La invitaci¨®n que nunca existi¨®

La supuesta invitaci¨®n de la Bienal de Venecia a Catalu?a qued¨® ayer sin efecto. Nunca existi¨®. La noticia salt¨® el domingo en Francfort, durante el balance de la presentaci¨®n catalana en la Feria del Libro. El vicepresidente del Gobierno de la Generalitat, Josep Llu¨ªs Carod Rovira, anunci¨® que "en 2009 Catalu?a ser¨ªa el pa¨ªs invitado con un pabell¨®n propio en la Bienal de Venecia" y coment¨® que se trataba del tercer pa¨ªs sin Estado invitado tras los casos de Escocia y Gales.

La sorpresa en el sector art¨ªstico y los conocedores de la Bienal fue may¨²scula. El anuncio fue inmediatamente desmentido por fuentes de la la propia Bienal, que matizaron dos puntos fundamentales: el primero, que la Bienal nunca invita a nadie, sino que son los pa¨ªses los que proponen su candidatura; y el segundo, que tanto Escocia como Gales, que se presentan de forma aut¨®noma desde 2003, no lo hacen en la secci¨®n dedicada a las representaciones nacionales, sino en la parte denominada como "eventos colaterales", que re¨²ne iniciativas dispares.

Para dejar las cosas m¨¢s claras, el presidente de la instituci¨®n veneciana, Davide Croff, emiti¨® ayer un comunicado formal en el que, entre otras consideraciones, indicaba: "La Exposici¨®n de Arte tiene un reglamento preciso relativo a la participaci¨®n de Estados y entidades. Junto al director art¨ªstico, valoraremos en los tiempos y con las formas debidas la propuesta formal de la regi¨®n aut¨®noma de Catalu?a cuando nos llegue".

Porque la propuesta ni siquiera ha llegado a Venecia. Ayer tuvo que admitir el error el Institut Ramon Llull (IRL) -la entidad encargada de la difusi¨®n exterior de la cultura catalana que est¨¢ adscrita al departamento de Carod- en otro comunicado en el que reconoce que "como es sabido, en la Bienal no existe la figura del pa¨ªs invitado" y a?ade que "ha empezado las gestiones necesarias para que Catalu?a tenga un pabell¨®n que forme parte del programa oficial". El comunicado avanza que uno de los espacios posibles podr¨ªa ser el palacio Fortuny, que forma parte de los Museos C¨ªvicos Venecianos: "El alcalde de la ciudad, Massimo Cacciari, respondiendo a la petici¨®n formulada por el director del IRL, se ha mostrado entusiasta y dispuesto a ofrecer la m¨¢xima colaboraci¨®n para formalizar la propuesta catalana".

La respuesta de Cacciari, que como alcalde de Venecia es tambi¨¦n vicepresidente de la Bienal, no se hizo esperar y pocas horas m¨¢s tarde contest¨®, c¨®mo no, con otro comunicado: "Soy favorable a que todas las naciones europeas tengan una presencia en la Bienal: Catalu?a, como Gales o Escocia y cualquier otro pa¨ªs con una cultura y un idioma propios, aunque no sea un Estado. Esto implica un esfuerzo econ¨®mico con el que carga la naci¨®n que es candidata: de ninguna manera el Ayuntamiento puede regalar o acondicionar un espacio. Hay que recordar que no es posible construir nuevos pabellones en los Giardini y por tanto Catalu?a deber¨¢ buscar una sede id¨®nea en la ciudad". A prop¨®sito de la posibilidad de que el pabell¨®n catal¨¢n pueda ocupar el palacio Fortuny, el alcalde afirm¨®: "Si por entonces est¨¢ libre, ya que lleva el nombre [catal¨¢n] de Fortuny, ?por qu¨¦ no? Sin embargo, todos los medios para acondicionarlo tendr¨¢n que ir a cargo de la Generalitat".

La propuesta, en cualquier caso, deber¨¢ presentarse a los nuevos ¨®rganos directivos de la Bienal, que en principio deben elegirse el pr¨®ximo mes de febrero, aunque es posible que se adelante la consulta.

El Partido Popular tambi¨¦n quiso ofrecer ayer su opini¨®n sobre el asunto afirmando que la presencia catalana en Venecia responde a "intereses pol¨ªticos y no culturales" y s¨®lo contribuye a que Espa?a aparezca en el exterior "parcelada". La diputada popular Beatriz Rodr¨ªguez Salmones consider¨® "desproporcionada" la aportaci¨®n econ¨®mica del Ministerio de Industria a la representaci¨®n de Catalu?a en Francfort, y pidi¨® al Gobierno que regule la presentaci¨®n de las diversas comunidades en los foros internacionales.El alcalde de Venecia dice que se estudiar¨¢ la propuesta, pero que no asumir¨¢ los gastos