Barco a la deriva
Un Pleno del Tribunal Constitucional (TC) formado s¨®lo por 10 de sus 12 magistrados acept¨® el pasado martes -gracias al voto de calidad de Vicente Conde- las abstenciones de la presidenta Casas y del vicepresidente Jim¨¦nez para la deliberaci¨®n y fallo del recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP contra dos modificaciones de su ley org¨¢nica (LOTC) aprobadas por el Parlamento el pasado 24 de mayo. Se abren as¨ª las puertas -el recurso del grupo popular fue admitido a tr¨¢mite por unanimidad el mismo d¨ªa-a la anulaci¨®n de ambas reformas por un TC de formato reducido: la pr¨®rroga del mandato trienal del presidente hasta la pr¨®xima renovaci¨®n parcial del tribunal y la participaci¨®n de los parlamentos auton¨®micos en la designaci¨®n de los cuatro magistrados del Senado. El bot¨ªn es suculento: la improrrogabilidad del mandato de Casas -concluido formalmente en junio- permitir¨ªa la ocupaci¨®n de su cargo por un magistrado af¨ªn al PP que podr¨ªa deshacer los empates con el voto dirimente de calidad del presidente, establecer el orden de discusi¨®n de los recursos y transformar al TC en una Tercera C¨¢mara dedicada a desmantelar las leyes impugnadas por los populares durante la legislatura.
La crisis del Constitucional se agrava con las maniobras para sustituir a su presidenta
La alianza apenas disfrazada entre el PP y la mitad de los magistrados designados bajo su padrinazgo est¨¢ acabando con la independencia del TC como el int¨¦rprete supremo de la Constituci¨®n que deber¨ªa pronunciarse sobre los conflictos pol¨ªticos desde un punto de vista estrictamente jur¨ªdico. La inicua recusaci¨®n del magistrado Pablo P¨¦rez Tremps, hecha suya por el bloque conservador para deshacer un previsible empate en el tribunal sobre el recurso del PP contra el Estatuto catal¨¢n, ha proseguido con la estimaci¨®n de las abstenciones presentadas por Casas y Jim¨¦nez, cuyos excesivos escr¨²pulos les llevaron a temer la posibilidad de una apariencia de inter¨¦s directo suyo en la interpretaci¨®n de un precepto abstracto.
Aunque habr¨¢ que aguardar a la notificaci¨®n del auto y de los votos discrepantes para ponderar los argumentos jur¨ªdicos enfrentados, la batalla para conquistar la presidencia del TC sin reparar en procedimientos resulta evidente. La pr¨®rroga del mandato presidencial recurrida por el PP no es sino la consolidaci¨®n legal de un uso impuesto por la pr¨¢ctica desde la ¨¦poca de Tom¨¢s y Valiente. El Gobierno parece dispuesto ahora a recusar a dos magistrados del bloque conservador -Garc¨ªa-Calvo y Rodr¨ªguez Zapata- por su contaminaci¨®n en el pleito sobre la reforma de la LOTC; de conseguirlo, el jibarizado Pleno del tribunal encargado de resolver el recurso estar¨ªa compuesto por el m¨ªnimo legal de ocho magistrados. En cualquier caso, el Constitucional -la gran mayor¨ªa de cuyos miembros fue renovada bajo el mandato de Aznar- es un barco fantasma a la deriva, amenazado por el pirateo de los partidos y anegado por v¨ªas de agua que su dividida tripulaci¨®n ni quiere, ni puede, ni sabe reparar. -
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