Bush visita California y promete ayudas millonarias
Los bomberos consideran que los incendios est¨¢n ya bajo control
Ayudados por una suave brisa marina proveniente del Oc¨¦ano Pac¨ªfico y por la disminuci¨®n en su fuerza brutal de los llamados vientos de Santa Ana, los cerca de 9.000 bomberos que combat¨ªan por quinto d¨ªa los fuegos en el sur de California parec¨ªan estar controlando una crisis incendiaria declarada "desastre mayor" por el Gobierno de EE UU.
Los bomberos creen que pas¨® lo peor de unos incendios que han dejado 1.600 casas destruidas, quemado un ¨¢rea de m¨¢s de 1.000 kilometros cuadrados y ocasionado da?os materiales por 1.000 millones de d¨®lares (698 millones de euros).
"Fue un fuego duro, r¨¢pido y furioso. De mucho empuje", dice un bombero
El presidente, George W. Bush, visit¨® ayer California para ver personalmente el desastre y evitar que se repitieran las cr¨ªticas de hace dos a?os cuando, tras el hurac¨¢n Katrina, el mandatario se limit¨® a ver desde la ventanilla de su avi¨®n presidencial la destrucci¨®n de Nueva Orleans. "Habr¨¢ ayuda para la gente de California", prometi¨® Bush, quien desde el lunes ha estado en contacto frecuente con el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger y respondiendo a las demandas de asistencia. "Entiendo que la gente tenga angustia en sus corazones y deben saber que hay mucha gente que se preocupa por ellos", a?adi¨® Bush. El gobierno federal ha enviado todo tipo de ayuda, incluido un avi¨®n de la NASA equipado con sensores infrarojos que manda se?ales a los bomberos en tierra mostr¨¢ndoles el sitio exacto donde est¨¢n los incendios.
Aunque anoche a¨²n exist¨ªan una docena de fuegos en diferentes puntos del Estado, sobre todo en los alrededores de San Diego y cerca de Los ?ngeles, las autoridades se mostraban optimistas de que lo peor hab¨ªa pasado. "Cuando los vientos vienen del oc¨¦ano traen m¨¢s humedad y contribuyen a que baje la temperatura", explic¨® Mary Ann Aldrich, de la oficina de servicios de emergencia. "Estos vientos han ayudado a los bomberos".
Los incendios se iniciaron el domingo, catapultados por una letal combinaci¨®n de sequ¨ªa -casi no ha llovido en el ¨²ltimo a?o en California- y los vientos de Santa Ana, conocidos tambi¨¦n como el respiro del diablo. Estos vientos son resultado de nubes de aire fr¨ªo que se forman en los Estados vecinos a California de Utah y Nevada y que provocan poderosas corrientes de aire caliente que descienden sobre las monta?as del sureste californiano y que en ocasiones viajan a velocidades de m¨¢s de 100 kilometros por hora. Los vientos son parte del imaginario colectivo y ganaron fama por su menci¨®n en la obra del escritor de novela negra Raymond Chandler. Cada cierto tiempo sin embargo -la ¨²ltima vez hab¨ªa sido en 2003-, se convierten en peligrosos detonadores de grandes incendios.
Una vez que comenzaron a propagarse en la madrugada del lunes, hab¨ªa incendios desde Santa B¨¢rbara en el norte del Estado hasta Chula Vista, literalmente a tiro de piedra de territorio mexicano, pasando por el exclusivo enclave de Malib¨² en la costa del Pac¨ªfico a minutos del centro de Los ?ngeles -lugar preferido de residencia de los millonarios y famosos de Hollywood- y sitios como el condado de San Bernardino, a varias horas de Los ?ngeles en direcci¨®n contraria al mar y ejemplo del desarrollo urbano de California. "Este fuego ten¨ªa su propia personalidad, nunca ces¨®", explic¨® Kevin Kitch, jefe de una de las secciones de bomberos de San Diego. Era un fuego "r¨¢pido, duro y furioso. De empujar, empujar y empujar".
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