Europe¨ªsta y dialogante

A Donald Tusk se le ha echado en cara que carece de la agresividad que se necesita en pol¨ªtica para batir al adversario. La fama de blandito del l¨ªder de la Plataforma C¨ªvica le ha perseguido sobre todo despu¨¦s de que en las anteriores elecciones, en 2005, perdiera cuando era el favorito. Pero Tusk, de 50 a?os, no estaba dispuesto a que le pasara lo mismo esta vez: se ha vuelto m¨¢s directo y m¨¢s seguro de s¨ª mismo, seg¨²n coinciden los analistas, y en la campa?a ha querido dejar claro que es un pol¨ªtico dialogante.

Historiador de formaci¨®n, Tusk es un liberal europe¨ªsta convencido y piensa que Polonia tiene que depender menos del Estado y m¨¢s de los empresarios. Naci¨® en la ciudad de Gdansk (norte), donde se empez¨® a curtir en pol¨ªtica en torno al movimiento del sindicato Solidaridad, que, dirigido por Lech Walesa (con la colaboraci¨®n a veces de los Kaczynski), contribuy¨® a poner fin a la dictadura comunista en 1989.

Tras la ca¨ªda del tel¨®n de acero, fund¨® con unos amigos un primer movimiento liberal que se convertir¨ªa un poco m¨¢s tarde en partido, el KLD. Pero una derrota electoral en 1993 le oblig¨® a unir su formaci¨®n a la Uni¨®n por la Libertad. Finalmente, en 2001, Tusk cofund¨® la Plataforma C¨ªvica, que preside, un partido de centro-derecha que defiende una agenda muy liberal en lo econ¨®mico y que ha prometido a los polacos, si gana, un "milagro econ¨®mico".

El cara a cara que protagoniz¨® con Jaroslaw Kaczynski hace una semana por televisi¨®n -seg¨²n los sondeos, Tusk gan¨® el debate con una amplia diferencia- fue decisivo al final de la campa?a. "Espero un cambio, pero sin revoluciones, s¨®lo el cambio positivo que quieren los polacos", dijo Tusk ayer, tras votar a mediod¨ªa en un colegio de Varsovia junto a su familia. Los analistas creen que Tusk, casado y con dos hijos, conecta mejor con el votante medio que su oponente, que a los 58 a?os vive con su madre y no tiene cuenta bancaria ni carn¨¦ de conducir.