?'Adieu' C¨¦cilia?

La historia de amor entre Nicolas Sarkozy y C¨¦cilia Ciganer-Alb¨¦niz es novelesca: pasiones, traiciones, desencuentros. Ahora, todo indica que el matrimonio del presidente franc¨¦s ha entrado definitivamente en quiebra y que el Palacio del El¨ªseo se apresta a anunciar la ruptura con la descendiente del compositor Isaac Alb¨¦niz.

Ella ha sido la gran querencia del presidente. Fue ¨¦l quien la cas¨® en 1984, cuando era alcalde de Neuilly, con un famoso animador de la televisi¨®n que acaba de fallecer. Ocho a?os despu¨¦s, Sarko y C¨¦cilia, divorciados y con hijos de sus anteriores relaciones, contrajeron matrimonio. Pero la relaci¨®n no fue f¨¢cil, reflejo de amores agitados. En 2005 se separaron ruidosamente por una infidelidad de ¨¦l respondida con una traici¨®n de ella. La paz pareci¨® sellarse antes de las elecciones presidenciales. C¨¦cilia se implic¨® en la campa?a y apoy¨® a su marido. ?ste la obsequi¨® con un cinematogr¨¢fico beso en la boca el d¨ªa de su toma de posesi¨®n. El Peque?o Napole¨®n le perdonaba as¨ª su extra?a decisi¨®n de no votar en la segunda vuelta de las presidenciales. Pero el camino estaba lleno de obst¨¢culos.

C¨¦cilia se mueve en la contradicci¨®n de quien sabe que debe comportarse como pareja de una figura p¨²blica y desea a la vez tener su propio espacio. No es f¨¢cil compaginarlo. Si reivindicaba su derecho a la privacidad no se entendi¨® que se comprometiera en el caso de la liberaci¨®n de las enfermeras b¨²lgaras y luego no viajara hace unos d¨ªas con su marido a Sof¨ªa. La vida privada de un pol¨ªtico no siempre tiene impacto en la p¨²blica. Caso emblem¨¢tico de ello fue Fran?ois Mitterrand. En el del fogoso Sarkozy est¨¢ por ver, ya que su esposa influye en sus actos p¨²blicos.