, los vientos del mercado y de la inepcia contempor¨¢nea han desplazado la poes¨ªa a la periferia. Se abri¨® entonces el interrogante de si Foix, Riba, Espriu, Carner o Vinyoli tendr¨ªan dignos sucesores. Los miedos hoy se han disipado: los maestros siguen resonando en verso ajeno. En un panorama de individualidades, en el que si hay capillas y capellanes casi nadie les echa cuenta, emergen una serie de trayectorias singulares, que convierten a la poes¨ªa catalana actual en un territorio perfectamente habitable. Destaca el esfuerzo de depuraci¨®n formal y el trato contenido y severo que dispensa Joan Margarit al dolor moral. Destaca la obra mineral de Pere Gimferrer, que explora el reverso de la identidad a trav¨¦s de un lenguaje abandonado a s¨ª mismo, pura imagen y visi¨®n fugaz. Destaca la sabidur¨ªa formal y la madurez pausada y profunda del tambi¨¦n pintor Narc¨ªs Comadira. Destaca el canto lunar y prematuramente truncado de Maria Merc¨¨ Mar?al. Destaca la polifon¨ªa de Enric Casasses, poeta y rapsoda de m¨²ltiples registros, profundo y de una seriedad radical tras su ecolalia feliz y su salmodia autom¨¢tica, aparentemente intrascendente y desmelenada. Destaca el abanico de escrituras plurales y rigurosas que abren Francesc Parcerisas, Enric S¨°ria, Arnau Pons, Albert Roig o Jordi Cornudella.
Un autor: Enric Casasses.
Un libro: C¨¤lcul d'estructures, de Joan Margarit (Proa, 2005).
NOVELA
Las puntas del iceberg
Es f¨¢cil encontrar dos o tres novelas al a?o en catal¨¢n capaces de satisfacer al m¨¢s exigente de los lectores. Y de vez en cuando, incluso alguna m¨¢s. Dejemos as¨ª de lado el mainstream adocenado (que de una u otra forma circula medio zombi por todas las literaturas habidas y por haber) y centr¨¦monos en las dos o tres docenas de novelas en catal¨¢n de aut¨¦ntico inter¨¦s que han sobresalido -como puntas de un iceberg- en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Brilla con luz propia el Cami de sirga de Jes¨²s Moncada, mezclando la eleg¨ªa con un humor sard¨®nico en la recuperaci¨®n de la memoria de la Mequinenza anegada bajo las aguas del pantano. Brilla tambi¨¦n con luz propia el conjunto de la novel¨ªstica de Baltasar Porcel, narrador de raza, de prosa vibrante y nerviosa, proteico y sensual, levantador de mitos y fabulaciones encadenadas. En un registro novel¨ªstico de ra¨ªz decimon¨®nica, que no aspira a sorprender pero de gran eficacia evocativa, encontramos la obra de Jaume Cabr¨¦. La narrativa de Jordi Coca ha dado de momento sus mejores resultados en los formatos m¨¢s arriesgados. Aunque ha dedicado mayor atenci¨®n al cuento y el articulismo, aparecen en destacad¨ªsimo lugar las innovadoras, incisivas y formalmente impecables novelas de Quim Monz¨®. Merece asimismo ser destacada la aportaci¨®n de Juli¨¤ de J¨°dar, especialmente su trilog¨ªa L'atzar i les ombres, que explora el despertar de una conciencia en un barrio de inmigraci¨®n de Badalona a contraluz de la posguerra y el desarrollismo, construyendo una novel¨ªstica compleja y sin concesiones. Han publicado tambi¨¦n novelas dignas de menci¨®n Joan Francesc Mira, Maria Merc¨¨ Marsal, Toni Sala, Carme Riera, Imma Mons¨®, Biel Mesquida, Sergi P¨¤mies, Miquel de Palol, Maria Barbal, Emili Teixidor y N¨²ria Perpiny¨¤...
Un autor: Juli¨¤ de J¨°dar
Una novela: El cor del senglar, de Baltasar Porcel (Edicions 62, 2000).
