"En la ¨®pera, todos estamos subordinados a la m¨²sica"
Carlos Saura es el director esc¨¦nico de la nueva versi¨®n de Carmen que presenta el Palau de les Arts a partir del d¨ªa 27, coproducida con Florencia. El director aragon¨¦s, ligado desde hace tiempo a la figura de esta m¨ªtica cigarrera (pel¨ªcula con Antonio Gades en 1983, versi¨®n teatral de la misma, ¨®pera en Stuttgart con su hermano Antonio, ¨®pera en el Festival dei Due Mondi, etc.), trabaja esta vez con Lorin Maazel a la batuta, mientras que Julia Gertseva, Miroslav Dvorsk? y Carlos ?lvarez encarnan los principales papeles. Hasta el momento, su experiencia oper¨ªstica se limita a Carmen, aunque empieza a apetecerle enfrentarse con el Don Giovanni mozartiano, a partir de la profundizaci¨®n en este personaje que le est¨¢ proporcionando una pel¨ªcula a medio rodar sobre Lorenzo da Ponte, el libretista de Mozart y que se llamar¨¢ Io, Don Giovanni, justamente, porque desemboca en este personaje.
"Carmen, por un lado, es un personaje que presume de libertad, como un p¨¢jaro. Hasta ah¨ª puede representar a la mujer actual"
"Vamos a hacer una versi¨®n muy limpia, nada de costumbrismo, con bastidores trasl¨²cidos que dejan ver las sombras de las cigarreras"
Preguntado por la evoluci¨®n que pudiera haber en su concepci¨®n de Carmen, responde que se trata, m¨¢s bien, de una adaptaci¨®n al g¨¦nero. La pel¨ªcula estaba basada en la idea que un core¨®grafo pod¨ªa tener sobre la obra de M¨¦rim¨¦e, pero todo estaba enfocado hacia el baile, y la figura central era Antonio Gades (Don Jos¨¦). "En la ¨®pera, aunque los dos personajes son inseparables, la protagonista indiscutible es Carmen". "Adem¨¢s, en la ¨®pera, todos estamos subordinados a la m¨²sica: hay unos compases y unos ritmos inflexibles. Lo que yo puedo hacer es tratar de influir en la actuaci¨®n de los cantantes para que interpreten mejor, y esto resulta sorprendente: es una maravilla verlos funcionar como estupendos actores, porque un cantante bastante tiene con no perder el ritmo musical ni la calidad de la voz que es, en definitiva, lo que valora el amante de la ¨®pera..."
Reconoce, sin embargo, que cada vez se le da m¨¢s importancia al componente esc¨¦nico, y habla de la escenograf¨ªa firmada por Laura Mart¨ªnez. "Vamos a hacer una versi¨®n muy limpia, nada de costumbrismo, muy sobria, con bastidores trasl¨²cidos que dejan ver las sombras de las cigarreras trabajando, o de la gente que pasea. Tambi¨¦n trabajamos mucho con el color. Los telones son reproducciones de grabados de Dor¨¦. "Aqu¨ª est¨¢ la espa?olada", se r¨ªe, mientras exhibe unas copias de los mismos, impresionantes todos ellos, especialmente el de la corrida. Habla con prudencia pero con convicci¨®n del car¨¢cter "espa?ol" de Carmen. Sabe perfectamente que Bizet nunca estuvo en Espa?a, y que apenas conoc¨ªa la m¨²sica espa?ola, que su famosa Habanera es un peque?o plagio de Iradier..., pero insiste: "Hay en la obra un aroma espa?ol deliberado, que pasa a trav¨¦s de un m¨²sico franc¨¦s y culto. Veo m¨¢s sensaciones espa?olas en Bizet de lo que pensamos, aunque nunca haya estado en Espa?a. Adem¨¢s, ah¨ª est¨¢n, en el libreto, Sevilla, la taberna de Lillas Pastia, el baile que tiene lugar all¨ª, las casta?uelas, el torero... Yo no me invento nada. Ciertamente, el ritmo no es para nada flamenco, pero puede bailarse como tal. El flamenco se adapta a tantas cosas..."
?Va a hacer que Julia Gertseva (la mezzo rusa que protagoniza Carmen en Valencia) baile flamenco? "No s¨¦ si tanto, no como una bailaora, pero s¨ª el dar pasos aflamencados, moverse con cierto garbo, que los movimientos de los brazos sean arm¨®nicos, est¨¢ ense?¨¢ndole una ayudante de Cristina Hoyos y ella [Gertseva] es muy voluntariosa...".
Se vuelve en la entrevista al tema central: el car¨¢cter de Carmen. Es aleccionador verle tan seguro sobre las enormes diferencias entre la Carmen de Bizet y la de M¨¦rim¨¦e, tantas veces confundidas debido a que la novela de este dio origen al libreto utilizado por aquel. Radicalmente opuesto a que Carmen aparezca como una prostituta ladrona y sin ning¨²n c¨®digo moral -as¨ª se muestra en M¨¦rim¨¦e-, Saura reconoce que hay una gran dificultad en presentarla con el punto de elegancia necesario sin privarla del genuino car¨¢cter popular que tambi¨¦n tiene en la obra. Parece bastante preocupado por encontrar ese punto donde confluye la complejidad de los personajes, tambi¨¦n cuando hablamos de sus proyectos para Don Giovanni.
"En la ¨®pera hay un contrasentido. Carmen, por un lado, es un personaje que presume de libertad, como un p¨¢jaro. Hasta ah¨ª puede representar a la mujer actual, que hace de su vida lo que le da la gana. Pero cuando echa las cartas para ver su destino, la libertad desaparece, porque ella sabe que va a morir, y a manos de Don Jos¨¦. Carmen podr¨ªa marcharse y no provocar a Don Jos¨¦, como hace al final, pero hay un fatum que se lo impide. Se trata de una libertad condicionada". En cuanto a los valores morales del personaje, Saura la encuentra noble y sincera -todo lo contrario del personaje de M¨¦rim¨¦e-, adem¨¢s de atractiva, fuerte y femenina.
En lo que se refiere a Don Jos¨¦, Saura lo ve como un personaje muy simple, sin otra finalidad en la vida que amar a Carmen: "Inexperto, delicado, casi femenino". Cuando se le pregunta c¨®mo tanta delicadeza desemboca en un asesinato, el director aragon¨¦s se remite a la simpleza mencionada antes ("o m¨ªa o de nadie") y al estado de descontrol que presenta en el ¨²ltimo acto, debido a sus celos extremados. Plantea que casi se trata de un doble suicidio: Don Jos¨¦ mata a Carmen, aun sabiendo que sin ella ¨¦l no es nada, porque no tiene otro objetivo en la vida. Y Carmen lo necesita para morir, porque acepta y asume que ¨¦se es su destino y no lo rehuye.
La escenograf¨ªa dise?ada para ese momento la describe como muy sencilla, con unos paneles que van trazando una especie de semic¨ªrculo -una plaza de toros- abierto hacia los espectadores. El duelo enfrenta a Don Jos¨¦ y Carmen, que est¨¢n en el centro del ruedo. No hay esta vez, como es habitual, dos espacios paralelos. La lucha de Escamillo con el toro de verdad s¨®lo se escucha en la m¨²sica. Aqu¨ª la plaza no presenta su exterior al p¨²blico, sino el interior. El desfile de la cuadrilla se verifica all¨ª, pero luego quedan solos Carmen y Don Jos¨¦. "El verdadero drama, como idea, sucede dentro de la plaza", concluye Saura.
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