Bielsa vuelve a casa
El ex t¨¦cnico de Argentina debuta en Buenos Aires al frente de Chile
El hombre volver¨¢ a transitar por caminos conocidos. Durante 90 minutos trazar¨¢ nuevamente con su paso nervioso senderos donde dej¨® marcadas huellas profundas; igual que antes se frenar¨¢ de golpe, se pondr¨¢ de cuclillas, gritar¨¢ ¨®rdenes con su verbo respetuoso y prolijo; tal como siempre se abstraer¨¢ del entorno para dejar que su mente fren¨¦tica elabore estrategias, soluciones, cambios.
El hombre, Marcelo Bielsa, recuperar¨¢ sin dudas viejas sensaciones cuando esta tarde pise el estadio Monumental del River Plate bonaerense. S¨®lo habr¨¢ una variante: no vestir¨¢ la ropa oficial de la selecci¨®n argentina, sino la de Chile, el equipo que le convenci¨® para salir del autoim-puesto ostracismo al que se someti¨® desde septiembre de 2004, cuando decidi¨® por sorpresa renunciar a su cargo como conductor de la plantilla albiceleste.
La llegada del Loco en el banquillo rival abre la fase de clasificaci¨®n para el Mundial 2010
La presencia del Loco en el banquillo rival es uno de los mayores alicientes que plantea el partido inaugural de la fase clasificatoria suramericana para el Mundial 2010 (C+ F¨²tbol, 22.40). Porque entusiasma a los chilenos y divide a los argentinos. A un lado de la cordillera andina, la llegada del entrenador de Rosario renov¨® la ilusi¨®n de una afici¨®n golpeada tras varios a?os de frustraciones (de los ¨²ltimos seis Mundiales, Chile s¨®lo disput¨® el de 1998), y los ¨²nicos dos amistosos jugados, en Suiza y Austria, mostraron un hecho in¨¦dito que anticipa un estilo diferente: el equipo juega al ataque, incluso si se pone por delante en el marcador. Para ello cuenta con delanteros tan interesantes como Mat¨ªas Fern¨¢ndez (Villarreal), Humberto Suazo (Monterrey, M¨¦xico) o el eterno Marcelo Salas.
Aunque hoy, para desgracia de Bielsa, le faltar¨¢ su mayor promesa, Alexis S¨¢nchez, actual jugador del River argentino. Su ausencia gener¨® uno de los habituales puntos de discordia entre dos pa¨ªses con mucha m¨¢s rivalidad fuera del campo que estrictamente futbol¨ªstica. El pasado 23 de septiembre, una dura entrada de Juan Carlos Blengio, defensa del Tigre de Buenos Aires, acab¨® rompiendo el ligamento lateral externo del tobillo izquierdo del Ni?o Maravilla. "Fue a prop¨®sito", dijo parte de la prensa en Chile, teor¨ªa abonada por Arturo Vidal, lateral del Bayer Lever-kusen. Y ayud¨® a calentar un duelo ya de por s¨ª ardiente.
Al este de los Andes, Chile despierta, en general, pocas simpat¨ªas. Y ah¨ª radica la inc¨®gnita del recibimiento que tendr¨¢ Bielsa cuando se asome por el t¨²nel del Monumental. Algunas encuestas de los ¨²ltimos d¨ªas permiten aventurar que habr¨¢ m¨¢s aplausos que silbidos, que seguramente ser¨ªan menos si el entrenador hubiera elegido otro equipo para su regreso a los banquillos.
Quienes no tienen dudas, en cambio, son sus ex dirigidos. "Fue el mejor t¨¦cnico que tuve", sentenci¨® Carlos T¨¦vez. "Le debo mucho en mi carrera", agradeci¨® Gabriel Heinze. Y quien m¨¢s quien menos, el t¨¦cnico Alfio Basile incluido, dej¨® caer alg¨²n juicio positivo sobre el Loco. Con seguridad, casi todos los integrantes de la plantilla argentina cruzar¨¢n la frontera del campo para saludar a un hombre por el que sienten admiraci¨®n, una persona que consideran por encima de cualquier rivalidad. Aunque esta tarde sus pasos empiecen a dejar rastros en la acera de enfrente.
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