Butelle anima al Athletic

El Athletic se llev¨® de Valladolid una victoria de la que apenas podr¨¢ presumir porque la consigui¨® con la colaboraci¨®n del portero del Valladolid, porque se pas¨® la ¨²ltima media hora de partido aculado en su defensa y con casi nada que decir, y porque dio vida a un rival que estaba hundido y ni con dos goles de ventaja tuvo cerrado el choque en ning¨²n momento. Incluso los cambios de Caparr¨®s emitieron mensajes negativos, Aduriz por V¨¦lez y sobre todo Murillo por Etxeberr¨ªa. Y todo ello frente al Valladolid, que ha olvidado su inicio de temporada cuando le dio un repaso al Espanyol o al Madrid, que vive ya con la congoja de encontrarse en el fondo de la clasificaci¨®n y al que su entrenador no es capaz de dar la buena pinta que ten¨ªa hace apenas un mes.

El Athletic se situ¨® en el campo, comprob¨® que su formaci¨®n estaba en orden y en diez segundos solt¨® el primer golpe, un cabezazo de Aduriz que sobrepas¨® a Butelle y se fue al palo. La jugada fue s¨®lo un ensayo general del primer gol, aunque para entonces Aduriz tuvo que darse unos empujones con Garc¨ªa Calvo, llegar a la l¨ªnea de fondo y colocar el bal¨®n entre las piernas del portero. No era un bal¨®n complicado, casi no hab¨ªa angulo por donde colocar el bal¨®n, pero Butelle sali¨® al encuentro del delantero con las piernas separadas.

Con la ventaja del gol el Athletic comenz¨® a gestionar el esfuerzo y a administrar los riesgos. La intensidad del Athletic result¨® demoledora para un equipo con fama de intenso y a Mendilibar no le qued¨® otra que sentar a Borja, uno de sus futbolistas preferidos y colocar a Vivar Dorado en el centro del campo cuando s¨®lo se hab¨ªa jugado media hora. Y es que s¨®lo un minuto antes del cambio Borja hab¨ªa sido fundamental en el segundo gol del Athletic, un cabezazo de Aduriz m¨¢s propio de un entrenamiento que de un partido de Primera porque el delantero remat¨® m¨¢s solo que la una.

El Valladolid, con Vivar Dorado en el c¨¦sped, comenz¨® su progresi¨®n, Y en esas apareci¨® Ogbeche para cabecear a la red un centro desde la derecha, previo empuj¨®n al defensa. El ¨¢rbitro le caz¨® y anul¨® el gol. El descanso templ¨® los ¨¢nimos, Mendilibar le entreg¨® los galones a Vivar Dorado y su equipo comenz¨® a crecer. Adem¨¢s, Caparr¨®s se ocup¨® de restar dos preocupaciones con las sustituciones de Etxeberr¨ªa y Aduriz.

El Valladolid se agrandaba por momentos hasta que lleg¨® la jugada del penalti, o del casi penalti, porque Ogbeche se lanz¨® al vac¨ªo en cuanto sinti¨® en su espalda la mano de Koikili.