"Somos la voz de los sin voz"
Medio centenar de expertos debaten en Barcelona c¨®mo recuperar la memoria de las v¨ªctimas de la represi¨®n pol¨ªtica
"Somos la voz de los sin voz de la historia democr¨¢tica", asegura Julian Bonder (Nueva York, 1962). Bonder es uno de los 50 expertos que participan desde hace cuatro d¨ªas en el coloquio internacional sobre la memoria democr¨¢tica que se celebra en Barcelona. Este arquitecto ha dedicado una gran parte de su vida a investigar y dise?ar monumentos relacionados con la memoria hist¨®rica. Su estudio de Cambridge, en el estado de Massachusetts, es una f¨¢brica de proyectos, entre los que destaca el Centro de Estudios del Holocausto y del Genocidio de la Universidad de Clark.
"Mi proyecto m¨¢s importante ser¨¢ el primer memorial sobre la abolici¨®n de la esclavitud, que se extender¨¢ a lo largo de 400 metros en la orilla del r¨ªo Loire en la ciudad francesa de Nantes", afirma Julian Bonder. ?l descubri¨® el valor de la memoria hist¨®rica en seno de su propia familia, de religi¨®n jud¨ªa. Su madre fue superviviente de la persecuci¨®n nazi.
Judith Said (Buenos Aires, 1950), funcionaria de la Administraci¨®n, coordinadora general del Archivo Nacional de la Memoria de Argentina, es tambi¨¦n de origen jud¨ªo. Su familia formaba parte de la comunidad hebrea de Damasco, que sali¨® del pa¨ªs ¨¢rabe hace cerca de un centenar de a?os. Sus vinculaciones con el colectivo jud¨ªo la han llevado a investigar la represi¨®n que la dictadura argentina ejerci¨® sobre 2.000 ciudadanos de esta religi¨®n. Pero ¨¦ste no es su trabajo principal.
"Desde mi organismo, dependiente del Estado, hemos localizado 500 centros clandestinos de detenci¨®n durante la dictadura. Hemos empezado a se?alizar los lugares con placas, tras haber llegado a un acuerdo con el Ministerio de Defensa. Hemos logrado que algunos de estos lugares, como la nefasta Escuela de Mec¨¢nica de la Armada, sean desalojados y recuperados para la historia. Es un espacio tan importante como el Campo de Mayo de C¨®rdoba", recalca Judith Said.
La recuperaci¨®n en Argentina est¨¢ vinculada al debate y a la investigaci¨®n. Todo ello ha permitido acumular un gran numero de documentos que se convierten en pruebas en los juicios contra los genocidas.
Ciraj Rassol (Ciudad del Cabo, 1961) es profesor de Historia de la Universidad del Cabo Occidental, uno de los feudos intelectuales de la izquierda en Sur¨¢frica. Pero sobre todo este hombre de tez oscura, mezcla de africano, asi¨¢tico y europeo, dedica su tiempo a dirigir el Museo del Distrito Seis de la Ciudad del Cabo.
"El Distrito Seis es un barrio y tambi¨¦n un s¨ªmbolo de lo que fue el apartheid. Cerca de 60.000 personas que viv¨ªan all¨ª fueron desalojadas y sus casas destruidas durante las d¨¦cadas de 1970 y 1980. El barrio se convirti¨® de esta manera en un feudo de la comunidad blanca. El museo surgi¨® como consecuencia de un debate con algunos de los expulsados. Hoy es un centro de referencia en la concienciaci¨®n del apartheid", explica de manera did¨¢ctica el profesor Rassol.
Desde el Museo del Distrito Seis se impulsa tambi¨¦n un proceso de recuperaci¨®n y de indemnizaci¨®n de la comunidad en su d¨ªa expulsada. Los a?os y la represi¨®n no han pasado en balde: s¨®lo 2.000 de estos supervientes han presentado reclamaciones ante el Estado.
Elisabeth Lira (Santiago de Chile, 1944) es psic¨®loga. Es directora del centro de ?tica de la Universidad Alberto Hurtado. Durante m¨¢s de veinte a?os trabaj¨® como psic¨®loga cl¨ªnica con las v¨ªctimas de la represi¨®n de Pinochet. Atendi¨® a torturados en los peores a?os de la dictadura, gracias a la protecci¨®n de la Iglesia cat¨®lica, que permiti¨® que los bancos de sus templos se convirtieran en divanes para psicoan¨¢lisis. Hoy, sin embargo, Elisabeth Lira se dedica a la investigaci¨®n hist¨®rica.
"Estudio la reconciliaci¨®n pol¨ªtica, que ha sido utilizada por las clases gobernantes de modo reiterativo en la historia de este pa¨ªs en su favor, favoreciendo as¨ª la inmunidad. Con ello se consegu¨ªa anestesiar a la sociedad y evitar pedir responsabilidades a los represores. Pero esta din¨¢mica felizmente se quebr¨® en 1990 con la detenci¨®n de Pinochet", explica la doctora Lira. En su opini¨®n, s¨®lo la investigaci¨®n hist¨®rica puede dar respuesta a las angustias de los torturados.
Conxita Mir (Torregrossa, 1952), profesora de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad de Lleida, dirige desde hace un a?o el Plan Piloto de Memoria en Lleida, encargado por la Generalitat de Catalu?a. El proyecto profesional e intelectual de esta acad¨¦mica esta profundamente enraizado en sus vivencias, en una regi¨®n profundamente maltratada por la Guerra Civil. Cuando Conxita preguntaba a su padre qu¨¦ hab¨ªa hecho en la guerra, ¨¦ste invariablemente le contestaba: "Correr". A ella le ha tocado investigar.
"Me encargaron este trabajo porque previamente hab¨ªa dirigido una investigaci¨®n sobre el Tribunal de Responsabilidades Pol¨ªticas en Lleida a trav¨¦s de 4.000 expedientes localizados en la Audiencia Provincial. Luego vinieron otras investigaciones, entre ellas la publicaci¨®n de un libro sobre la marginaci¨®n y la represi¨®n en la posguerra de la Catalu?a rural", explica Conxita Mir.
El plan piloto ha permitido, entre otras cosas, empezar a explorar la historia de m¨¢s de 100 municipios de Lleida. S¨®lo es el principio.
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