TEATRO
Del gesto a la palabra
Es de sobra conocida la solvencia del teatro catal¨¢n contempor¨¢neo. La mayor repercusi¨®n de p¨²blico corre a cargo de grupos que trabajan con el gesto, la m¨²sica y la invenci¨®n dram¨¢tica (Comediants, La Fura dels Baus, El Tricicle, Els Joglars, La Cubana). Tanto bailoteo, martillazo y pirotecnia podr¨ªa llegar a eclipsar la igualmente s¨®lida aportaci¨®n en el campo del teatro de texto. En las ¨²ltimas d¨¦cadas destacan autores como el valenciano Rodolf Sirera (Indian Summer) o el barcelon¨¦s Josep M. Benet i Jornet (Desig, L'habitaci¨® del nen) que, partiendo de un realismo influido por Tennessee Williams o Arthur Miller, incorporan en obras posteriores acentos que les conectan con Beckett o Pinter. Su faceta m¨¢s popular es la de guionista de series como Ventdelpl¨¤ (TV3) o Amor en tiempos revueltos (TVE). Un ejemplo perfecto de simbiosis y fusi¨®n entre autor y director es Sergi Belbel, el autor teatral vivo catal¨¢n (e hisp¨¢nico) m¨¢s traducido y representado en Europa. Sus obras se sit¨²an en el territorio de un realismo ir¨®nico y fragmentado, formalizado a trav¨¦s de algunas dosis de experimentaci¨®n y de un s¨®lido dominio de la carpinter¨ªa teatral. Junto a tendencias m¨¢s cr¨ªpticas y radicales (Llu?sa Cunill¨¦) hay que rese?ar el triunfo de un tipo de teatro sin pretensiones, m¨¢s comercial y de gran eficacia dram¨¢tica. Destaca en este territorio el guionista televisivo y autor teatral Jordi Galcer¨¢n, con su internacionalmente aclamado El m¨¦tode Gr?nholm. No hay que olvidar las puntuales y magn¨ªficas incursiones en el g¨¦nero dram¨¢tico de poetas y narradores como Narc¨ªs Comadira (La vida eterna) o Eduardo Mendoza (Restauraci¨®).
Un autor: Sergi Belbel.
Una obra: L'habitaci¨® del nen, de Josep M. Benet i Jornet.
CUENTO
Breves combates singulares
Probablemente el cuento es el g¨¦nero que ha dado en catal¨¢n mejores resultados en estas ¨²ltimas d¨¦cadas. Ha sabido vivir casi al margen del mercantilismo editorial y de las inercias y los peajes del mecenazgo y la valoraci¨®n institucional. Se ha movido en una l¨ªnea friccional y cr¨ªtica. Sin renunciar al impacto emocional y al humor afilado, la corriente dominante en el cuento catal¨¢n aspira a generar conocimiento literario genuino a base de suscitar la guerra de los sue?os. El cuento es casi por definici¨®n el g¨¦nero catal¨¢n m¨¢s universal: explora microclimas y problemas inmediatos, pero aporta a la vez los mecanismos literarios necesarios para proyectarlos a territorios formalizados y accesibles desde cualquier rinc¨®n del mundo. Sin dejar de lado la tradici¨®n propia (Joaquim Ruyra, Pere Calders, Jordi Sarsanedas), el cuento catal¨¢n actual se mueve entre la influencia iberoamericana, norteamericana y europea. Destacan por su intensa dedicaci¨®n y por la calidad de los resultados, Quim Monz¨® y Sergi P¨¤mies, autores de personalidad, preocupaciones literarias y estilo claramente diferenciado (Monz¨® siempre m¨¢s atento a la forma, m¨¢s sutil, complejo y metaliterario; P¨¤mies siempre m¨¢s directo, esencial y descarnado, puro aplomo, m¨¢s mirada que voz), los dos con una compartida pasi¨®n por las formas breves, por el rigor y la falta de afectaci¨®n. Con menor reincidencia, pero ya con un pu?ado de cuentos de gran fuerza, destacan Jordi Punt¨ª, Empar Moliner, Imma Mons¨®, Merc¨¨ Ibarz o Francesc Ser¨¦s.
Un autor: Quim Monz¨®.
Un libro: Si menges una llimona sense fer ganyotes, de Sergi P¨¤mies (Quaderns Crema, 2006).
'BEST SELLERS'
Monstruos, travestis y pol¨ªticos recalificadores
A principios de los ochenta las letras catalanas respiraron aliviadas cuando empezaron a poder liberarse de la quim¨¦rica pero inexcusable tarea de salvar els mots. En todos lados se recuperaba el principio del placer despu¨¦s de d¨¦cadas instalado en la aflicci¨®n realista y la contorsi¨®n experimental. En 1980 gan¨® el Premio La Sonrisa Vertical de literatura er¨®tica, el libro de relatos Deu pometes t¨¦ el pomer, escrito en catal¨¢n por la autora colectiva Ofelia Dracs, tras la que se escond¨ªan j¨®venes autores como Maria Ant¨°nia Oliver o Quim Monz¨®. La literatura de g¨¦nero salt¨® a la palestra coincidiendo con la ampliaci¨®n del p¨²blico lector que emerg¨ªa tras el levantamiento a las prohibiciones sobre el catal¨¢n. La novela negra ha sido en estas ¨²ltimas d¨¦cadas el g¨¦nero dirigido a un p¨²blico amplio que m¨¢s y mejores resultados ha obtenido. Tras la estela de autores como Rafael Tasis, Jaume Fuster o Manuel de Pedrolo que hab¨ªa abierto ya un camino en d¨¦cadas anteriores, aparecen Andreu Mart¨ªn o Ferran Torrent, autor de una serie de potentes novelas negras que superan las fronteras del g¨¦nero, con tramas inteligentes y bien construidas, que trazan un vibrante retrato social de la Valencia oficial y engominada, corrupta y recalificadora, en contraste con la colorista y vital Valencia canalla de la noche subterr¨¢nea. Los a?os noventa trajeron el best seller sentimental y seudohist¨®rico del que nada rese?able queda m¨¢s all¨¢ del ¨ªndice de ventas. Abriendo camino en un territorio sin tradici¨®n en catal¨¢n, el antrop¨®logo y novelista Albert S¨¢nchez Pi?ol se ha convertido en un superventas internacional con una novela fant¨¢stica, La pell freda, a medio camino de Conrad y Lovecraft, que traza un viaje a las tinieblas a trav¨¦s de los mecanismos del miedo. Al mismo tiempo, fascina y da qu¨¦ pensar.
Un autor: Ferran Torrent.
Un libro: La pell freda, Albert S¨¢nchez Pi?ol (La Campana, 2002).
NO FICCI?N
Retratos, cr¨®nicas y espejismos
El prejuicio regional pretende que la no ficci¨®n en catal¨¢n se reduce a una endog¨¢mica exudaci¨®n patriotica fundadora de mitos. Nada m¨¢s alejado de la verdad. ?Es f¨¢cil encontrar por el mundo un libro tan bien escrito y tan humano como Quinze generacions d'una familia catalana, del medievalista y cervantista Mart¨ª de Riquer? ?O un testimonio vital tan exuberante y magistral como el que leg¨® Eugeni Xammar en Seixanta anys d'anar pel m¨®n? ?Es f¨¢cil tropezar por el mundo con rarezas tan fascinantes como el Verb¨¤lia de M¨¤rius Serra, un tratado sobre enigm¨ªstica sin parang¨®n internacional? Contra lo que reza el t¨®pico, hay vida en la no ficci¨®n catalana al margen del campo fecundo del ensayo hist¨®rico o filol¨®gico. Dejar testimonio personal del paisaje humano inmediato ha sido, como m¨ªnimo desde Josep Pla y Joan Fuster, tarea absorbente. Y es que tiene mucho sentido escribir sobre las presencias opacas, sobre las desmemorias y las razones de un pa¨ªs al tiempo enraizado y quim¨¦rico. Y tiene tanto o m¨¢s sentido dejar testimonio de un mundo global que enloquece y se acelera a ojos vista desde la perspectiva concreta de una centenaria lengua neolatina de un rinc¨®n del noreste de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. ?ste es el caso del columnismo de Quim Monz¨®, antologado en siete vol¨²menes impagables, siempre pulverizando el t¨®pico, y escrutando el reverso del espect¨¢culo p¨²blico y sus detalles inquietantes. Tambi¨¦n en la prensa publicaba su Dietari Pere Gimferrer, un autorretrato trazado a contraluz de su experiencia cultural. Del mismo Gimferrer hay que recordar su magn¨ªfico L'agent provocador (?para cu¨¢ndo esas memorias prolijas y detalladas de centenares de p¨¢ginas que lleva a?os escribiendo?). En el columnismo destacan tambi¨¦n Josep M. Espin¨¤s, Sergi P¨¤mies, Empar Moliner, Xavier Montany¨¤ o Toni Sala. En el dietarismo reciente destacan los valencianos Vicent Alonso, Enric S¨°ria y Feliu Formosa, o el mallorqu¨ªn Valent¨ª Puig. En el ensayismo hay que recordar los nombres de Perejaume, Antoni Mar¨ª, Arnau Pons, Ramon Farr¨¦s y Simona Srabeck. En el reportaje de ficci¨®n (o el cuento de no ficci¨®n) destaca Francesc Ser¨¦s.
Un autor: Pere Gimferrer.
Un libro: Quinze generacions d'una familia catalana, de Mart¨ª de Riquer (Quaderns Crema, 1998).
Manel Oll¨¦ es autor de Combats singulars. Antologia del conte catal¨¤ contemporani (Quaderns Crema, Biblioteca M¨ªnima 166, Quaderns Crema, 2007).
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